Ribera, Andrés de. Señor de Fuentes de Valdepero. ?, s. m. s. XV – p. t. s. XVI. Alcaide de Burgos.
Andrés de Ribera sustituyó a su padre Diego de Ribera al frente de la alcaidía de Burgos el 9 de julio de 1476. En este momento la situación dentro de la ciudad era todavía inestable, por lo que los Reyes Católicos le asignaron una elevada cuantía para el mantenimiento, guarda y reparación de la plaza. La suma ascendía a más de 350.000 maravedís anuales, que se recaudaron a partir de diversas rentas.
Al asumir la tenencia de Burgos, Andrés de Ribera también se hizo cargo de la pacificación de la ciudad.
Durante este período, que duró aproximadamente hasta 1481, compaginó el oficio de alcaide con la alcaldía mayor de la ciudad. Este oficio le proporcionó amplias facultades para influir en el gobierno urbano y sobre todo para actuar como mediador en disputas entre vecinos o para llevar a cabo pesquisas en relación con ciertas personas y mercaderes que realizaban usuras en la ciudad, cuyos resultados debía luego remitir al Consejo.
A partir de 1480 las cuantías asignadas a Ribera para el mantenimiento del castillo de Burgos descendieron considerablemente coincidiendo con la mayor estabilidad interior del Reino de Castilla. En 1481 fue nombrado asistente, cargo que desempeñará al menos hasta 1490. En calidad de asistente de Burgos, Andrés de Ribera participó en diversos asuntos relacionados con la reclamación de bienes; asimismo, intervino en las apelaciones de los alcaldes, en cuestiones relativas a los judíos, en demandas judiciales, en la protección de bienes particulares y en la resolución de pleitos de diversa índole.
Durante la última década del siglo XV, Andrés de Ribera se vio involucrado en un largo pleito por los bienes y herencia de los condes de Santa Marta, a los cuales su esposa, Constanza Sarmiento, alegaba derechos.
Finalmente, en 1497 se ordenó la ejecución de una sentencia a favor de Constanza y en contra de la condesa de Santa Marta, según la cual la villa de Fuentes de Valdepero, que había permanecido en secuestración durante la duración del pleito, le fue devuelta junto con otros bienes.
Ribera permaneció al frente de la alcaidía de Burgos hasta agosto de 1506, fecha en que Felipe I ordenó su entrega a Juan Manuel, señor de Belmonte y uno de sus más firmes colaboradores. Tras el regreso de Fernando el Católico en 1507, el castillo burgalés no se restituyó al antiguo alcaide, sino que el Monarca prefirió entregarlo a personajes con un marcado perfil militar ya que se hallaba en el punto de mira del partido anti-fernandino.
Bibl.: M. C. Castrillo Llamas, La tenencia de fortalezas en la Corona de Castilla: relaciones de poder entre monarquía, nobleza y ciudades. Siglos XIII-XV, Madrid, Universidad Complutense, 2003, págs. 1393-1395.
María Concepción Castrillo Llamas