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Valentín María de Zubiaurre Urionabarrenechea

Biografía

Zubiaurre Urionabarrenechea, Valentín María de. Garay (Vizcaya), 12.II.1837 – Madrid, 13.I.1914. Compositor y maestro de capilla.

Formado en un ambiente típicamente rural, se inició en el arte musical a los seis años de edad gracias al párroco del pueblo vizcaíno de Garay. A los ocho años ingresó en calidad de tiple en la capilla musical de la Basílica-Catedral de Bilbao, regentada por el entonces maestro de capilla-organista, Nicolás Ledesma, su auténtico maestro, como el propio Zubiaurre reconoció años después y tal como puede observarse en los Apuntes biográficos de Ledesma, publicados por Dotesio, donde se inserta una carta laudatoria de Zubiaurre. Con Ledesma abordó los estudios de Canto, Piano, Órgano y Armonía, estudiando al mismo tiempo en la Escuela Municipal. En 1852 fue nombrado organista de la iglesia de Santurce, hecho que coincide en el tiempo con la inauguración del órgano de dicha parroquia.

La etapa como organista de Santurce apenas se extiende durante un año, pues en 1853 decide abandonar España con el fin de perfeccionar sus estudios musicales. Si en un primer momento barajó la posibilidad de establecerse en Bruselas o Nápoles, finalmente se trasladó a América: tal como transmite Patricia Sojo, en un principio tenía pensado viajar a Buenos Aires (de hecho había logrado cartas de recomendación para emigrantes vascos asentados en la capital argentina), sin embargo al llegar al puerto francés de Burdeos, el barco que le debía conducir a Buenos Aires había abandonado dicho puerto; a pesar de la decepción, adoptó la decisión de tomar el primer barco que partiera hacia América, que no era otro que uno con destino a la ciudad venezolana de La Guayra. De las actividades musicales en aquel país americano poco se conoce si bien de la correspondencia familiar se desprende su decepción debido a su estado económico, sobreviviendo y ganándose la vida como profesor y concertista de piano tanto en La Guayra como en Caracas, donde había fijado su residencia con posterioridad. De su producción musical sólo se tiene constancia de algunas obras pianísticas, tales como Vals (1849), Alfonso (1858) y Recuerdos de Venezuela (1859).

En 1860 comienza a tomar cuerpo la idea del regreso a España. Atendiendo los consejos de su maestro, Nicolás Ledesma, se instaló en Madrid en 1861, donde ingresó en el Conservatorio Superior para afianzar sus estudios de armonía y composición con Hilarión Eslava durante seis años: Ledesma había trabado amistad con Eslava desde que se conocieron durante la organistía del primero en Tafalla. Al final de su aprendizaje con Eslava, Zubiaurre obtuvo el primer premio y la medalla de honor como premio fin de carrera. A esta etapa se remonta su primera época Luis Camoens, compuesta en 1864 y dedicada a su maestro: en tres actos y con libreto de Cesare Perono da Lucca, versa sobre la vida del poeta portugués del siglo xvi, autor de la célebre obra Os Lusiadas; en opinión de Patricia Sojo, “se trata de una obra de juventud, de mayor interés melódico que rítmico, con una orquestación poco variada”. Otra obra de este período formativo en Madrid es la Misa a cuatro voces y orquesta, fruto del encargo de la Diputación de Vizcaya con ocasión de la celebración del día de san Ignacio de 1864, lo cual viene a demostrar que Zubiaurre seguía manteniendo lazos estrechos con el País Vasco.

En 1869 fue convocado en Madrid un certamen nacional —organizado por los editores Bonifacio Eslava y Antonio Romero, el tenor Aquiles di Franco y el compositor Emilio Arrieta— con el fin de premiar una ópera española para “formar el repertorio necesario para la instalación del espectáculo de la grande ópera española” e intentar quebrar de esta manera el monopolio que ejercía la ópera italiana en nuestro país. El 15 de diciembre de aquel año se dieron a conocer las óperas que merecieron el primer premio: Don Fernando el Emplazado, de Valentín de Zubiaurre y Atahualpa, de Enrique Barrera, por entonces maestro de capilla de la Catedral de Burgos; ambos compositores eran precisamente alumnos de Hilarión Eslava y a partir de ese momento, Zubiaurre se convirtió en adalid y esperanza de la deseada regeneración de la ópera española. Es necesario destacar de Don Fernando el Emplazado, que, aunque originalmente fue escrita en italiano por los poetas Ricardo Castelvecchio y Ernesto Palermi, la ópera fue traducida al castellano por Mariano Capdepón. Sin embargo, esta obra de Zubiaurre tuvo que esperar al 12 de mayo de 1871 para ser estrenada en el teatro de la Alhambra en Madrid gracias a la sociedad constituida por el empresario Aquiles di Franco y el escritor José de Cárdenas, autor años más tarde del libreto de Ledia, tercera ópera de Zubiaurre. Don Fernando el Emplazado volvió a ser representada en italiano en el Teatro Real tres años más tarde, obteniendo gran éxito de público y crítica, a lo cual no fue ajeno que los protagonistas vocales, dirigidos por el propio compositor, eran los más destacados de la época (Enrico Tamberlick, Amalia Fossa y Cesar Boccolini). Escrita en tres actos, la ópera narra un hecho histórico: el asesinato de los hermanos Carvajal en Martos durante el reinado de Fernando IV de Castilla (1285-1312). En el artículo sobre Zubiaurre en el Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, Patricia Sojo afirma que “el propósito del compositor fue amalgamar la expresión y naturalidad de la melodía italiana con la brillantez de la escuela franco-alemana. Los preludios instrumentales, las cavatinas, los extensos ritornellos, los dúos netamente melódicos, las fermatas italianas y las cadencias alemanas que aparecen profusamente son algunos de los elementos que a partir de esta obra definirían su estilo compositivo”.

El mismo año del estreno de Don Fernando el Emplazado, se logró fundar una Sección de música en el seno de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, tras una serie de fallidos intentos. Bajo la presidencia de Hilarión Eslava, estaba compuesta de doce académicos nombrados por el Gobierno de la República, entre los cuales se encontraba Valentín de Zubiaurre, el cual ocuparía la presidencia años más tarde (1903), con motivo del fallecimiento de Jesús de Monasterio.

Aquel mismo año de 1873, año crucial en la trayectoria artística del compositor vasco, se efectuó la primera convocatoria para cubrir plazas de pensionado de la Academia de Bellas Artes España en Roma con el fin de facilitar a los artistas españoles ampliar sus conocimientos. Interesado en conocer el ambiente musical de la capital italiana, Zubiaurre consiguió una de las dos plazas ofertadas, siendo el otro compositor agraciado Ruperto Chapí (Emilio Serrano, Tomás Fernández Grajal, Teobaldo Power y Tomás Bretón también presentaron su candidatura sin éxito). El proceso de elección, sin embargo, no fue fácil: el hecho de que la sección de música de la Academia de Bellas Artes de San Fernando fuera la encargada de conceder las dos plazas en Roma motivó que Zubiaurre retirara su candidatura inicial pero algunos miembros de la sección, entre los que se encontraba el propio Eslava, decidieron dejar vacante la plaza “por carecer el resto de los concursantes de méritos suficientes” y solicitaron a Zubiaurre que aceptara la beca, como finalmente sucedió. Los pensionados en la Academia de Bellas Artes España en Roma estaban obligados a componer durante el primer año de estancia un oratorio y a escribir una memoria acerca del estado del arte en los países visitados, y en los años siguientes debían componer una sinfonía y una ópera española. Si bien el periodo obligatorio de estancia se extendía a tres años, Zubiaurre sólo permaneció uno, durante el cual escribió una memoria y compuso un oratorio y una sinfonía. Dicha memoria constituye un documento de gran interés a la hora de conocer las apreciaciones personales del compositor de Garay sobre la música europea de la segunda mitad del siglo XIX en contraposición a la española. En 1875, Mariano Martín Salazar había dimitido como segundo maestro de la Capilla Real. Hilarión Eslava, que a la sazón desempeñaba el cargo de primer maestro de la Capilla Real desde 1847, informó a Zubiaurre de dicho cese, por lo que éste solicitó el puesto, propuesta que fue aceptada. Ello motivó que Zubiaurre se viese en la obligación de regresar antes de tiempo de Roma. A partir de entonces y hasta su fallecimiento, Zubiaurre dedicó todo su esfuerzo a la Real Capilla de Madrid, lo cual influyó en el progresivo alejamiento de sus iniciales intereses musicales, en especial del mundo de la música teatral, y en su consagración al repertorio sacro: de hecho no volvió a abordar la composición de nuevas óperas. Las únicas incursiones en el ámbito de la música profana se limitaron a breves piezas para piano o sencillos lieder. Al respecto opina Patricia Sojo lo siguiente: “Musicalmente, desde las obras más experimentales de su primera etapa —llenas de alusiones al folklore, como su ópera Ledia, o de referencias al brillante lirismo italiano, presentes en Don Fernando el Emplazado— se dirigió hacia una escritura más conservadora, posiblemente como consecuencia de su posición en la Capilla Real”. Su única reaparición en un escenario tuvo lugar el 22 de abril de 1877 cuando se estrenó en el Teatro Real de Madrid su tercera ópera Ledia compuesta cuatro años antes. Esta tercera ópera del compositor vasco fue dirigida por el propio autor y fue representada con gran éxito en siete ocasiones con un elenco extraordinario (Ferni, Tamberlick, Boccolini, Ordinas y Huguet), gracias a lo cual fue recompensado con el diploma de “Comendador de la orden de Carlos III”. Dedicada a Barbieri, con libreto de José de Cárdenas y ambientada en una localidad vizcaína del siglo XIV, narra los amores imposibles entre la joven Ledia y Enrique, capitán del Ejército. Sin concesiones a un lenguaje armónico avanzado, se trata de una obra en la que prima la imitación de los moldes belcantistas italianos.

Con motivo del fallecimiento de Eslava en 1878, Valentín de Zubiaurre accedió al cargo de maestro director de la Capilla de Música del Palacio Real de Madrid y fue nombrado además profesor interino de la cátedra de Conjunto Instrumental de la Escuela Nacional de Música y Declamación de Madrid, donde pasó a ser numerario en 1891. Aquel mismo año de 1878 contrajo matrimonio con Paz Aguirrezábal Echazarreta, y tuvieron tres hijos: Valentín, Ramón y Pilar. Los dos varones, sordos de nacimiento, estudiaron Pintura y ambos llegaron a convertirse en dos de los principales representantes de la pintura vasca del siglo XX. Por el contrario, Pilar se consagró al estudio del Piano y Composición con Julio Gómez, en el Conservatorio de Madrid y se casó con el crítico de arte Ricardo Gutiérrez Abascal “Juan de la Encina”, manteniendo a lo largo de su vida una intensa relación con personalidades de la vida musical española, tales como Manuel de Falla, Felipe Pedrell, o Adolfo Salazar.

 

Obras de ~: Música vocal sacra: Misas: Misa, a dos coros a cuatro voces y orquesta en la mayor, Garay, 1864; Misa Pastorela, a tres voces y órgano en fa mayor, 1865; Misa, a tres voces y órgano en la mayor, 1865; Misa en re mayor, a tres voces y órgano, 1867; Misa, a ocho voces y orquesta en re, 1876; Misa, a cuatro voces y fagot para Adviento y Cuaresma, 1879; Misa en sol, a dos coros y orquesta, 1880, dedicada a M.ª Isabel de Borbón, princesa de Asturias; Misa breve, a cuatro voces y orquesta en do, 1882; Misa, a cuatro voces, orquesta y órgano en si bemol mayor, 1888; Misa breve, a cuatro voces y grande orquesta en mi mayor, 1891; Misa Assumpta est Maria in coelum a tres voces y órgano, 1896, Misa de Requiem, a cuatro voces y orquesta, 1904, dedicada a M.ª de las Mercedes de Borbón, princesa de Asturias; Misa, a cuatro voces y fagot para Adviento y Cuaresma, 1907. Letanías: Letanía, a cinco voces y órgano, 1865; Letanía, a tres voces y órgano, 1865; Letanía, a tres voces y órgano, 1866; Letanía, a tres voces y órgano, 1867; Letanía I, a tres voces y órgano, 1868; Letanía II, a tres voces y órgano, 1868; Letanía I, a tres voces y órgano, 1869; Letanía II, a tres voces y órgano, 1869; Letanía III, a tres voces y órgano, 1869; Letanía IV, a tres voces y órgano, 1869; Letanía V, a cinco voces, 1869; Letanía I, a dos voces y órgano, 1870; Letanía II, a dos voces y órgano, 1870; Letanía, a tres voces y órgano, 1872; Letanía, a dos voces y órgano/piano, 1876; Letanía, a tres voces y órgano, 1882, revisada en 1885; Letanía, a tres voces y órgano. Antífonas: Antífona a la Santa Virgen, a tres voces y órgano, 1866. Motetes: Ego sum panis vivus, a tres voces, 1866; Genitori, a tres voces y órgano, 1866; Ingemisco tan quam reus, a cuatro voces y orquesta, 1866; Motete para el triduo de Navidad, Alma generosa a tres voces y orquesta, 1866; O quam suavis, a tres voces, 1867; O Salutaris Hostia, a tres voces y órgano, 1868; O sacrum convivium, a tres voces, 1871; Tantum ergo, a tres voces y órgano, 1871O Salutaris Hostia, al Santísimo a cuatro voces, 1879; Jesu decus Angelicum, al Santísimo a cuatro voces; O quam suavis, Santísimo a cuatro voces; O lux beatísima, a cuatro voces y orquesta, incompleta.

Misereres: Miserere, a cuatro voces y órgano, 1865. Himnos: O Crux, a cuatro voces y órgano, 1865; Ave Maria stella, a tres voces y órgano, 1866; Te Deum, a tres voces y órgano, 1866; Te Deum, a dos coros y orquesta, 1878; Himno Cantata a nuestra Señora de Begoña, para dos solistas, coro y orquesta, texto de R. M.ª de Azkue, 1900; Himno al beato Valentín de Berriochoa, 1905. Oratorios: Las siete palabras de Jesús en la Cruz, a tres voces y órgano/piano, 1867; Pasión según San Mateo, a cuatro voces y orquesta, París, 1874. Flores a María: Venid y vamos todos, a tres voces y órgano, 1865; Vuestro encanto son las flores, a tres voces y órgano, 1865; Venid, venid, cristianos, a tres voces y órgano, 1868; Amor bendice alma mía, a tres voces y órgano, 1868; Venid y vamos todos, a cuatro voces y órgano, 1869; Venid y vamos todos, a cuatro voces y órgano, 1869; Flores a María, a dos voces y órgano, 1870; Flores a María, a tres voces y órgano, 1872. Gozos: Gozos a la Asunción de nuestra señora; Gozos a la Virgen, a cuatro voces. Letrillas: A la Santa Virgen, a tres voces y órgano, 1865; A San Roque, a tres voces y órgano, 1865; A la Santa Virgen, a dos voces y órgano, 1866; Para la Virgen, a cuatro voces y órgano, 1892. Villancicos: Oh, semea ederra, a tres voces y órgano, 1865; Aingeru Jesús jaioen, a tres voces y órgano, 1867; Toki baten aingeru, a dos voces y órgano, 1867; Zagales y pastores venid, a tres voces y órgano, 1869; Iru artzain gastiak, para voz y órgano, 1870; Mundua egon aren, a tres voces y órgano, 1870; Venid y adorad, gustiok, a tres voces, 1871; Mundua egon aren, a tres voces y órgano, 1872; Venid pastorcillos, a tres voces y órgano, 1878.

Salves: Salve, a tres voces y órgano/piano, 1865; Salve, Versión I: a tres voces, 1868. Versión II a cuatro voces y órgano, 1868; Salve, a dos coros y orquesta, 1884; Salve, a dos voces y órgano/piano, 1876. Ave Marías: Ave María, a tres voces y órgano, 1867; Ave María, a una voz y orquesta, 1893; Ave María I, a dos voces y órgano, 1893; Ave María I, para voz y orquesta, 1893; Salve, 1896, versión para voz y órgano; versión II para voz y orquesta de cuerda; Ave María para soprano, piano/arpa/harmonium. Padre Nuestros: Padre Nuestro. Rosario para orfeón, 1888; Padre Nuestro, para tres voces solistas, coro y órgano, 1893. Varia: Plegaria, a tres voces y órgano, 1865; Ay Jesús, a tres voces y órgano, 1866; Completas, a dos coros y orquesta, 1878; Coro y Estrofas para la procesión del día de la Presentación, a dos voces y órgano, 1881; Stabat Mater, a dos coros y orquesta, 1883; Misterios del Santo Rosario, a tres voces y orquesta, 1890; Visperas de los Santos a dos coros y orquesta, 1894; Libera me Domine, a cuatro voces y orquesta, 1899; San Franciskori, 3en lenengo canta para coro y órgano, Ondarroa, 1901; Benedictus, 1911; Despedida a la Santa Virgen, para coro y órgano; Dúo, para dos voces y órgano; Popular, a dúo a dos voces y órgano; Responso, a tres voces y órgano; Santo Dios, a cuatro voces y órgano.

Música teatral: Operas: Luis Camoens, 1864, dedicada a H. Eslava, libreto de Cesare Perono da Lucca; Don Fernando el Emplazado, 1869, dedicada a H. Eslava, libreto de Ricardo Castelvecchio 1° acto y Ernesto Palermi 2° y 3° actos; versión en español de Mariano Capdepón; Ledia, 1873, dedicada a la Srma. Sra. Princesa de Asturias, D.ª Isabel de Borbón y a Francisco A. Barbieri, libreto de José de Cárdenas. 2.2 Zarzuelas: El tigre del mar, Texto de Antonio Arnao, incompleta; Los dos ciegos, incompleta; La perla del valle, Flor del valle, texto de García Santisteban, incompleta.

Voz y piano: Ausencia, Texto de Antonio Arnao; Pasó la primavera; Un gemido y un adiós, candor; Madrigal Vida y Muerte; Zortzico a Astarloa; Marcha, 1868; Romanza Melancolía, 1871-73, poesía de Antonio Arnao; Canción de las lineras, 1886, texto extraído del diálogo quinto de Peru Abarca de Moguel, estrenada en las Fiestas Euskaras de Durango de 1886, editada por Casa Dotesio; Zortzico Ama euskeriari azken agurra, 1893, texto de F. de Arrese; Sourire, 1906.

Voz y órgano: Aria.

Obras para orfeón: Himno a Vasconia, 1896. Versión I para Orfeón. Versión II para Tenores, Barítonos/Bajos y Banda. Versión III para Voz y Piano.

Música instrumental: Música orquestal: Sinfonía en mi, 1874; Romanzas, para tenor y orquesta, incompleta; Himno-Cantata a la memoria de Pedro Pablo de Astarloa, para solistas, coro y orquesta, 1885, poesía de F. Arrese y Beitia. Música para Banda: Andra Mariya.

Música de cámara: Vals, para dos violines, violonchelo/ contrabajo, oboe; Una siesta, Vals para violín, violonchelo y piano; Ecos de Oiz, Melodía para violín/violonchelo y piano, 1889; Solo para contrabajo y piano; Pieza para flauta; Fantasía para trompa y piano, 1900; Pieza para arpa, 1899. Música para piano: Adiós, Nocturno para el álbum de la Sta. Adela Robreño; Bailable de Ledia; Nocturno expresivo Blanca-flor; Polca Elena; Zortzico Flor de mi valle; La Benigna; Mazurca; Zortzico Nere alabachuarentzat; Zortzico Neure amari; Romanza Souvenir d’une amie; Vals; Redonova, 1849; Vals, 1849; Alfonso. Vals dedicado al príncipe de Asturias, Caracas, 1858; Romanza sin palabras Recuerdos de Venezuela, Caracas, 1859; Polca original de salón Angélica, 1871; Polca mazurca Teresa, 1871-73; Tempo di mazurca, 1883; Tres Polcas, 1891; Zortzico Neure aitari, 1894; Andante maestoso, Una frase dedicada a María Martos, 1912. Música de piano cuatro manos: Piano a cuatro manos: Sinfonía de los dos fígaros. 6.6 Música para órgano: Andante o Sonatina, para órgano/harmonium; Bajete, en colaboración con Clemente de Santamarina; Marcha ofertorio o entrada de procesión, para órgano/harmonium; Ofertorio sobre el “Sacris Solemniis”, dedicado a Juan María Guelbenzu, primer organista de la Real Capilla de S. M.; con C. de Santamarina y J. I. Jimeno de Lerma, Fuga, 1879; Pastorela, 1881; Pastorela, 1883; Sonata, 1884; Pastorela, 1890.

Versiones de obras de otros compositores: Estudio de concierto para arpa, oboe, clarinete, trompa e instrumentos de cuerda de J. de Monasterio, Arreglo para piano de Zubiaurre, estrenada en la Sociedad de Conciertos de Madrid, editada por A. Romero; Andante para cornetín y piano, ejercicios de oposición para la Real Capilla; Bajo para armonizar a cuatro partes o voces; Tiple melódico para armonizar a cuatro partes o voces; Ave María para orquesta de cuerda, 1877; Flauta a solo, 1879; Solo de oboe, 1886; Andante expresivo para órgano, 1887; Contrabajo a solo, 1893; Aria a solo de bajo para las festividades de la Santísima Virgen, 1896; Motete al Santísimo O Salutaris Hostia, 1898, Versión I: para tenor y órgano.

Versión II: para tenor con acompañamiento de quinteto de cuerda; Pieza para violín, 1904; Zortzico que se baila en Garay Dantzari-Dantza, Transcripciones.

Bibl.: A. Peña y Goñi, “Impresiones Musicales”, en Colección de artículos de crítica y literatura musical. Primera Serie, Madrid, Imprenta de Manuel Minuesa de los Ríos, 1878, págs. 327-342; A. Peña y Goñi, “Zubiaurre y su primera ópera”, en Colección de artículos de crítica y literatura musical. Primera Serie, Madrid, Imprenta de Manuel Minuesa de los Ríos, 1878, págs. 207-222; A. Peña y Goñi, “Don Valentín M.ª de Zubiaurre. Apuntes biográficos”, en Euskal-Herria, vol. XIV (1886); A. Hidalgo de Mobellán, “Un gran artista vasco. Valentín M.ª de Zubiaurre. Un recuerdo de 1888”, en La gaceta (Bilbao) (diciembre de 1888); A. Hidalgo de Mobellán, “Valentín M.ª de Zubiaurre”, en Ilustración Musical Hispano-Americana, vol. II, n.° 38 (1889); L. Jaizquibel, “Don Valentín M.ª de Zubiaurre”, en La Vasconia. Revista ilustrada, n.° 6 (1893), pág. 62; J. J. Beláustegui, “Flor de mi valle”, en La Vasconia. Revista ilustrada euskaroamericana, Buenos Aires (1900); V. Olano, “Galería biográfica de vascos ilustres: Valentín M° de Zubiaurre”, en Euskalerriaren Alde, vol. IV (1914); VV. AA., “Necrología de Don Valentín M.ª de Zubiaurre”, en Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, vol. VII (1914); E. U rrutia, “Valentín de Zubiaurre”, en Euskalerriaren Alde, n.º 214 (1921), págs. 391-392; A. Sagardía, “Recordando a un gran compositor”, en Vida Vasca (1948), págs. 222-224; J. Subirá, Historia y anecdotario del Teatro Real, Madrid, Editorial Plus Ultra, 1949; J. Subirá, Historia de la música española e hispanoamericana, Madrid, Salvat, 1953; P. Zubiaurre, “Historia de una vocación”, en Tavira, n.° 12 (1961); P. Zubiaurre, “Predestinación, vocación y voluntad”, en Guerediaga, n.º 3 (1966); F. Sopeña, Historia crítica del Conservatorio de Madrid, Madrid, Ministerio de Educación y Ciencia, 1967; M. Bru Romo, La Academia Española de Bellas Artes en Roma (1873-1914), Madrid, Ministerio de Asuntos Exteriores, 1971; A. Sagardía, “En torno a la ópera vasca y al centenario del estreno de Ledia de Zubiaurre”, en Vida Vasca (1977); J. Subirá, La música en la Academia. Historia de una sección, Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, 1980; J. A. Arana Martija, “Valentín Zubiaurre folklorista”, en Ibidem, n.º 4 (1984), págs. 81-83; C. Gómez Amat, Historia de la música española. 5. Siglo xix, Madrid, Alianza Música, 1984; J. L. Ansorena, “Valentín M.ª de Zubiaurre y Urionabarrenechea. Maestro de maestros”, en Euskor, n.º 10 (1985), págs. 24-27; V. Lasuen, “Crónica de las Fiestas Euskaras”, en Temas Vizcaínos, 133 (1986); J. A. Arana Martija, Música vasca, Bilbao, Caja de Ahorros Vizcaína, 1987; L. Gutiérrez Zubiaurre, “Los Zubiaurre: una familia de Artistas”, en Anuario del Museo de Bellas Artes de Bilbao, 1994, págs. 85- 93; P. Sojo, “Zubiaurre, Valentín”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la música española e hispanoamericana, vol. X, Madrid, SGAE, 2002; R. Sobrino (ed.), Valentín Zubiaurre: Obras orquestales: Sinfonía en Mi. Preludio de Don Fernando el Emplazado. Preludio de Ledia. Bailable de Ledia. Ecos de Oíz, Madrid, Instituto Complutense de Ciencias Musicales, 2010.

 

Paulino Capdepón Verdú

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