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Juan de Ayolas

Biografía

Ayolas, Juan de. Briviesca (Burgos), c. 1510 – Chaco (Paraguay), 1538. Descubridor y conquistador en el Río de la Plata (Argentina), teniente de gobernador.

Juan de Ayolas se dirigió al descubrimiento del Río de la Plata con el adelantado Pedro de Mendoza, en calidad de mayordomo, cuya expedición partió del puerto de Sanlúcar el 24 de agosto de 1535. La armada se compuso de once navíos con mil trescientos tripulantes, un clérigo y el bávaro Ulrico Schimidel, cronista y autor del Viaje al Río de la Plata. Llegados a su destino, y debido a la enfermedad de Mendoza, realizaron, sin ninguna solemnidad, la fundación del Puerto de Nuestra Señora de Buenos Aires. El lugar escogido no fue el más adecuado, puesto que no existían en la zona cultivos y los indios que allí encontraron eran nómadas, lo que propició una carestía de abastecimientos y la aparición del hambre. A esto se unió la imposibilidad por parte de Martín de Orduña de llegar con los navíos que traían víveres a la expediente. Ante esta situación, Gonzalo Mendoza decidió marchar a buscar alimentos al Brasil; Jorge Lichtenstein se dirigió al Paraná y el burgalés Juan de Ayolas llegó hasta Carcarañá, fundando Corpus Christi el 15 de junio de 1536. En este lugar, el burgalés mandó levantar una pequeña construcción que sirviera de albergue y defensa. En ella dejó cien hombres de guarnición al mando del tesorero Gonzalo de Alvarado. Ayolas, con el resto de los hombres regresó a Buenos Aires, llevando las naves bien abastecidas para remediar la situación que se estaba viviendo.

Los indios sitiaron la nueva fundación española de Buenos Aires, aunque el hambre hizo que aflojaran el cerco. Por entonces, llegó Juan de Ayolas con provisiones y buenas noticias de los lugares hasta donde había llegado.

El gobernador Mendoza, alentado por las nuevas del burgalés, decidió subir por el Paraná, cuando los fundadores de Corpus Christi estaban a punto de partir hacia el interior, motivados por los relatos de Jerónimo Romero, superviviente de la expedición de Caboto que relataba las maravillas de la Tierra de los Césares. Cerca de la fundación de Corpus Christi y sobre el río Paraná, Mendoza llevó a cabo la fundación del Puerto de Nueva Esperanza que fue abandonado poco después.

El gobernador le ordenó la penetración del Paraguay para llegar a la tierra de la plata. El burgalés partió, el 14 de octubre de 1536, del recién fundado puerto de Buena Esperanza, con ciento cuarenta hombres. Para reforzar su expedición se enviaron otros bergantines con cien hombres dirigidos por, el también burgalés, Juan de Salazar Espinosa y Gonzalo de Salazar.

Pedro de Mendoza, debido a su delicado estado de salud, decidió regresar a España. Antes de partir hacia su tierra natal, concedió el más alto cargo de gobierno al burgalés nombrándolo teniente de gobernador.

Juan de Ayolas y sus compañeros de expedición remontaron el Paraná, con grandes dificultades, yendo parte de los soldados por tierra, con el objetivo de alcanzar la tierra paraguaya. En el puerto de Candelaria, fundado el 2 de febrero de 1537, el burgalés se relacionó con los indios payaguaes, hasta el punto de casarse con la hija del cacique Tamatía.

El burgalés atravesó el Chaco, llegando a la tierra de los cracares, los charcas, donde fue atacado por los naturales.

Tras el ataque consiguió un botín de sesenta y seis cargas de plata y tomó la decisión de regresar.

Los españoles no tenían apenas municiones y habían perdido mucho armamento por lo que evitaron cualquier enfrentamiento con los indios en la provincia de Chaco. Ayolas y sus hombres llegaron a Candelaria en marzo de 1538 sin encontrar a Martínez de Irala, quien se había quedado como lugarteniente del Fuerte tras su fundación.

Por mandato de Pedro de Mendoza, el burgalés Juan de Salazar Espinosa y un grupo de hombres, partieron de Buenos Aires para dirigirse al río Paraguay, con una armadilla de tres bergantines, con el fin de unirse a Ayolas, puesto que hacía dos meses que no se tenían noticias de su expedición. Las buenas noticias traídas por estos dos burgaleses sobre la tierra del Paraguay provocó que muchos españoles pobladores de Buenos Aires decidieran marchar al fuerte de Asunción. Tras un período de tiempo sin ninguna nueva por parte del gobernador, Juan de Ayolas y Juan de Salazar decidieron asumir la gobernación.

A Buenos Aires llegó de España el veedor Alonso de Cabrera con instrucciones de la Corona para organizar el gobierno de esas tierras. Portaba una Real Cédula, de 1537, por la cual se permitía a los pobladores elegir gobernador mientras que los monarcas decidían a quién designar. En Asunción, Cabrera, Irala y Ruiz Galán tuvieron una reunión y decidieron otorgar el mando a Domingo Martínez de Irala por ser lugarteniente de Juan de Ayolas, que a su vez lo era de Pedro de Mendoza. El burgalés Francisco de Paredes fue testigo en el reconocimiento de la firma del capitán Ayolas, en el poder otorgado en favor del capitán Martínez de Irala, en 1539. El nuevo gobernador, en noviembre de 1539, inició la búsqueda de Juan de Ayolas, pero tan sólo pudo confirmar su muerte. Alvar Núñez Cabeza de Vaca, realizó en sus Comentarios una grave acusación contra Martínez de Irala, a quien acusaba de ser el responsable de la muerte de Juan de Ayolas y sus acompañantes por haber abandonado Candelaria cuando había recibido órdenes de permanecer en esta población esperando al burgalés y sus compañeros. Aunque estas acusaciones parece que fueron formuladas más por la enemistad que hubo entre los Núñez Cabeza de Vaca e Irala.

 

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Ángela Pereda López