Velarde y Navia-Bolaño, Joaquín María de. Conde de Nava (I). Oviedo (Asturias), 14.X.1761 – Madrid, 8.XII.1840. Militar, capitán general.
Hijo de Joaquín Velarde y Queipo de Llano, coronel del Regimiento Provincial de Oviedo, y de María Manuela de Navia Bolaño y Caso. Contrajo matrimonio en Gijón (Asturias) el 24 de septiembre de 1796 con Nicolasa Ramírez de Jove y González de Cienfuegos (nacida en Gijón el 10 de marzo de 1776), hija de Manuel María Ramírez de Jove, III marqués de San Esteban, y de Nicolasa González de Cienfuegos y Velarde; con seis hijos. Teniente del Regimiento Provincial de Oviedo desde septiembre de 1793, capitán el 9 de mayo de 1798, teniente coronel en enero de 1799 y por fin coronel del Regimiento el 27 de marzo del mismo año, durante los quince primeros años de su carrera militar solamente prestó servicios ordinarios de guarnición en Oviedo y en otros puntos de la costa asturiana. Su decisiva participación en el alzamiento asturiano durante el mes de mayo de 1808 fue la causa de que la Junta de Asturias le concediese el ascenso directo desde coronel al grado y empleo de teniente general de los Reales Ejércitos el día 12 de junio de 1808, y le diese el mando de una división del naciente Ejército de Asturias, pasando a la villa de Infiesto para la recluta e instrucción de los soldados. El 17 de noviembre fue comisionado por la Junta Central a las inmediatas órdenes del general británico D. Baird, para proporcionar auxilios a las tropas británicas en su marcha desde La Coruña hasta Astorga, comisión que desempeñó durante diez meses, hasta que las fuerzas británicas se reembarcaron.
Entonces pasó destinado, el 20 de septiembre de 1809, al Ejército de la Izquierda que mandaba el duque del Parque, y asistió a todas las acciones que tuvieron lugar en Castilla la Vieja —en particular a la batalla de Medina del Campo—, para el 20 de noviembre ser nombrado subinspector de Infantería en dicho Ejército y presidente de los consejos de guerra permanente del mismo. El 26 de junio de 1810 pasó al Ejército de Galicia con el mismo cargo de subinspector de Infantería y Milicias, desempeñando la segunda comandancia del Reino de Galicia entre abril y junio de 1811, y volviendo luego al Ejército; se distinguió en la acción del Puente de San Payo. Acabada la guerra, desde el 6 de marzo de 1814 fue vicepresidente del Consejo de Guerra de oficiales generales establecido en Galicia. El retorno de Napoleón le llevó a ser subinspector de Infantería del Ejército de Observación de Aragón en mayo de 1815, y permaneció en tal puesto hasta la disolución del mismo. Por Real Orden de 6 de enero de 1817 fue designado ministro supernumerario del Consejo Supremo de la Guerra y fiscal militar interino del mismo, sirviendo simultáneamente desde marzo de 1819 como presidente de la junta de examen para la concesión de la Cruz de distinción de las Juntas Provinciales. Liberal moderado, en 1821 fue vicepresidente de varios consejos de guerra seguidos en Madrid, y en 1822 fue nombrado gobernador de la Junta del Montepío Militar.
Tras el retorno del absolutismo en 1823, no logró ser purificado hasta 1827, pero con la condición de que no se le diese mando alguno: quedó en situación de cuartel y residió desde entonces en Oviedo, en Castilla la Vieja y en Madrid. El fin del absolutismo en 1833 le trajo la rehabilitación, y el título del Reino de conde de Nava (con el vizcondado previo de la Luz), otorgado el 25 de agosto de 1835. Después debió ser promovido en 1840 a la suprema dignidad de capitán general de los Ejércitos Nacionales (figura en varias relaciones fiables de capitanes generales, aunque no en su expediente militar), y fue elegido senador del Reino por la provincia de Asturias (1840), en cuyo desempeño falleció. Ostentó la Gran Cruz de la Orden de San Hermenegildo (1831), y las Cruces de distinción de las batallas del Puente San Payo y de Medina del Campo, y las de los Ejércitos asturiano y de Galicia.
Fuentes: Archivo General Militar (Segovia), Célebres, caja 168/12; Archivo del Senado, sig. HIS-0312-05.
Alfonso de Ceballos-Escalera Gila, vizconde de Ayala