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José María Alonso Areyzaga

Biografía

Alonso Areyzaga, José María. Pepe el Santo. San Sebastián, 28.III.1890 – Córdoba (Argentina), 14.III.1979. Tenista.

Hijo primogénito de María Victoria de Areyzaga y Gortázar (1864-1930) y de Manuel Alonso Zabala (fallecido en 1937), ingeniero de Caminos y autor de una gran parte de los proyectos ferroviarios del norte de España. Llamado en su familia con el apodo de el Santo, José María Alonso fue un deportista consumado en varias actividades, pero destacó especialmente como jugador de tenis, donde llegó a ocupar un lugar preeminente en España y en cuantos países jugó, como Reino Unido, Francia, Argentina, etc.

Vasco, de una fortaleza impresionante, dedicó gran parte de su tiempo libre —aquel que le dejaban los estudios para ingeniero de Caminos, carrera que, como su padre, ejerció con éxito— al deporte, para lo que estaba muy dotado. Alternaba el tenis con el jockey sobre hierba, algo muy frecuente entre los tenistas de la época de los años diez del siglo xx, donde llegó a ser un extraordinario jugador junto a su hermano Manolo y Manuel Pérez de Seoane y Fernández-Salamanca, conde de Gomar. También era fundamental a la hora de constituir un buen equipo de remeros en cualquier alta competición en las aguas de San Sebastián. Practicaba, asimismo, el esquí con gran habilidad.

Pero el deporte que le lleva a la historia es el tenis. Fue campeón de España en 1912, en su ciudad natal, precisamente en el año de su debut en la máxima competición nacional. Destronó al campeón de los dos años anteriores, Luis Uhagón, en una final en la que todo le cuadraba a la perfección. Hombre fuerte y valiente, gran deportista, José María Alonso lo pegaba todo plano, sin efectos, y cuando las cosas salían bien era casi invencible. Y así resultó el 8 de septiembre de 1912.

Como jugador tenía un buen servicio y en la volea y su smash era admirable, lo que le hacía un buen especialista en dobles. Pegaba plano, algo que lo convertía en irregular y, aunque era físicamente incansable, José María Alonso no volvió a lo más alto del pódium del tenis nacional, puesto que tras él venían con fuerza irresistible su hermano Manolo y el conde de Gomar, pero aun así formaría con ellos y Eduardo Flaquer los primeros “cuatro mosqueteros” del tenis español. En total y pese a sus estudios —así, por ejemplo, proyectó en 1918 la línea ferroviaria que conectaba con las minas leonesas—, participó en cinco campeonatos entre 1912 y 1920, con diecinueve partidos disputados y sólo cinco perdidos. En los Juegos Olímpicos de 1920 y 1924 disputó siete partidos, uno en individual, que perdió; cinco en dobles, de los que ganó tres; y uno en mixtos, perdido. Además, entre los años 1922 y 1924 jugó en Wimbledon tres partidos, con una victoria. Mientras que en la Copa Davis jugó cuatro partidos entre 1924 y 1925, uno en individual, perdido; y tres en dobles, con dos ganados y el otro con derrota. En todo caso, lo que más se admiraba en él era su condición humana. Marchó a Estados Unidos con su hermano Manolo, llegando éste, también ingeniero, a figurar en el segundo lugar del ranking norteamericano en 1926 y en el Top Ten hasta finalizar la década. En 1929, José María Alonso contrajo matrimonio en Ohio con Irene Widecker (1905-1993), de cuya unión nacerían un hijo y una hija. falleció en Argentina, donde se había trasladado por motivos de salud.

 

Bibl.: E. Martínez, España en la copa Davis (Crónica de los encuentros de 1921 a 1969 y finales del “Challenge Round”), Barcelona, Gráficas AGPO, 1970; R. Sánchez y E. Martínez, España en la copa Davis, Madrid, Federación Española de Tenis, 2000; R. Aguirre Franco, Donostiako Tenis Elkarte Erreala = Real Club de Tenis de San Sebastián, San Sebastián, MCC Graphics, 2004; M. Adrio, 125 años de Tenis en España, Madrid, 2005, págs. 61-66 y 81.

 

Manuel Adrio Arrojo

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