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Pedro Ponce de León

Biografía

Ponce de León, Pedro. Señor de Marchena (V), conde de Medellín, Conde de Arcos (I). ?, c. 1370 – Marchena (Sevilla), 15.I.1448. Noble, conde.

El V señor de Marchena, de idéntico nombre que su progenitor, gobernó sus señoríos durante un período excepcionalmente largo de tiempo, por lo que constituye una figura clave para comprender el protagonismo adquirido por su linaje durante el siglo xv. Al morir su padre, en 1374, era un niño de pocos años.

Las dificultades económicas obligaron a su madre, Sancha de Haro, a desprenderse en 1387 de una de las primeras posesiones andaluzas de la familia: la villa de Bornos. Y no acabaron aquí los contratiempos.

En septiembre de 1388 el joven Pedro hubo de partir, junto a otros nobles, en calidad de rehén del duque de Lancáster, quien aseguraba así el pago de la indemnización por renunciar a sus derechos al Trono castellano, como esposo de Constanza, hija de Pedro I. El señor de Marchena no podrá volver a Castilla hasta 1390. Aquel mismo año moría en desafortunado accidente Juan I. Su hijo, Enrique III, tenía tan sólo once años de edad. En la Corte distintos grupos de poder se disputaban la regencia. En Sevilla la violencia estalló en forma de levantamiento popular avivado por las prédicas antijudaicas de Ferrán Martínez, arcediano de Écija. Por entonces se produjo también la primera gran confrontación de los bandos sevillanos aglutinados en torno a los linajes de Guzmán y Ponce de Léon; enfrentamiento que se reavivó tras la muerte en 1396 del conde de Niebla Juan Alfonso de Guzmán.

La primera década del siglo xv fue tiempo de actividades fronterizas, dirigidas por el infante Fernando de Antequera, con quien Pedro Ponce de León colaboró activamente. A partir de 1414 volvió la inestabilidad a la ciudad de Sevilla, afectada por las disputas entre Pedro de Stúñiga y Alfonso de Guzmán. En el Reino, la muerte de Catalina de Lancáster en 1418 abrió un período de gran incertidumbre, acentuada primero por el enfrentamiento entre los infantes de Aragón — hijos de Fernando de Antequera— y, más tarde, entre éstos y Álvaro de Luna. Pese a lo agitado de los tiempos, o tal vez por eso mismo, el señorío de Marchena conoció en estos años una fase de crecimiento. Pedro Ponce de León fundó Paradas y compró Los Palacios (1427-1432) y Guadajoz (1433). De forma paralela, el linaje se engrandeció también con la consecución del primer título.

La derrota de los infantes de Aragón en 1430 dejó el campo libre a la nobleza. A partir de esta fecha, se instauró en Castilla un gobierno oligárquico, presidido por Álvaro de Luna pero controlado por los grandes nobles. En este contexto obtuvo Pedro Ponce de León el título de conde de Medellín. El documento de donación está fechado el 24 de febrero de 1431 e inserta un albalá de diciembre de 1429. En 1431 el nuevo conde acompañó al condestable en la expedición granadina que se saldó con la victoria de la Higueruela. Tras algunos años de poder casi absoluto de Álvaro de Luna, la situación iba a cambiar radicalmente a partir de 1438. Aunque fueron muchos los que se unieron a la liga de nobles en rebeldía que le disputaba el poder, los Ponce se mantuvieron fieles. Cuando se impuso la liga y Álvaro de Luna fue desterrado, Pedro Ponce se vió obligado a devolver Medellín al infante don Enrique, pero no salió mal parado, pues recibió a cambio la villa de Arcos de la Frontera con título condal (marzo de 1440). El gran error político de Pedro Ponce de León fue apoyar la expedición del infante don Enrique contra Sevilla en 1444. La victoria del conde de Niebla sobre el de Arcos fue absoluta. Muchas propiedades de los Ponce de León fueron tomadas como botín por el bando de los vencedores, incluidas las casas principales del linaje en Sevilla o la propia villa de Bailén. En 1445 Juan II ordenó que le fueran restituidas. El 15 de enero de 1448 murió en Marchena el viejo conde de Arcos.

De su matrimonio con María de Ayala —hija del canciller Pero López de Ayala— tuvo los hijos siguientes: Juan (que le sucedió como II conde de Arcos), Pedro, Fernando (comendador de Morón por la Orden de Alcántara), Alfonso, Lope, Luis (primer señor de Villagarcía), Diego, Sancha y Elvira. Todos le sobrevivieron a excepción de Alfonso y Sancha. Especial interés presenta la labor edilicia emprendida por Pedro Ponce de León. Consta que amplió las casas del linaje en Carmona, completó las dependencias del castillo de Marchena y reconstruyó la muralla de la villa haciendo uso de una bula papal. Edificó también los castillos de Rota, Bailén y Mairena, así como su propia residencia en la ciudad de Sevilla. Gastó en todo ello más de 35.000 florines de oro. En 1399 fundó el Monasterio de Santa María de Regla (Chipiona) aprovechando una antigua ermita enclavada en el término de la villa de Rota. Fue enterrado en el Convento sevillano de San Agustín, donde dejó terminada su propia sepultura.

 

Bibl.: J. L. Carriazo Rubio, La Casa de Arcos entre Sevilla y la frontera de Granada (1374-1474), Sevilla, Universidad y Fundación Focus, 2003; Los testamentos de la Casa de Arcos (1374-1530), Sevilla, Diputación de Sevilla y Ayuntamiento de Marchena, 2003; “Arcos, del realengo al señorío (1420-1440)”, en VV. AA., Actas del I Congreso de Historia de Arcos de la Frontera. Con motivo del 750 aniversario de la conquista de la ciudad por Alfonso X el Sabio, 1253-2003, Arcos de la Frontera, Ayuntamiento, 2003, págs. 309-328.

 

Juan Luis Carriazo Rubio