Balcázar Granda, Alfonso. Barcelona, 2.III.1926 – Sitges (Barcelona), 28.XII.1993. Director, productor y guionista cinematográfico.
Hijo de un peletero de origen vallisoletano que había hecho fortuna en Barcelona, en 1950 decide abandonar el próspero negocio familiar para dedicarse a la producción cinematográfica con su hermano Francisco. La nueva actividad se inauguró con la financiación de Catalina de Inglaterra (1951), película que estuvo a punto de no poderse terminar por quiebra de la productora original y a la que siguieron algunos títulos de modesto presupuesto y vocación claramente comercial, como la comedia futbolística Once pares de botas (1954). A mediados de la década comenzaron las coproducciones con países europeos y con México, aunque aquí conviene advertir que desde el punto de vista administrativo eran operaciones no del todo “transparentes”, en el sentido de que, por ejemplo, en los créditos no se aludía a los productores mexicanos o se creaban empresas francesas o italianas que, en el fondo, eran simples sucursales de Balcázar en París (Jam Films) o Roma (Enalpa). Progresivamente Alfonso fue delegando las tareas productivas en su hermano para dedicarse a la dirección, debutando en 1959 con La encrucijada, un drama sobre la Guerra Civil que ofrecía una visión del conflicto relativamente imparcial y sin excesivas concesiones a la propaganda de los vencedores. Como Alfonso era consciente de que carecía de la adecuada formación profesional, desde el primer momento se rodeó de un equipo de eficientes colaboradores, sobre todo guionistas como Miguel Cussó o José Antonio de la Loma y ayudantes como Paco Pérez-Dolz o el italiano Romolo Guerrieri.
A raíz del incendio que destruyó los estudios Orphea, los más grandes y mejor dotados de Barcelona, los Balcázar tomaron una importante decisión: construir unos estudios totalmente equipados en Esplugues de Llobregat para iniciar un ambicioso plan de coproducciones. Adelantándose al éxito de Sergio Leone, supieron ver el futuro del western en Europa y complementaron los estudios con un poblado del Far West que diseñó en su integridad su escenógrafo habitual, Juan Alberto, y que pronto se conocería como Esplugas City. El primer western, Pistoleros de Arizona, fue dirigido por Alfonso con espléndidos resultados: se vendió muy bien en el extranjero y fue pieza clave para cimentar la fama del actor Fernando Sancho, que a partir de otra producción de Balcázar, Una pistola para Ringo (dirigida por el italiano Duccio Tessari), se convirtió en una gran estrella en Italia. En general, los westerns rodados por Alfonso son menos violentos que los italianos, con personajes más humanos y referencias a los modelos hollywoodianos, como es el caso de Clint el solitario, directamente inspirado en Raíces profundas (Shane, 1953).
Obligado por una normativa ministerial a destruir Esplugas City, Alfonso dinamitó e incendió el poblado en la realidad y en la ficción de Le llamaban Calamidad, su último western. Su única incursión fuera del género en estos años fue Con la muerte a la espalda, un digno espectáculo de espionaje y acción en la onda de los films de James Bond, que tuvo la peculiaridad de ser rodado en 3-D, si bien en España sólo se exhibió en versión “plana”. En las copias distribuidas en el extranjero de algunas películas se atribuyó la dirección a Alfonso de forma caprichosa, por ejemplo en 4 dólares de venganza (1965), que fue dirigida por su hermano Jesús, o El yankee (1966), al no querer firmar el italiano Tinto Brass por divergencias con el montaje final; a cambio, en El retorno de Clint el solitario, que fue dirigida en gran parte por Alfonso tras abandono de Pedro L. Ramírez, constaba como realizador el protagonista George Martin (seudónimo de Francisco Martínez Celeiro).
En la década de 1970, las actividades productivas de Balcázar entraron en crisis y las películas de Alfonso (que ya utiliza, habitualmente el seudónimo Al Bagran o I. Albagran) se hacen más adocenadas, a pesar de un intento de cambiar de registro con un film de terror, La casa de las muertas vivientes. Algunas desgracias personales (desaparición en la India de una hija de Alfonso, muerte en dramáticas circunstancias de Francisco en México) dieron la puntilla a las actividades fílmicas de Balcázar: los estudios cerraron en 1973 y la productora se declaró oficialmente en quiebra en 1988. Las últimas películas de Alfonso fueron unos subproductos de corte erótico producidos por una empresa creada para la ocasión: J.B. Films.
Aunque su nombre aparezca en muchos títulos como guionista, en la mayor parte (especialmente las coproducciones) fue sólo por motivos administrativos.
Obras de ~: Dir. en: La encrucijada, 1959; Sueños de mujer, 1960; ¿Dónde vas triste de ti?, 1960; Los castigadores, 1961; Solteros de verano, 1961; Al otro lado de la ciudad, 1962; con F. Pérez-Dolz, La bella Lola, 1962; Cena de matrimonios, 1963; Piso de soltero, 1964; Pistoleros de Arizona, 1964; ¡Que viva Carrancho!, 1965; Doc, manos de plata, 1965; Dinamita Jim, 1966; Clint, el solitario, 1967; Con la muerte en la espalda, 1967; Sonora, 1968; La casa de las muertas vivientes, 1971; El retorno de Clint el solitario, 1972; Le llamaban Calamidad, 1972; Las juergas de “El Señorito”, 1972; Los inmorales, 1974; Las primeras experiencias, 1975; Deseo, 1976; Las colegialas lesbianas y el placer de pervertir, 1982; Las viciosas y la menor, 1982; Julieta, 1983; La ingenua, la lesbiana y el travesti, 1983; El marqués, la menor y el travesti, 1983.
Bibl.: E. Riambau, “Balcázar, Alfonso”, en J. L. Borau (dir.), Diccionario del cine español, Madrid, Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas-Alianza Editorial, 1998, págs. 107-108; A. Martínez Torres, Diccionario Espasa del cine español, Madrid, Espasa Calpe, 1999; J. C. Rentero, Diccionario ilustrado de directores, Madrid, JC Clementine, 2002; R. de España y S. Juan, Balcázar Producciones Cinematográficas: Más allá de Esplugas City, Barcelona, Publicacions de la Universitat de Barcelona, 2005.
Rafael de España Renedo
