Riva Tayán, Carlos de la. Madrid, 7.X.1905 – Barcelona, 6.VI.1975. Ingeniero, pionero de la radio en España.
Carlos de la Riva estudió en la Escuela de Ingenieros Industriales de Madrid junto a sus hermanos Jorge y Adolfo. Los tres desarrollaron desde muy jóvenes una gran afición por las telecomunicaciones. Con apenas quince años Carlos de la Riva construía telégrafos eléctricos que presentaba en las exposiciones organizadas por los Exploradores de España, organización juvenil de la que los hermanos eran miembros activos. El éxito obtenido les estimuló para realizar diseños y montajes caseros de teléfonos y diversos receptores de radiotelegrafía. En su domicilio familiar instalaron un pequeño equipo transmisor-receptor de radio con el que experimentan con la comunicación a través de ondas hertzianas.
Durante sus estudios conocieron al ingeniero inglés Asteck Callery, que contaba con un laboratorio radioeléctrico desde el que se le facilitaba el contacto con los centros experimentales de radiocomunicaciones más importantes del mundo. La formación técnica en radiotelegrafía sin hilos que Carlos y sus hermanos lograron acumular les situó, a pesar de su juventud, entre los máximos expertos del país en los nuevos sistemas de comunicación.
En 1922 fundó con un pequeño grupo de radioaficionados el Radio Club España, primera sociedad que nacía con la intención de divulgar las comunicaciones radiofónicas en la sociedad española. Entre sus diversas actividades destacó la edición desde 1923 de una publicación, Teleradio, en cuyas páginas de la Riva publicó diversos artículos técnicos.
A finales de 1922 Carlos de la Riva se incorporó al equipo técnico de una nueva empresa de origen francés que se estableció en Madrid con el nombre de Radiotelefonía Española. Con el objetivo de comprobar la calidad de los equipos receptores antes de su venta, Carlos y sus hermanos construyeron una pequeña estación emisora de 25 watios desde la que realizaban ensayos de emisiones, reproduciendo discos de gramófono. Las transmisiones comenzaron a despertar el interés del todavía pequeño grupo de radioescuchas madrileños, que hasta entonces sólo podían sintonizar las emisoras francesas e inglesas. La falta de licencia oficial y las interferencias generadas ante la proximidad del Palacio de Telecomunicaciones de la calle Alcalá provocaron la rápida clausura de la emisora por parte de la autoridad judicial.
En septiembre de 1923 la empresa Radiotelefonía Española se fusionó con la Compañía Ibérica de Telecomunicación y se creó la empresa Radio Ibérica S.A. de la que Carlos de la Riva fue nombrado director técnico con dieciocho años.
Ante las posibilidades que les brindaba la nueva empresa, los hermanos se dispusieron a retomar el proyecto de creación de una emisora en el otoño de 1923. En las instalaciones que la empresa tenía en el Paseo del Rey de Madrid iniciaron las emisiones experimentales de la estación Radio Ibérica S.A. que transmitía con gran periodicidad de siete a ocho de la tarde. Desde septiembre de 1923 hasta la primavera de 1924 trabajaron para mejorar la calidad e intensidad de la señal de su antena así como para mejorar las emisiones. Además de reproducir discos de gramófono realizaron algunas pruebas de voz. Lograron radiar el sorteo de la Lotería de Navidad de 1923 y ofrecieron a los radioescuchas algunas operas interpretadas por estrellas del momento como Miguel Fleta y Ofelia Nieto desde el Teatro Real de Madrid. En abril de 1924 perfeccionaron el equipo emisor mejorando su potencia y organizaron algunos programas especiales, como el dedicado a la música andaluza en el que actuaron diferentes artistas en el estudio radiofónico construido por los hermanos de la Riva.
Carlos de la Riva logró convencer a los propietarios de la empresa Radio Ibérica de la positiva repercusión que para la venta de aparatos receptores supondría iniciar las emisiones diarias de la estación del mismo nombre. Tras lograr un acuerdo económico con un consorcio de comerciantes madrileños para el sostenimiento económico de los programas, Radio Ibérica inició la radiodifusión diaria en España el 12 de mayo de 1924 con un discurso inaugural del periodista Arturo Pérez Camarero. Hasta seis meses más tarde no dieron comienzo las emisiones de Radio Barcelona, pero la emisora catalana fue la primera en solicitar la licencia oficial establecida por el Reglamento de Radiocomunicaciones aprobado en junio de 1924 por lo que se le asignó el indicativo EAJ 1.
Radio Ibérica desarrolló las primeras programaciones y contenidos de la radio española: a través de su sintonía los radioyentes pudieron escuchar por primera vez programas informativos, mensajes publicitarios, retrasmisiones de acontecimientos, radio-concursos, conciertos, obras de teatro, etc. Sus programas eran primitivos, propios de aquel momento, realizados con escasos medios económicos pero supusieron un valioso antecedente que sabrían aprovechar otras emisoras posteriores. Carlos de la Riva y sus hermanos estuvieron al frente de la dirección técnica de la emisora hasta su cierre en marzo de 1927, sumida en una insalvable crisis económica que se agravó desde el verano de 1925 cuando la emisora pionera se topó con la competencia de Unión Radio Madrid, emisora propiedad de una sólida empresa en la que participaban las principales multinacionales de la industria radioeléctrica. Unión Radio adquirió a su competidora y decidió clausurar de forma definitiva sus emisiones.
La actividad radiofónica de Carlos de la Riva excedió a su aventura al frente de Radio Ibérica: tras un fugaz paso por la empresa Standard Eléctrica, en octubre de 1928 asumió la dirección de la emisora Radio Catalana, que había comenzado sus emisiones en junio de 1925, competidora directa de la emisora Radio Barcelona en la Ciudad Condal. Los hermanos de la Riva construyeron su equipo emisor y Adolfo de la Riva fue el primer responsable técnico. Radio Catalana se encontraba ya en una clara inferioridad frente a Radio Barcelona y la cadena Unión Radio la compró en mayo de 1929, cerrando un año más tarde sus instalaciones. De la Riva volvía a ver cómo la gran cadena radiofónica aplastaba otro de sus proyectos.
Entre 1930 y 1933 trabajó como ingeniero en Philips Ibérica y con su hermano Adolfo patentó con la marca “Rivaton” un novedoso sistema de grabación de sonido para películas muy utilizado en España en las siguientes décadas. En 1932 fundaron en Barcelona el primer estudio de doblaje cinematográfico, Trilla-La Riva, que tuvo una gran actividad hasta la Guerra Civil.
Durante la contienda los tres hermanos combatieron en las filas republicanas y diseñaron el sistema de comunicaciones de la Marina Republicana. Tras la victoria franquista Carlos se exilió un tiempo en París y trabaja en Philips. Con la ciudad a punto de ser tomada por las tropas alemanas regresó a Barcelona donde encontró grandes dificultades para retomar su carrera profesional. En los siguientes años realizó distintos trabajos, casi siempre por cuenta propia, relacionados con la radio y la sonorización.
Bibl.: L Ezcurra, Historia de la radiodifusión española, Madrid, Editora Nacional, 1974; C. Garitaonandía, La radio en España 1923-1939, Bilbao, Universidad del País Vasco, 1986; A. Balsebre, Historia de la Radio en España, vols. 1 y 2, Madrid, Cátedra 2001; M. Fernández Sande, Los Orígenes de la Radio en España, vols. 1 y 2, Madrid, Fragua, 2006.
Manuel Fernández Sande
