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Francisco Pueyo Ayneto

Biografía

Pueyo Ayneto, Francisco. Almunia de San Juan (Huesca), 14.XII.1900 – Teruel, 30.V.1938. Militar y caballero Laureado de San Fernando.

Fue el tercero de los doce hijos de José Pueyo López y de María Ayneto Baldellou, agricultores. Estudió con gran aprovechamiento en el Colegio del Salvador, de Zaragoza, e ingresó en septiembre de 1918 en la Academia de Infantería, de la que salió tres años más tarde con el empleo de alférez y destino en el Batallón de Cazadores de Barcelona, del que en noviembre fue trasladado al Regimiento de Aragón, de guarnición en Zaragoza, residiendo en esta plaza hasta que en 1922 marchó con uno de los batallones de su Cuerpo a Marruecos, participando en diversos servicios de campaña. Más tarde pasó al Regimiento del Serrallo, con el que combatió en diferentes lugares durante ese año y los siguientes.

En 1925 pasó agregado a Regulares de Tetuán, siendo citado como “distinguido” por las operaciones realizadas en el territorio de Ceuta-Tetuán.

Con la columna del general Saro participó en el desembarco de Alhucemas, ocupando una línea avanzada frente al fuego constante del enemigo. Tras intervenir el 23 de septiembre en la ocupación del monte Malmusi, yendo el 1 de octubre a la cabeza de su compañía, la 3.ª del 1.er Tabor, apoyando al 2.º Tabor del mismo grupo, que había realizado la ocupación de Amekran con toda normalidad, ante un rápido contraataque enemigo desplegaron dos secciones de su Compañía, quedándose él con la suya en reserva.

Por la violencia del enemigo y el gran número de bajas que hacía, hubo un momento de vacilación, retrocediendo la fuerza y abandonando su emplazamiento, por lo que el teniente Pueyo, ante la inminencia del peligro que ello significaba, desplegó rápidamente su sección, que, con extraordinaria decisión, ocupó dicho emplazamiento y con fuego de fusil y granadas de mano contuvo al enemigo, ya muy próximo, teniendo desde el primer momento bajas y continuando la defensa del puesto, no obstante haber sido herido primero en la cabeza y después en el muslo izquierdo, negándose a ser evacuado por considerar que en aquellos momentos tenía que seguir al mando de la sección.

Para desalojar al enemigo de sus ventajosas posiciones se le mandó avanzar, y cuando a ello se decidía, animando a su tropa con su ejemplo, fue nuevamente herido, pero rechazando a unos soldados que trataban de retirarlo de la línea de fuego continuó al frente de su tropa hasta que perdió el conocimiento, que recuperó cuando, ya curado, se le transportaba en una camilla al Hospital de Morro Nuevo.

El comportamiento heroico demostrado le valió la Cruz Laureada de San Fernando, que le sería concedida por Real Orden de 19 de julio de 1929, recibiendo también el ascenso a capitán por méritos de guerra. El 6 de octubre siguiente asistió a la entrega de banderas a los Batallones de Cazadores, siéndole impuesta en este día la Cruz Laureada.

Con el empleo de capitán, continuó en Regulares de Tetuán, hasta 1931, en que volvió a la Península destinado al Regimiento n.º 22, en Zaragoza, de donde en 1934 pasó al Regimiento de Carros n.º 2, en la misma ciudad, en la que el 14 de abril de 1935 se encontraba presenciando un desfile militar en el paseo de la Independencia cuando aparecieron unos alborotadores a la altura de la plaza de Aragón pretendiendo reventar el acto lanzando tomates y basura, a los cuales se enfrentó a mandobles, en unión de otros militares, disolviendo al grupo, actuación que le valió la imposición de un arresto de treinta días por el capitán general.

El inicio de la Guerra Civil le sorprendió en La Almunia de San Juan (Huesca) incorporándose a su Regimiento en Zaragoza y colaborando en la organización del Tercio de Requetés de Nuestra Señora del Pilar, cuyo mando se le encomendó y a cuyo frente luchó en Calabazares, Farlete y Leciñena.

El 22 de octubre ocupó con su Tercio la ermita de Santa Quiteria (Huesca), siendo protagonista dos días después de un hecho heroico durante la defensa de dichas posiciones ante un ataque enemigo, en el que cayó herido y perdió el sentido, por lo que fue evacuado a un improvisado hospital de campaña establecido en la estación de Almudévar, donde al recuperar el conocimiento animó a otros heridos a que le acompañasen a la ermita, penetrando en ella y contraatacando con el resto de sus hombres, hasta conseguir rechazar a los atacantes. Por su intervención en esta acción fue ascendido a comandante y propuesto para una segunda Cruz Laureada.

Tras recuperarse en Zaragoza, a principios de 1937 se trasladó al mando del Tercio al Sector de Huesca, volviendo a ocupar Santa Quiteria y guarneciendo en el mes de junio posteriormente las posiciones de Mediana, Puebla de Albortón y Belchite, y días más tarde las de Sabiñánigo y Senegüé (Huesca), haciéndose cargo en julio del Sector de Bueña y del mando de la 2.ª Media Brigada de la Brigada Móvil y a continuación de la 3.ª y 1.ª Media Brigada de la 2.ª Brigada de la División 53.

En marzo de 1938 fue puesto al frente de una agrupación en el frente de Teruel, con la que tomó los pueblos de Almonacid de la Cuba, Vinaceite, Azaila y la estación y depósitos de agua de Caspe, resultando herido en esta última acción y siendo evacuado, pero a los pocos días se incorporó a su unidad en Masalcorreig (Lérida), hallándose en la toma de Serós y Aitona (Lérida), y Cedrillas (Teruel), iniciando el 30 de mayo el avance sobre el Vértice Canalizo, durante el que cayó herido en el vientre en los primeros momentos de la operación, falleciendo enseguida.

En la Seo de Zaragoza se expuso durante unos días su capilla ardiente, siendo enterrados sus restos en el Cementerio de Torrero. Al fallecer soltero, la pensión de la Cruz Laureada pasó a sus padres, que residían en Zaragoza, ciudad que dio el nombre de “Tte. Coronel Pueyo” a una de sus calles, que lo mantiene actualmente; también le dedicó otra con igual nombre la localidad de Almudévar, pero en 1975 desapareció de su callejero.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. P-2890.

J. M.ª Gárate Córdoba (dir.), España en sus héroes: historia bélica del siglo XX, Madrid, Ornigraf, 1969; J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. I, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.

 

José Luis Isabel Sánchez