Montañés y Álvarez, Diego Fernando. Cádiz, 14.III.1795 – Madrid, 25.I.1874. Comerciante y filántropo.
Representa uno de lo mejores ejemplos de la burguesía mercantil gaditana, pero también de generosidad en la historia reciente de Cádiz, al entregar toda su fortuna en herencia a la ciudad que lo vio nacer en un momento muy delicado de crisis socioeconómica y portuaria. Fue bautizado en la gaditana parroquia de Santa Cruz y tuvo Montañés una intensa y azarosa vida de empresas comerciales y burguesas, repartidas entre las ciudades de Alcoy, Cádiz y Madrid, que le llevó a acumular una inmensa fortuna.
En su testamento encomendó sus inmensos beneficios a las materias más prioritarias y de realización inmediata de su ciudad natal. Así, al morir, las disposiciones testamentarias, abarcaron las siguientes tareas: legado para la traída de aguas a la ciudad; legado para la construcción del muelle de Puntales y conclusión del muelle de la ciudad; legado para una granja modelo en la provincia, legado para un colegio naval en Cádiz; legado para dotes y obras benéficas a través de la Sociedad Económica de Amigos del País; y legado para una caseta y un bote de salvamento para la Sociedad de Salvamento de Náufragos, además del legado para el establecimiento de un Monte de Piedad al que dio la testamentaría entre 50.000 y 75.000 pesetas. También dejó, de menor empaque, numerosas mandas de dotes para doncellas, limosnas y otros fines caritativos.
Pero, por ser tanta la cantidad de aspectos a cubrir con tan importante legado, los albaceas testamentarios se encontraron con el problema de no saber qué parcela atender preferentemente, si bien el referido testamento recogía un estricto orden de preferencias, y en primer lugar figuraba el tema de la traída de aguas a Cádiz; un asunto que preocupaba enormemente a las autoridades gaditanas. The Cádiz Water Works Company Limited —Sociedad Limitada de Operaciones de Agua— era la entidad exclusiva asignada para instalar la depuradora de agua marina, así como las nuevas tuberías, y, a este respecto, se luchó para romper ese monopolio. En cualquier caso, con o sin la gestión de la referida entidad, todas las vías pasaban por el legado de Montañés.
Otro asunto no menos preferente fue el de las obras del Muelle gaditano. Por entonces, el proyecto en vigor era llevado por la Concesionaria Lacassaigne, cuyas condiciones no fueron del agrado de todos, máxime que el legado de Montañés suponía la independencia económica de tal proyecto, como así propugnaba el proyecto de César Cerero a través de la Sociedad Puerto de Cádiz. En concreto, el capital de Montañés contribuyó a la realización de las primeras acciones portuarias; terraplenes del muelle de San Carlos, almacenes de mercancías del viejo muelle del Martillo, y el muelle de hierro de Puntales. Era, pues, comprensible que con tal escasez de recursos para la modernización de sus infraestructuras el legado de Diego Fernando se considerase poco menos que “milagroso”.
No sólo se debatían en todos los foros de opinión las parcelas especificadas en el testamento, sino otras a mayor plazo, como el derribo de las murallas de la ciudad para el ensanche de la misma. El legado Montañés sirvió para revitalizar las esperanzas de la ciudad en unos momentos de cambio y modernización.
La figura de Montañés fue más conocida en muerte que en vida. Prueba de ello fue la disposición municipal para erigirle una calle y un monumento; lo primero se logró en 1884; lo segundo, hubo de esperar hasta la alcaldía de Ramón de Carranza, siendo realizada por el artista madrileño Juan Cristóbal, e inaugurada en una visita del jefe de Estado, Miguel Primo de Rivera, en el año 1928.
Bibl.: S. Pro y Ruiz, Diccionario Biográfico de gaditanos insignes, Cádiz, Imprenta Casa del Niño Jesús, 1955; M. de Retegui Bensusán, “Diego Fernando Montañés y Álvarez, la ciudad y su memoria”, en Diario de Cádiz, 17 de junio de 1976; J. Marchena Domínguez, “Galería de olvidados, Diego Fernando Montañés y Álvarez”, en Diario de Cádiz (supl. cultura), 6 de enero de 1991, pág. 33; J. Marchena Domínguez, Burgueses y Caciques en el Cádiz de la Restauración, Cádiz, Universidad, Servicio de Publicaciones, 1996, págs. 25-34.
José Marchena Domínguez
