Gómez de Somorrostro y Martín, Andrés. Segovia, 28.XI.1816 – 20.III.1894. Canónigo, comendador, predicador real e historiador.
Hijo de Manuel Gómez de Somorrostro y Martín Sedeño, técnico de la Maestranza de Artillería, y de Antonia Martín-Sedeño y Martín de Álvaro; sobrino, por lo tanto, del homónimo doctor Gómez de Somorrostro, canónigo de Segovia y notable historiador del acueducto y antigüedades romanas. Estudió Humanidades en las Escuelas Pías de Archidona (Málaga) y Getafe (Madrid) y después en el seminario de Segovia, y se ordenó de sacerdote. Cura ecónomo de Duruelo en 1839, y de Milagros en 1843, pasó en 1846 al Real Sitio de San Ildefonso como capellán de una obra pía, y más tarde fue canónigo de aquella colegiata. En 1849 fue nombrado ayuda de oratorio del Rey consorte, y desde 1853 lo fue de la Reina madre, sirviéndola poco más tarde como capellán de honor y confesor. Doctor en Teología por la Universidad Central en 1852, fue nombrado por la Reina, en 1853, canónigo de la catedral de Segovia y su primer arcipreste, plaza que sirvió durante más de cuarenta años. La misma bondad regia le hizo poco después caballero de la Ínclita Orden de San Juan de Jerusalén o de Malta, y en 1866 fue elegido correspondiente en Cuéllar de la Real Academia de la Historia. De ideas liberales avanzadas, la Revolución de 1868 le favoreció mucho, confiándole los cargos de conservador del Museo Arqueológico Provincial y vocal de la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de la provincia de Segovia; en abril de 1871 se afilió a la masonería con el nombre simbólico de Plutarco, en diciembre del mismo año fue nombrado comendador de la Real y Distinguida Orden de Carlos III y, por fin, en enero de 1872, fue nombrado predicador de la real capilla, al servicio del rey Amadeo de Saboya. Tras la abdicación del Monarca regresó a Segovia, donde fundó la logia segoviana La Esperanza, de la que fue venerable maestro —con el grado 30— hasta su dimisión por razones de salud en 1878. Entonces se retiró a Cuéllar para atender su decaída salud, pero en realidad porque durante mucho tiempo se apartó de la Iglesia. En 1890 volvió a Segovia, pero el obispo le suspendió como canónigo; entonces retornó voluntariamente al seno de la Iglesia mediante una prolija ceremonia presidida por el prelado diocesano, que tuvo lugar en 1892 y se hizo pública el 16 de febrero de 1894, en la cual abjuró públicamente de todos sus errores masónicos. Murió súbitamente al mes siguiente, dejando en Segovia fama de escritor distinguido, hombre culto y erudito y orador elocuente.
Obras de ~: Oración fúnebre [...]en sufragio de los segovianos que perecieron en defensa de la Ciudad, peleando contra las huestes carlistas, Segovia, Sobrinos de Espinosa, 1855; Discurso que en la solemne función religiosa celebrada en obsequio de Nuestra Señora de la Fuencisla, Segovia, Sobrinos de Espinosa, 1855; Manual del viajero en Segovia, Segovia, Imprenta de Pedro Ondero, 1861; Biografía del Dr. D. Andrés Gómez de Somorrostro, que encabeza la segunda edición de su obra El Acueducto y otras antigüedades de Segovia, Segovia, 1861.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Palacio, Personal, caja 451, exp. 12.
G. M.ª de Vergara y Martín, Ensayo de una colección bibliográfica-biográfica de noticias referentes a la Provincia de Segovia, Guadalajara, 1903, pág. 502; M. Quintanilla, “Historiografía Segoviana”, en Estudios Segovianos, IV (1952), pág. 466; F. López Casimiro, “La logia La Esperanza n.º 96 de Segovia y el Arcipreste de la Catedral Andrés Gómez de Somorrostro”, en Estudios Segovianos, XLIII (2000), págs. 113-153.
Alfonso de Ceballos-Escalera y Gila, marqués de la Floresta
