Valdés Martel, José. Madrid, 20.XI.1892 – Marruecos, 8.X.1924. Militar y caballero de la Orden de San Fernando.
Fueron sus padres José Valdés Rubio, catedrático de Derecho Penal de la Universidad Central, y Teresa Martel González. Ingresó a los quince años en la Academia de Infantería, siendo en 1910 promovido al empleo de segundo teniente y destinado al Regimiento de Melilla, con el que entró en operaciones.
En septiembre de 1911 participó en los duros combates de Talusit e Ishafen y más tarde en los de Beni bu Gafar y Beni Salem, siendo recompensado con una Cruz roja al Mérito Militar. Al año siguiente combatió en las Lomas de Sammar, Tumiat y Río Martín, siendo ascendido a primer teniente en propuesta extraordinaria y trasladado al Regimiento de Covadonga, del que enseguida pasó a servir en el Tabor de Arcila, con el que luchó en las acciones de Aonzar, Xarquía, Arbaua, Seguedla y otras.
En 1914 se le encomendó el mando de la vanguardia de la columna del comandante Saliquet, con la que intervino en la ocupación de Kesiba, participando también en operaciones con las columnas del comandante Berenguer y del teniente coronel García Trejo, hallándose con esta última en la ocupación de Sidi Buhaya.
Siendo frecuentes las agresiones a convoyes y correos procedentes de Tánger por parte de un grupo rebelde situado sobre unas lomas que dominaban el vado de Xarf el Hamán, se autorizó al general Fernández Silvestre a establecer una serie de fortines que dominasen dicho vado. El 13 de septiembre se formó una columna al mando del coronel Martín Sedeño, de la que formaba parte el Tabor de Arcila, al mando del teniente coronel Berenguer, encomendándosele a su sección la extrema vanguardia, con la misión de perseguir al enemigo una vez tomado Xarf el Haman.
Cumplida la primera parte de la misión, inició la persecución hacia el río Quebir, pero fue detenido su avance al recibir un intenso fuego desde las posiciones muy ventajosas ocupadas por el contrario en un acantilado, lanzándose a la conquista de ellas mediante un envolvimiento por la retaguardia y un ataque a la bayoneta por el frente, siendo uno de los tres primeros que entraron en la posición, tenazmente defendida, consiguiendo apoderarse de ella y hacer veinticinco prisioneros, resultando herido leve durante la lucha cuerpo a cuerpo.
Por las acciones en las que intervino en este año fue recompensado con la Cruz de María Cristina, iniciándose un expediente de juicio contradictorio por la acción de Xarf el Hamán, que daría lugar a la concesión de la Cruz de San Fernando de 1.ª Clase por Real Orden de 27 de junio de 1918.
Antes de finalizar 1914 fue destinado al Grupo de Fuerzas Regulares de Larache, en cuyas filas luchó en Cudia Riva y Regaia, mereciendo al año siguiente el ascenso a capitán por méritos de guerra y una segunda Cruz de María Cristina.
En el mes de marzo de 1915 se hizo cargo del mando de la 2.ª Compañía, estando a las órdenes del teniente coronel Berenguer y el comandante Millán Astray, siendo al año siguiente felicitado en dos ocasiones por su intervención en las acciones de Azib el Hach y Sidi Talha, formándosele juicio de votación para el ascenso al empleo inmediato y concediéndosele una tercera Cruz de María Cristina.
Dispuesto en 1917 a contraer matrimonio, solicitó destino en el Regimiento de Covadonga, de guarnición en Alcazarquivir, pero que muy pronto pasó al cantón de Leganés, en el que al año siguiente le sería impuesta la Cruz de San Fernando.
Cansado de la tranquila vida de guarnición, al recrudecerse en 1919 la Guerra en Marruecos le fue concedido destino en Regulares de Tetuán, interviniendo en un sin fin de acciones y distinguiéndose en muchas de ellas. Antes de terminar el año tomó parte en la ocupación del Fondak de Ain Yedida y Dar Xaui, siendo a continuación destinado a las Tropas de Policía Indígena de Ceuta, tomando el mando de la Mía de Malalién. En ese año fue recompensado con otra Cruz roja al Mérito Militar, consiguiendo otra al siguiente.
En 1922 fue citado como “Distinguido” en el combate de Kerikera, ganó una nueva Cruz roja al Mérito Militar y pasó destinado al mando del 2.º Tabor de la Mehalla de Tafersit, consiguiendo al poco tiempo el ascenso a comandante por méritos de guerra.
En julio de 1923 solicitó destino en El Tercio, concediéndosele el mando de la 3.ª Bandera, en Uad Lau. Su primera acción de guerra con él fue la de las Peñas de Haiat, adonde acudió en auxilio de un tabor de Regulares, siendo su actuación tan destacada que fue propuesto para el ascenso al empleo de teniente coronel y recibió una felicitación del ministro de la Guerra.
Reclamado por el jefe de la Legión, el teniente coronel Franco, tuvo que marchar a Ceuta, donde intervino en la creación de la revista Tropas Coloniales, de la que fue redactor jefe, y que más tarde cambiaría su nombre por el de África. Una vez en funcionamiento la revista se le concedió el mando y organización del Harka de Abd el Malek, a la que se incorporó en Midar y a la que más tarde lo harían los capitanes Muñoz Grandes y el bilaureado Rodríguez Bescansa.
A pesar de no estar todavía el harka en condiciones de combate, el 5 de octubre de 1924 se le ordenó incorporarse a la columna del coronel Ovilo, que tenía la misión de socorrer la posición de Bujarrax, formando parte de la vanguardia de la misma. Previamente se tomó Cudia Amegar, pero durante una reacción ofensiva del enemigo cayó uno de sus capitanes, lo que produjo el retroceso de la tropa, teniendo que intervenir fusil en mano para evitar la retirada, momento en el que le alcanzó un disparo en el vientre, lo que no le impidió sacar fuerzas de flaqueza para ordenar el repliegue y así evitar el desastre. Conducido al hospital de Tetuán, fallecería a los pocos días, siendo enterrado su cuerpo en el cementerio de esta ciudad.
Estuvo casado con Ana Cavanna Benito, con la que tuvo tres hijos, siguiendo el varón la carrera militar en el Arma de Caballería. La Cruz de San Fernando que lució este bravo infante se encuentra depositada en el Museo del Ejército. Fueron seis hermanos, de los que dos siguieron la vida militar, Juan, que se retiró con la ley de Azaña y volvió al servicio para mandar durante la Guerra Civil el 6.º Tabor de Regulares, muriendo en acción de guerra en el Pingarrón; y Pedro, que resultó herido en la cabeza durante las campañas de Marruecos, fue aviador y se retiró con el empleo de coronel.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. B-202.
J. M.ª Gárate Córdoba (dir.), España en sus héroes: historia bélica del siglo xx, Madrid, Ornigraf, 1969; J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. II, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.
José Luis Isabel Sánchez