Pérez, García. España, c. 1200 – Toscana (Italia), 1267. Arcediano de Marruecos, obispo de Silves, embajador de Alfonso X.
Nació en los primeros años de 1200, se dedicó a la vida religiosa, siendo, probablemente, el clérigo y canónigo de la iglesia hispalense que obtuvo más tierras en 1253 por parte de Alfonso X en el repartimiento de Sevilla. Allí entró en contacto con el prelado Lope Fernández de Ain, que estaba organizando, a partir de los primeros años de la década de 1250, su diócesis africana desde su sede en el sevillano distrito de San Telmo y lo incorporó a su Cabildo como arcediano de Marruecos. Entre el verano y el otoño de 1253 estuvo en Inglaterra, adonde llegaría, con las propuestas castellanas, acompañando a los emisarios de Enrique III de vuelta de su misión en la Corte de Alfonso X de aquella primavera. En agosto del año sucesivo estuvo en Burdeos con el obispo Lope Fernández, probablemente para acompañar al príncipe de Inglaterra, Eduardo, de allí a Burgos para las bodas con la infanta Leonor. En octubre de 1255 Alfonso X otorgó al arcediano de Marruecos los poderes para entablar negociaciones con la ciudad de Marsella. En el invierno de 1256 se desplazó a la ciudad para parlamentar con las autoridades de la villa provenzal y sellar finalmente una alianza en enero. Volvió a Castilla, donde se entrevistó con el Rey en marzo en Soria, y en septiembre de 1256, en Segovia, se ratificó el tratado con la delegación marsellesa. Mientras, Alfonso X le encomendó en mayo otra misión, esta vez a Alemania, nombrándolo su plenipotenciario para los asuntos de la elección imperial. García Pérez partió a finales del verano y después de pasar por Francia para entrevistarse, probablemente, con Luis IX, llegó a tierras alemanas para asegurar a Alfonso X el apoyo de los electores imperiales a lo largo del invierno de 1257. Después de la celebración de la elección en la primavera de 1257 volvió a Castilla en el verano.
Con toda probabilidad hay que identificarlo con el obispo de Silves, García que aparece en la documentación tanto alfonsina como pontificia, a partir de 1260. Un nombramiento que Alfonso X propuso al pontífice Alejandro IV, como reconocimiento de su intensa labor diplomática en el asunto del fecho del imperio. Labor que siguió realizando como jefe de las misiones que se desplazaron a la curia pontificia en los años 1263, 1264, 1266. A finales de 1267 encontraría la muerte a manos de los gibelinos toscanos, amigos del infante Enrique de Castilla.
Bibl.: P. Scheffer-Boichorst, “Zur Geschichte Alfons von Castilien”, en Mitteilungen des Instituts für österreichische Geschichtsforschung (Insbruck), IX (1888), págs. 226-248; A. López, Memoria histórica de los Obispos de Marruecos desde el siglo XIII, Madrid, Est. Tipográfico de San Bernardo, 1920; A. Ballesteros Beretta, Alfonso X, Barcelona, Salvat, 1963 (Barcelona, El Albir, 1984); j. f. O’Callaghan, The Learned King: The Reign of Alfonso X of Castile, Filadelfia, Pennsyvalnia University, 1993 (trad. española, Alfonso X, Sevilla, Universidad, 1999); M. González Jiménez, Alfonso X, Barcelona, Ariel, 2004.
Gianluca Pagani
