Adosinda. ?, m. s. viii – Santianes de Pravia (Asturias), f. s. viii. Reina de Asturias, esposa del rey Silo.
Hija de Alfonso I (739-757), hermana de Fruela I (757-768) y tía paterna, por tanto, de Alfonso II el Casto, su matrimonio con Silo (774-783), único monarca del reino de Asturias ajeno a los círculos familiares de Pelayo y Pedro de Cantabria —soldados por el matrimonio de Ermesinda, hija del primer caudillo astur, con Alfonso I, hijo del duque Pedro— y seguramente miembro de la aristocracia local de la zona centro-occidental de Asturias, parece que franqueó a éste el acceso al trono. Efectivamente tanto la Crónica Albeldense como la de Alfonso III coinciden en considerar el enlace de Adosinda con Silo como causa de su entronización en el 774. El primero de estos textos nos dice que “también en su tiempo [de Aurelio] Silo, el futuro rey, tomó por esposa a Adosinda, hermana del rey Fruela, con la que más tarde alcanzó el trono”. Y aunque la versión Rotense de la crónica regia sitúa el matrimonio de Silo después de la muerte de Aurelio, tanto esa redacción como la versión erudita del texto cronístico atribuyen igualmente a dicho matrimonio el acceso de Silo al trono: “Tras su muerte [de Aurelio], Silo tomó en matrimonio a la hija de Alfonso, llamada Adosinda, por lo cual también se hizo con el trono”; “Tras el final de Aurelio le sucedió Silo en el reino, por razón de que había obtenido en matrimonio a Adosinda, hija del príncipe Alfonso”.
Adosinda debió influir de forma decisiva en su marido, de quien no tuvo descendencia, para preparar a su sobrino Alfonso el camino hacia el trono paterno. Parece, según testimonio de la Crónica de Alfonso III, que Silo asoció a las tareas políticas al sobrino de su mujer, entonces un adolescente, encomendándole el gobierno del Palatium de la nueva Corte de Pravia, con la idea, sin duda, de asegurar la sucesión en la persona del futuro rey Casto.
La muerte de Silo (783) volvería a alejar del trono por varios años al sobrino de Adosinda, quien, según la versión Rotense de la crónica regia, habría llegado a entronizar a Alfonso con el apoyo de “todos los magnates de palacio”, afirmación que no se compadece con la aparente facilidad con la que Mauregato, hermano bastardo de Adosinda, se haría con el poder.
La reina viuda, siguiendo las prescripciones conciliares visigodas, abrazaría el estado religioso, constándonos la fecha exacta de su profesión (26 de noviembre de 785) por la referencia que a ella se hace en la carta de Beato de Liébana y Eterio a Elijando de Toledo que encabeza el Apologético del monje lebaniego.
A su muerte, en fecha que se ignora, Adosinda sería sepultada en la iglesia de Santianes de Pravia, construida por Silo. Al enterramiento de ambos en dicho templo se alude en un pasaje de autenticidad generalmente admitida de una falsa o muy interpolada donación de Alfonso III de 905.
Bibl.: J. Gil Fernández, J. L. Moralejo, J. I. Ruiz de la Peña Solar, Crónicas asturianas, Oviedo, Universidad de Oviedo, 1985; Y. Bonnaz, Chroniques asturiennes (fin ix siècle), París, Editions du CNRS, 1987; A. Besga Marroquín, Orígenes hispano-godos del reino de Asturias, Oviedo, Real Instituto de Estudios Asturianos, 2000; J. I. Ruiz de la Peña Solar, La monarquía asturiana, Oviedo, ed. Nobel, 2001; Á. Solano Fernández-Sordo, Las reinas de la Monarquía Asturiana y su tiempo (718-925), Madrid, Marcial Pons, 2018.
Juan Ignacio Ruiz de la Peña Solar