López de Letona y Lamas, Antonio. Sevilla, 20.VII.1821 – Madrid, 16.IX.1884. Teniente general, senador, diputado, gobernador civil de varias provincias.
Tuvo su ingreso en el Ejército en agosto de 1833 como cadete en el Regimiento de Caballería de Albuera, 5.º de Ligeros, pudiendo distinguirse en su biografía tres aspectos: militar, político y literario.
A partir del 1 de enero de 1836 tomó parte en las operaciones militares contra los carlistas llevadas a cabo por el ejército del Norte, distinguiéndose en varias acciones de guerra y ascendiendo a alférez en 1838 (con antigüedad de abril de 1836) y a teniente en diciembre del mismo año, pasando al Regimiento de Castilla, 6.º de Caballería, hasta final de noviembre de 1841, en que causó baja por haber emigrado a Francia a consecuencia de su participación en los sucesos de octubre de 1841, con el intento de secuestro de Isabel II.
En junio de 1843 se presentó a indulto en Barcelona, siendo nombrado ayudante de campo del comandante general de la provincia de Tarragona. En abril de 1844 fue destinado al Regimiento de Sagunto, 15.º de Caballería, en Barcelona, tomando parte en el sometimiento de las localidades catalanas que se levantaron en el mes de julio, obteniendo el grado de capitán con antigüedad de agosto de 1843.
En enero de 1846 marchó al Regimiento de la Reina, 1.º de Lanceros, y en agosto de 1847 ascendió a capitán, siendo destinado al Regimiento de Cazadores de María Cristina y, posteriormente, en octubre, al Regimiento del Rey.
Se halló en los sucesos que tuvieron lugar en Madrid en la noche del 26 de marzo y en la madrugada del 7 de mayo de 1848; en recompensa del mérito que contrajo se le concedió el grado de comandante y una Mención Honorífica. Este mismo año obtuvo el grado de teniente coronel.
En agosto de 1849 fue destinado a la Dirección General de Caballería y en abril de 1850 fue nombrado ayudante de campo del capitán general de Cataluña; en enero de 1851 ascendió a comandante; en septiembre de 1852 obtuvo el grado de coronel; y en diciembre de 1853 quedó de reemplazo.
En junio de 1854 se adhirió al alzamiento nacional asistiendo, el día 30, a la acción de Vicálvaro, por lo que se le concedió el empleo de teniente coronel y en julio el de coronel. También se halló en los sucesos ocurridos en Madrid los días 14, 15 y 16 de julio de 1856 y, en recompensa del mérito que contrajo, se le concedió una Cruz de San Fernando de 1.ª Clase (no laureada).
En septiembre de 1859 ascendió a brigadier y fue destinado a la isla de Cuba, donde se le nombró gobernador político de La Habana; en mayo de 1860 pasó a comandante general del departamento Oriental; y en agosto de 1862 regresó a la Península por su mal estado de salud. En febrero de 1863 fue nombrado gobernador civil de la provincia de Valencia; en marzo fue trasladado a la de Granada; y en abril presentó la dimisión. En marzo de 1864 fue nuevamente designado gobernador civil, esta vez de La Coruña; y en agosto fue trasladado a Cádiz, volviendo a dimitir en septiembre. En junio de 1865 fue nombrado subsecretario del Ministerio de Ultramar, de cuyo destino volvió a hacer renuncia: esta vez en diciembre. En octubre de 1868 ascendió a mariscal de campo y se le nombró subsecretario del Ministerio de la Guerra; hasta enero de 1869 en que fue destinado otra vez a Cuba y nombrado, al llegar a la isla, comandante general de Operaciones de la jurisdicción de Villaclara, en donde logró dominar la insurrección. Poco después, con igual cargo, pasó al departamento Central donde prestó distinguidos servicios para restablecer la normalidad. Renunció a dichos cargos y regresó a la Península en abril, siendo nombrado comandante general en comisión de la provincia de Málaga con objeto de desarmar a su milicia y restablecer la ley, cesando en dicho destino el 10 de noviembre.
En enero de 1870 fue nombrado capitán general de Galicia, hasta fin de año, en que pasó a consejero del Consejo Superior de la Guerra, hasta marzo de 1872, en que fue relevado con motivo de unas declaraciones políticas en favor del príncipe Alfonso, hechas en un periódico. En abril fue nombrado para el mando de una división del ejército del Norte, batiendo a las fuerzas carlistas y siendo promovido por ello, en 1874 (con antigüedad de 1872), al empleo de teniente general y designado jefe del Estado Mayor del Ejército; cargo que ostentó hasta el 21 de junio, en que el cambio de la situación política determinó su dimisión. En 1873, al proclamarse la República, emigró a Francia; de donde regresó al constituirse el Gobierno de Castelar, siendo nombrado —en enero de 1874— director general de Caballería y en febrero se le encargó el mando del 1.er Cuerpo de Ejército, logrando la liberación de Bilbao y siendo recompensado con la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo. En junio, nuevamente por causa de su salud, presentó la dimisión de su cargo.
En julio fue nombrado capitán general de Baleares y en septiembre se le trasladó, con el mismo cargo, a Valencia. En octubre se le aceptó la dimisión, originada por el nombramiento del general Jovellar como general en jefe del ejército del Centro y estimar innecesaria la presencia de dos generales en un mismo distrito. El mismo día se le nombró capitán general de Aragón, puesto del que fue relevado pocos días después.
El origen de este relevo fue la causa que se le instruyó por atribuírsele (fundadamente, al parecer) la publicación de un folleto titulado Las guerras y la Constitución del País, por un General conservador, cuyas ideas en favor de la restauración monárquica consideró peligrosas el Gobierno, confinándole en noviembre en Soria. Con la restauración de Alfonso XII se le llamó a Madrid, se le nombró director general de Caballería en enero de 1875 y, poco después, se le concedió la llave de gentilhombre de Cámara de Su Majestad el Rey. A mediados de febrero de 1881 quedó de cuartel hasta abril de 1884, cuando fue nombrado presidente del Consejo de Redenciones y Enganches, cargo que ejercía cuando falleció en Madrid el 16 de septiembre.
Era senador del reino y había sido diputado en varias legislaturas. Además, desde los primeros años de su carrera, se distinguió por su afición a los estudios militares. En 1857 publicó un artículo en la Asamblea del ejército, titulado “Estudios críticos sobre el estado militar de España. Quintas. (Fragmentos de una obra inédita)”, que mucho después se publicó como libro; otro libro suyo fue Isla de Cuba, reflexiones sobre su estado social, político y económico, su administración y gobierno. Fue colaborador, redactor y director de la Revista Militar en la que insertó varios artículos. Además, publicó gran cantidad de artículos y trabajos bajo el seudónimo Un oficial de fila o con las iniciales A. de L. o anónimos sobre diferentes materias militares o político-militares.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. L-1007.
“Necrología. El Teniente General D. Antonio López de Letona”, en Revista Científico-Militar (abril-noviembre de 1884), págs. 669-672.
Antonio Bellido Andréu
