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Eusebio Zuloaga y González

Biografía

Zuloaga y González, Eusebio. Madrid, 15.XII.1808 – Deusto (Vizcaya), 23.II.1898. Arcabucero de Isabel II, director de la Real Armería.

Hijo del maestro armero Blas Zuloaga Ubera y de Gabriela González, siguió el oficio de su padre, junto al que trabajó desde temprana edad, educándose además con su tío Ramón, maestro examinador, en las Reales Fábricas de Plasencia de las Armas entre los años 1822 y 1827. En este último año volvió a Madrid, donde Blas pidió que a su hijo se le nombrase armero mayor. En 1830 obtuvo una pensión de Fernando VII para viajar a París y perfeccionarse en las artes del metal, estudiando durante un año con el célebre Jean Lepage, arcabucero del emperador. De aquí se trasladó a Saint-Etienne, prestigioso centro armero, en el que siguió ampliando conocimientos durante otro año, para posteriormente trasladarse a París, donde permaneció un año más.

En 1833 regresó a Madrid para trabajar junto a su padre, sustituyéndole al año siguiente como teniente de armero mayor. En 1838, de nuevo consiguió un permiso para perfeccionar conocimientos en el extranjero, visitando establecimientos de Francia y Bélgica durante dos años. Sus trabajos e investigaciones le permitieron hacer una obra de gran calidad y su exposición de Madrid de 1845 fue muy alabada. Además, los adelantos técnicos que había estudiado en el extranjero le sirvieron para innovar en las armas de fuego españolas, adaptando las escopetas de chispa a pistón, introduciendo este método en el armamento del ejército.

Los años de 1848 y 1849 fueron muy fructíferos en sus investigaciones de labores decorativas para armas de lujo y así, introdujo en el primer año la técnica del esmaltado y en el segundo recuperó la tradición del damasquinado, pero superando la antigua técnica del picado a punceta por una nueva que consistía en un fino estriado en el que los surcos se abren con una afilada cuchilla, cuyo resultado es una superficie de oro o plata más perfecta y uniforme.

En 1848, estaba ya en funcionamiento la fábrica de armas que montó en Eibar, solar de los Zuloaga, en la que estuvo con frecuencia y en muchos casos con el apoyo de la Corona, cosa fácil de entender si pensamos que en esa fábrica se debieron producir muchos de los objetos que la Real Casa, así como imitaciones de piezas importantes de la Real Armería como la espada de Francisco I, objeto de grandes elogios. Así, en 1850, consiguió un permiso de un año para elaborar en esa fábrica los objetos que quería presentar a la exposición de Madrid de 1850 y a la de Londres de 1851, en las que consiguió grandes éxitos. Ello se debió a haber conseguido imitar y perfeccionar la antigua técnica del damasquinado, con la que se lograban delicadas decoraciones de oro y plata en toda clase de objetos: armas blancas, de fuego y otros objetos decorativos. De todo ello, quedan obras en diferentes museos, algunas encargadas por la reina Isabel II o el rey consorte Francisco de Asís, como una mesa de hierro para el escritorio de Carlos V que entregó en 1861.

En 1855 participó en la Exposición Internacional de París, en la que obtuvo una Medalla de Honor. También alcanzó un gran éxito en la Exposiciones Internacionales de Bruselas y Londres de 1856, y en la Exposición Internacional de Londres de 1862. En 1856, Eusebio fue nombrado armero mayor, al quedar vacante este puesto por el fallecimiento de su padre Blas Zuloaga. En los años de 1863, 1865 y 1867, de nuevo consiguió permisos para viajar al extranjero, tanto para ampliar conocimientos como para asistir a exposiciones, como la Universal de París de ese último año, en la que volvió a conseguir una Medalla de Honor.

En 1867, puso en manos de su hijo Plácido, al que había enseñado el oficio de las artes del metal, la administración de la fábrica de armas de Eibar, heredándola a la muerte de Eusebio. En los años de la Primera República, su taller de la travesía de Conde Duque de Madrid fue asaltado por las masas y, a pesar de la resistencia de los obreros armados con las espléndidas escopetas finamente decoradas, Eusebio tuvo que entregarlas a los sublevados, con lo que se perdieron importantes obras del arte de la metalistería.

En relación con su vida íntima, Eusebio se casó cuatro veces. De la primera mujer, María Antonia Zuloaga y Larrue, que murió pronto, tuvo tres hijos, de los que el mayor fue Plácido, padre del famoso pintor Ignacio Zuloaga. En 1843, se volvió a casar con María Agustina Zuloaga, hermana de su primera mujer, con la que tuvo dos hijas, Gregoria y Teodora. Al morir su segunda esposa, se casó por tercera vez con Ramona Boneta, en 1847. De este matrimonio nacieron los célebres ceramistas Guillermo, Daniel y Germán. Viudo por tercera vez, contrajo matrimonio de nuevo, a los setenta años de edad, con Dolores de la Prida, de la que tuvo su último hijo, Eusebio Zuloaga, que ejercería la profesión de periodista.

La gran labor de Eusebio Zuloaga como artista, en el campo de las artes del metal y en la cultura de su tiempo, fue reconocida con distinciones y premios como la Gran Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco, caballero de la Legión de Honor Francesa, caballero benemérito de la Orden de Malta y caballero de la Gran Cruz de Isabel la Católica.

 

Obras de ~: Reproducción de la espada del rey Francisco I, Real Armería, Madrid, 1848; Sable, Museum of Art, Filadelfia, 1849; Álbum del Palacio Real de Madrid, c. 1855; Escopeta, Museo Zuloaga, Zumaya, 1855; Mesa para el escritorio de Carlos V, Real Armería, Madrid, 1861; Daga, Museo del Ejército, Toledo; Escopeta del general Zabala, Museo de Armería, Álava.

 

Bibl.: J. Marchesi, Catálogo de la Real Armería, Madrid, Aguado, 1849; J. Crooke y Navarrot, conde de Valencia de Don Juan, Catálogo de la Real Armería de Madrid, Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1898; E. Lafuente Ferrari, La vida y arte de Ignacio Zuloaga, Madrid, Editora Internacional, 1950; I. Soler, Compendio histórico de los arcabuceros de Madrid, Madrid, Velázquez, 1976; VV. AA., El damasquinado en Eibar, Eibar, Patronato del Museo de Eibar, 1981; R. Larrañaga Fernández de Arenzana, Síntesis histórica de la armería vasca, San Sebastián, Caja de Ahorros Provincial de Guipúzcoa, 1981; “Zuloaga y su ascendencia armera”, en Ondare: Cuaderno de Artes Plásticas y Monumentales (San Sebastián), n.º 2 (1983); M.ª J. Quesada Martín, Daniel Zuloaga ceramista y pintor, Madrid, Editorial de la Universidad Complutense, 1984; VV. AA., Los Zuloaga dinastía de artistas vascos, San Sebastián, Ramón Suárez Zuloaga, Museo Zuloaga, 1988; R. Larrañaga Fernández de Arenzana y S. Gorrochategui, 500 años de armería vasca, Eibar, Ayuntamiento, 1990; R. Larrañaga Fernández de Arenzana, “El damasquinado en Eibar”, en Narria (Madrid), n.º 55-56 (1991); “La fábrica de Eusebio Zuloaga en Eibar”, en Ondare: Cuadernos de Artes Plásticas y Monumentales (San Sebastián), n.º 8 (1991); R. Larrañaga Fernández de Arenzana y N. Alustiza, El grabado en Eibar. Nuestros grabadores, Eibar, Ayuntamiento, Eibarko Udala, 1996; J. D. Lavin, El Arte y tradición de los Zuloaga. Damasquinado español de la colección Khalili, Bilbao, 1997 ([Bilbao], Museo de Bellas Artes de Bilbao en colaboración con The Khalili Family Trust, [2000]); A. Zamora Canellada, Museo Zuloaga, Segovia. San Juan de los Caballeros, Segovia, Consejería de Educación y Cultura, 1998; J. Sagrera Azpillaga, Apuntes de la armería española. Siglos XVI a XIX, Madrid, 2001; A. Rubio Celada, De la tradición a la modernidad: Los Zuloaga ceramistas, Madrid, Universidad Complutense, Servicio de Publicaciones, 2007.

 

Abraham Rubio Celada

Relación con otros personajes del DBE

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