Crota, Juan Bautista. ?, p. m. s. XVII – Madrid, 9.I.1688. Banquero, asentista del Rey, tesorero de la Comisión de Millones y miembro de honor del Tribunal de la Contaduría Mayor de Cuentas.
Juan Bautista Crota fue un banquero de origen milanés establecido en Madrid, que destacó por sus servicios a la Corona. Sus padres fueron Juan Pablo Crota, natural de Maccagno, en el territorio de Leco, y Lucrecia Airoldo, del obispado de Como, ambos del estado de Milán. Juan Bautista esposó con Josepha María Esneclín Garcés, hija de Bernardo Esneclín Garcés y Josepha de Torrejón y Onez. El matrimonio tuvo diez hijos y vivieron en unas casas principales de la madrileña calle del Príncipe. El mayor de los hijos, Juan Carlos, llegó a disfrutar de un hábito de la Orden de Santiago. Tres de sus hermanas ingresaron en el convento de Santo Domingo el Real, en Madrid.
Además de sus negocios con particulares, entre los que se incluía el embajador de Dinamarca, también trabajó para la Corona española como asentista a partir de 1658. Entre 1663 y 1666 fue tesorero de la Comisión de Millones.
Al principio se encargó de algunas provisiones, pero lo hizo de forma tímida, como administrador de la casa Airoldo, con la que estaba emparentado a través de su madre. Más adelante, entre 1666 y 1684, se involucró mucho más, presionado por el propio conde de Castrillo. De hecho, desde 1672 envió frecuentemente dinero a Italia y Alemania. Su crédito sirvió, en muchas ocasiones, para pagar a los embajadores de España en esos países. En 1680 trabajó junto a otros asentistas como Francisco María Piquinoti y Juan Tomás Bianco.
Sus continuos servicios financieros explican que, en septiembre de 1675, se le concediese una plaza de honor sin sueldo en el Tribunal de la Contaduría Mayor de Cuentas, y que pudiese cobrar los réditos de sus juros sin que se le aplicasen descuentos. Desde 1684 se alejó de la negociación financiera y falleció cuatro años después. Quiso ser amortajado con el hábito de San Francisco, como muchos otros banqueros de su época, y enterrado en el convento de las carmelitas descalzas de Madrid.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Contadurías Generales, leg. 171; Archivo Histórico Nacional, FC_Hacienda, lib. 7905, 7906, 7907; Archivo Histórico de Protocolos Notariales de Madrid, Protocolos 10060 y 10067.
M. Garzón Pareja, La Hacienda de Carlos II, Madrid, Instituto de Estudios Fiscales, 1980, pág. 178; H. Kamen, La España de Carlos II, Barcelona, Crítica, 1987, págs. 570-571; C. Sanz Ayán, Los banqueros de Carlos II, Valladolid, Universidad, 1989, págs. 321-322 y 327.
Carlos Álvarez Nogal
