José Betancort Cabrera, el mayor de los siete hijos de Lorenzo Betancort Rosado y de Manuela Cabrera Batista, pasó su infancia entre Teguise y Las Palmas de Gran Canaria, adonde llegó en 1885 para estudiar. Regresó a Teguise en 1891, pero un año después se encontró de nuevo en Las Palmas, desde donde comenzó a enviar sus primeras colaboraciones a la prensa local mientras trabajaba como escribano en el juzgado de San Mateo. En El Defensor de las Palmas usó por primera vez en 1896 el seudónimo galdosiano Ángel Guerra, por el que se le acabará conociendo.

En 1900 marchó a Madrid con la excusa de estudiar Filosofía y Letras y Derecho en la Universidad Central. Pero pronto se introdujo, de la mano de Benito Pérez Galdós, a quien quedó permanentemente vinculado amistosamente y realizó para él diversas labores de secretariado, en el mundo literario y periodístico madrileño, como por ejemplo en la redacción del Heraldo de Madrid. Más adelante, fue también redactor de La Época, El Globo y La Correspondencia de España, que llegó a dirigir en 1925. Inició entonces su carrera literaria como narrador con A bordo. Bocet santanderino (1901), fruto de un viaje veraniego en compañía de Galdós. En adelante publicó de manera ocasional en colecciones de novela como la Biblioteca Diamante, El Cuento Semanal, Los Contemporáneos o El Libro Popular, narraciones de carácter regionalista canario. [...]