López Pozas, Pío. Orihuela (Alicante), 7.IV.1871 – Paracuellos del Jarama (Madrid), 7.XI.1936. Teniente general y caballero laureado de San Fernando.
Fueron sus padres el capitán de Infantería José López González y Dolores Pozas y Fernández de Luna. Ingresó en la Academia General Militar en agosto de 1888, siendo promovido al empleo de 2.º teniente de Infantería en marzo de 1892 y destinado al Regimiento de Baleares, al que se incorporó en Madrid.
En marzo de 1893 fue destinado al Ejército de las islas Filipinas, llegando en el mes de mayo a Manila, donde pasó a servir en el Regimiento de Visayas, del que en diciembre se le trasladó al de Joló, embarcándose para unirse a su compañía, que se encontraba en Momungán (Mindanao).
El 5 de marzo de 1894 asistió a la toma de las cotas de Cabasarán, donde recibió una herida leve de bala en el muslo derecho, y el 27 intervino en la defensa de Pantar y en los combates que durante los días siguientes tuvieron lugar en sus inmediaciones, siendo recompensado por todo ello con el ascenso a primer teniente por méritos de guerra.
El 9 de julio combatió contra los moros de la Laguna de Lanao en el camino de Momungán a Pantar, recibiendo durante la acción dos heridas graves de arma blanca y otras dos de pronóstico reservado, teniendo que ser trasladado a Manila para atender a su curación. Sometido este hecho al preceptivo juicio contradictorio exigido por el reglamento de la Orden de San Fernando, le sería concedido por Real Orden de 24 de abril de 1895 la Cruz de San Fernando de 2.ª Clase, laureada, junto con el empleo de capitán por méritos de guerra.
En esta misma acción ganaría también la Cruz de 2.ª Clase el 1.er teniente Juan Martín Camisilla, que mandaba la vanguardia y que, al ser baja el capitán, se hizo cargo del mando de todas las fuerzas, así como el cabo Gervasio Herrera Somonte, quien al observar durante la lucha que el 1.er teniente Pío López Pozas se encontraba caído en tierra peleando con un enemigo, acudió, sin dudarlo, rápidamente en su auxilio y se deshizo con un culatazo de su oponente.
En septiembre de 1895 se le concedió un año de licencia en la Península para reponerse de sus heridas, siendo dado de alta al año siguiente en el Regimiento de Asturias y destinado por gracia especial a la Escuela Superior de Guerra, pero muy pronto solicitó y cubrió vacante en el Regimiento Expedicionario de Cuenca, con el que embarcó hacia la isla de Cuba, donde a su llegada salió de operaciones de campaña por la provincia de Matanzas.
A lo largo de 1896 y 1897 mantuvo constantes combates contra el enemigo, siendo recompensado con cuatro Cruces rojas al Mérito Militar. En junio del último año disfrutó de dos meses de licencia por enfermo y al término de los cuales fue agregado al Regimiento de Borbón. Por su destacada intervención en los combates de Raíz de Jobo y Montes Prendes, los días 12 y 14 de septiembre de 1896 recibió como premio en septiembre del año siguiente el ascenso a comandante, pasando destinado un mes después al Batallón de Cazadores de Las Navas.
Durante 1898 recibió otras dos Cruces rojas al Mérito Militar como reconocimiento a su valor, continuando en operaciones hasta que en el mes de diciembre fue abandonada la isla.
A su llegada a la Península recibió una nueva Cruz roja al Mérito Militar y una Cruz de María Cristina en premio a hechos anteriores, pasando a disfrutar dos meses de licencia e incorporándose en el mes de marzo a su Batallón en Vitoria.
En agosto de 1899 pasó a la situación de excedente, en la que permaneció hasta que en agosto de 1901 fue colocado en el Regimiento de León, al que se incorporó en Leganés y en el que prestó servicio hasta que en agosto de 1904 fue destinado a la Inspección General de las Comisiones Liquidadoras del Ejército.
En mayo de 1906 pasó del Batallón de Reserva de Toro al Regimiento de Toledo y en abril del año siguiente obtuvo el empleo de teniente coronel, siendo poco después destinado al mando del 1.er Batallón del Regimiento de Wad Ras, con el que en agosto de 1909 se trasladó a Marruecos, combatiendo en el Barranco del Lobo, Tahuima, Nador y Beni bu Ifrur, ganando en estas acciones dos Cruces rojas al Mérito Militar. En mayo de 1910 embarcó hacia España para hacerse cargo de la Mayoría de su Regimiento, cargo en el que cesaría un año después al confiársele el mando del Batallón de Cazadores de Madrid.
En 1913 volvió a luchar en Marruecos, obteniendo el 11 de junio el ascenso a coronel por sus méritos en el combate librado para la ocupación de Laucien, en el que resultó herido, teniendo que ser evacuado a Tetuán y declarado más tarde en situación de reemplazo por herido, en la que se mantuvo hasta que en agosto de 1914 se le encomendó el mando del Regimiento del Rey, en el que causó baja en junio de 1918 por haber sido promovido al empleo de general de brigada, haciéndose cargo a continuación del Gobierno Militar de Segovia. En junio de 1921 fue designado para formar parte de la comisión de generales nombrada para visitar los campos de batalla de Francia en la pasada Guerra Mundial.
En julio de 1922 fue ascendido a general de división, ejerciendo, sucesivamente, diversos mandos y cargos: gobernador militar de Tenerife, La Coruña y Madrid, y jefe de las divisiones 15.ª y 1.ª.
Se le concedió el empleo de teniente general en 1927 y fue puesto al frente de la Capitanía General de la 6.ª Región Militar, haciéndose cargo tres años después de la Jefatura de la Casa Militar de Su Majestad el Rey y de la Comandancia General de Alabarderos, cargo en el que cesó al llegar la República, pasando a la situación de disponible en Madrid, en la que se encontraba al iniciarse la Guerra Civil.
Apresado y encerrado en la cárcel de San Antón al iniciarse la contienda, fue trasladado y fusilado en Paracuellos del Jarama por milicianos del Frente Popular.
Estuvo casado con María de la Soledad Creus Mussió. Poseía las Grandes Cruces de San Hermenegildo (1925) y al Mérito Militar (1921), así como la de la Orden del Sol Naciente de Japón. Además de la Cruz laureada de la Orden de María Cristina y la Medalla de Sufrimientos por la Patria, durante su vida militar recibió diez Cruces rojas al Mérito Militar. Actualmente conserva su nombre una de las calles de la ciudad de Madrid.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Secc. 1.ª, leg. L-1716.
J. L. Isabel Sánchez, Caballeros de la Real y Militar Orden de San Fernando. Infantería, t. I, Madrid, Ministerio de Defensa, 2001.
José Luis Isabel Sánchez