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Pedro Nubiola Espinós

Biografía

Nubiola Espinós, Pedro. Barcelona, 5.VIII.1878 – 27.I.1956. Médico, catedrático, ginecólogo.

Seguramente influido por Carlos Siloniz y Ortiz, catedrático de Anatomía de la Facultad de Medicina y que residía en casa de sus padres, estudió la carrera de Medicina en la Universidad de Barcelona, y fue, ya en los primeros años, alumno interno por oposición.

En 1900 accedió al grado de doctor, en la Universidad de Madrid, con la tesis De la secreción gástrica y sus incógnitas. Tras ejercer durante un tiempo como médico general en la localidad de Suria, se desplazó posteriormente a París para ampliar estudios y conocer otras formas de practicar la medicina. A su vuelta fue nombrado en 1901 ayudante honorario de Terapéutica, y al año siguiente médico adjunto del Hospital de la Santa Cruz. En 1903 ganó por oposición la plaza de profesor clínico de dicha Facultad, y un año después, también por oposición, la de inspector municipal de Sanidad. Muy decantado por su vocación por la Universidad, en 1906, nuevamente por oposición, práctica habitual de su tiempo, obtuvo la plaza de profesor auxiliar de Obstetricia, Ginecología e Infancia. Ya por entonces gozaba de un gran prestigio como obstetra y ginecólogo, lo cual le llevó a ingresar en 1916 en la Real Academia de Medicina de Barcelona. En 1917 se presentó y obtuvo mediante la correspondiente oposición la Cátedra de Obstetricia de la Facultad de Medicina de Barcelona, sustituyendo en ella al que fue su maestro, Miguel Arcángel Fargas Roca.

Pedro Nubiola Espinós consiguió desde muy joven un alto prestigio, pues dio a la obstetricia un carácter científico hasta ese momento poco consistente. De formación fundamentalmente autodidacta, y a pesar de sus relaciones con muchos maestros —entre otros Fragas Roca y sus colaboradores—, siguió, ante todo, las enseñanzas derivadas del Manual de Obstetricia de S. J. Pozzi, consiguiendo un aprendizaje sorprendente. A sus conocimientos añadia gran capacidad, habilidad práctica y resolución para la toma de decisiones, que sorprendía a sus colaboradores. En su cátedra se realizaron las primeras palpaciones a las embarazadas y practicó la primera sinfisiotomía, siendo también Nubiola el primer médico que utilizó en España el dilatador de Bossi y el basiotribo de Tarnier. Fue un obstetra tremendamente habilidoso y avanzado, practicando con virtuosismo las maniobras más complejas, tales como la versión interna que muchos especialistas de su época no se atrevían a practicar. Fue un maestro de la dilatación manual del orificio uterino, siendo innovación suya la maniobra denominada “retropulsión uterina”. Creó una amplia escuela de la que salieron magníficos médicos bien formados, muchos de los cuales fueron especialistas de gran renombre, destacando, entre otros, Joaquín Nubiola Sostres, Luis Gilera y Carlos Carceller Blay.

Sus aportaciones a la obstetricia y la ginecología fueron numerosas y de calidad. Desde el punto de vista conceptual, destaca lo que denominó como “placentolisis”, demostrando mediante preparaciones microscópicas, lo cual evidenciaba en ese momento su talante científico en base a la observación anatómica de los hechos fisiopatológicos que él interpretaba, la destrucción de tejido placentario en los casos que denominaba con el término “apoplejía placento-genital”. En 1916, quince años antes de que se hablara de las gonadotropinas coriónicas, comunicó el descubrimiento de unas hormonas que llamó “harmozonas placentarias”, y que tenían una función similar. Muy interesantes y novedosos fueron también sus trabajos sobre el cuerpo amarillo, dejando claro que éste, durante la menstruación y en el embarazo, era la misma entidad fisiológica. También en su haber queda la descripción magistral que hizo del reflejo vesicorrenal que aparece en los úteros gestantes incarcerados. Por último, describió y demostró que era de origen tuberculoso la que sería por otros denominada “enfermedad de Nubiola”. Muchas de estas aportaciones tuvieron no sólo repercusión nacional, sino que sobrepasaron nuestras fronteras.

Sus publicaciones fueron innumerables, sobresaliendo entre ellas su libro Obstetricia. En colaboración con el profesor Enrique Zárate, de Buenos Aires, publicó un Tratado de Obstetricia (1951) en tres tomos que tuvo gran difusión en América Latina. Entre otras muchas publicaciones destacan sus estudios electrocardiográficos durante el parto, las maniobras durante él con todas las variantes posibles, así como las maniobras descritas por él, y sus escritos sobre la organización de los servicios de puericultura y maternidad. Todas estas aportaciones relevantes en el campo de la obstetricia las realizó debido a que los partos tenían lugar en las casas de las parturientas y eran atendidas con una enorme frecuencia por médicos generales. En esa época, Nubiola ya comenzó a defender la necesidad de la atención especializada a las mujeres embarazadas y ante todo durante el parto.

Fue ponente en multitud de congresos, presidiendo el de Obstetricia y Ginecología Hispano-Portugués. En 1907 fundó y presidió el Instituto Médico-Farmacéutico de Barcelona. Fundó la revista Medicina y Cirugía y, conjuntamente con Sebastián Recasens y Pedro Zuloaga, la Revista Española de Obstetricia y Ginecología que se publicó desde 1916 hasta 1936.

Fue decano de la Facultad de Medicina de Barcelona en dos ocasiones (1934 y 1939), ambas, aunque muy breves, en tiempos complicados. Fue presidente de honor de la Sociedades Españolas de Ginecología y para el estudio de la Esterilidad y de la Asociación de Obstetricia y Ginecología de Barcelona; miembro de honor de las Sociedades de Obstetricia y Ginecología de Buenos Aires, de Médicos de Lengua Francesa, de la Sociedad de Rosario y de la de Portugal; así como miembro de honor del Colegio Internacional de Cirujanos. Muy reconocido por la sociedad en general además de la científica, recibió gran cantidad de honores y distinciones, destacando entre otras la Gran Cruz de Sanidad, la Medalla de Plata de la provincia de Barcelona, la Encomienda con Placa de la Orden de Alfonso X el Sabio y el título de Officier d’Instruction Publique de Francia. En 1916 ingresó como Académico de Número en la Real Academia de Medicina de Barcelona con el discurso Los primeros signos de la gestación, siendo contestado por Augusto Pi y Suñer. En el año 1929, con motivo de la inauguración del curso de la Academia, dio una conferencia sobre Esculapio y Minerva.

 

Obras de ~: Uremia convulsiva en el curso del embarazo; diferenciales con la eclampsia, Valladolid, Tipografía Cuesta, 1925; El diagnóstico clínico de la gestación, Barcelona, Monografías Médicas, 1928; Obstetricia, Barcelona, Miguel Servet, 1940; La anexitis fímica: estudio clínico, Barcelona, Gráficas Marina, 1944; Al ser madre, Barcelona, Agora, 1945; con E. Zárate, Tratado de Obstetricia, Barcelona, Labor, 1951; “Interpretación de la hemorragia postparto”, en Tokoginecología Práctica, 11 (1952), págs. 409-413.

 

Bibl.: D. Agustí Plannell, “El Profesor Pedro Nubiola Espinós”, en Medicina Clínica, 26 (1956), págs. 277-283; J. A. Usandizaga Beguristáin, Notas históricas de distintos Servicios de Obstetricia, Jornadas Conmemorativas del Cincuentenario del Hospital Clínico y Provincial de Barcelona (1907-1957), Barcelona, 1959, págs. 139-142; J. M. Calbet i Camarasa y J. Corbella i Corbella, Diccionari Biogràfic de Metges Catalans, vol. II, Barcelona, Editorial Rafael Dalmau, 1983, pág. 170; M. Díaz-Rubio, 100 médicos españoles del siglo XX, Madrid, You & Us, 2000.

 

Manuel Díaz-Rubio García

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