Cuesta y Cires, Leoncio de la. Ormaza (Burgos), 12.IX.1799 – ?, 1879. Brigadier y caballero laureado de San Fernando.
A los dieciocho años se le concedió por gracia especial el empleo de subteniente de Milicias en el Regimiento Provincial de Burgos.
En 1821 obtuvo el empleo de subteniente de Granaderos y al año siguiente luchó en la Guerra Constitucionalista contra las tropas realistas, interviniendo en Aragón en la toma de los castillos de Montalbán y Teruel, y en el sitio del castillo de Aliaga.
Dos años después se halló en la defensa de Teruel contra las tropas del ejército francés, y posteriormente se trasladó a la provincia de Alicante. La casi totalidad de la oficialidad de su Regimiento se pasó en la ciudad de Elche al contrario, pero él se negó a hacerlo y marchó con otros cuatro oficiales y la bandera de la unidad a refugiarse en la plaza de Alicante, donde fue hecho prisionero y licenciado del Ejército.
Hasta 1829 no fue purificado, concediéndosele entonces el empleo de teniente de Milicias, por antigüedad, y destino en el Regimiento Provincial de Soria.
Al año siguiente pasó al 1.er Regimiento de Granaderos de la Guardia Real Provincial, con el empleo de teniente por elección.
A partir de 1833 tomó parte en la guerra civil, combatiendo en las provincias del norte y hallándose en las acciones de Elorrio, Alsasua, Muez, Echalar, Mendaza, Nazar y Asarta, Orbiso y puente de Arquijas.
En 1835 fue ascendido a capitán.
Siguió combatiendo en 1835, interviniendo en las acciones del puente de Larraga, Arróniz, Artaza, puente de Castrejana, levantamiento del primer sitio de Bilbao y batalla de Mendigorría, entre otras.
Fue recompensado con la Cruz de San Fernando de 1.ª clase por su intervención en la acción del castillo de Guevara y Venta de Echevarría (Álava) en los días 27 y 28 de octubre; si bien había merecido en esta acción la Cruz de 2.ª clase, laureada, al haber cursado la petición de juicio contradictorio fuera del plazo fijado por el reglamento de la Orden, no le fue admitida la instancia, en la que su jefe de batallón apoyaba la petición haciendo constar que “le empleaba en las acciones de mayor riesgo por constarle su bizarría”.
Un año después luchó en Arlabán, Orduña, San Adrián, Aránzazu y Villarreal de Álava, y se enfrentó a la expedición del brigadier Basilio García en Arauzo de Miel (Burgos), el 27 de julio. Su heroico comportamiento mereció que, por Real Orden de 16 de noviembre de 1844, se le otorgase la Cruz de San Fernando de 2.ª clase, laureada, tras haber ordenado S. M. la Reina, por Real Orden de 5 de abril de 1838, que se le abriese juicio contradictorio con dispensa del plazo fijado por el reglamento, “atendiendo a que por sus buenos antecedentes militares era acreedor a su soberana consideración”; antes de finalizar el año recibió la Cruz de Isabel la Católica.
En 1837 se enfrentó a los carlistas en Sopuerta y Galdames, Oriamendi, Hernani y Andoain; combatió más tarde a la expedición de Don Carlos en las provincias de Guadalajara, Madrid y Burgos, hasta obligarla a pasar el Ebro.
Al siguiente año fue nombrado por elección capitán de la Compañía de Carabineros de la Guardia Real Provincial y a continuación se le concedieron cuatro meses de licencia para restablecer su quebrantada salud.
Una vez repuesto, se le premió en 1839 con el ascenso a primer comandante por méritos de guerra, tras lo que tomó parte en la toma de los fuertes de Ramales y Guardamino. Posteriormente pasó al Ejército de Aragón.
En 1840 participó en la toma del fuerte de Castellote y en la de la plaza de Morella, del 20 al 30 de mayo, por lo que recibió una nueva Cruz de San Fernando de 1.ª clase, que le fue permutada en enero de 1841 por el grado de coronel de Infantería.
Finalizada la toma de Morella se trasladó a Zaragoza conduciendo prisioneros de guerra y marchó desde allí a Torija con su batallón para recibir y escoltar a S. M. la Reina y Real Familia hasta Barcelona y de esta plaza a la de Madrid en el mes de agosto.
Ya en la capital, permaneció dando servicio a Palacio, hasta que a consecuencia de los sucesos del 7 de octubre de 1841, pasó a la situación de excedente y se le fijó residencia en Cádiz, situación en que permaneció hasta que, en 1843, fue destinado como supernumerario al Regimiento de Valencia.
En los meses de junio y julio de 1843 tomó parte en el alzamiento nacional de Sevilla y en la defensa de esta plaza; recibió en premio la tercera Cruz de San Fernando de 1.ª clase. Antes de terminar el año obtuvo el ascenso a teniente coronel y el mando del Batallón Provincial de Madrid, con el que en 1844 marchó a Teruel y al año siguiente prestó servicios en Calatayud, Zaragoza, Navarra y Castilla la Vieja.
Disueltos los Cuerpos provinciales en 1846, fue destinado al Regimiento de Reserva n.º 13, del que al año siguiente pasó al n.º 11 y en 1848 a mandar el nuevamente creado Batallón Provincial de Madrid, con el que en los meses de marzo y mayo combatió los movimientos revolucionarios de la capital y mereció el ascenso a coronel por méritos de guerra.
Tras pasar los cuatro años siguientes en situación de reemplazo, en junio de 1852 se le concedió el mando del Regimiento de Iberia, de guarnición en Gerona, en el mes de diciembre el ascenso a brigadier por gracia especial, y en junio del año siguiente pasó a la situación de cuartel.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. C-4086.
J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. I, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.
José Luis Isabel Sánchez
