Rosales, Leonardo. Buenos Aires (Argentina), 5.IX.1792 – Carmelo (Uruguay), 20.V.1836. Coronel de Marina.
Era hijo del español Manuel Antonio Rosales y de la argentina María del Tránsito Catalán.
Se cree que cursó sus estudios iniciales en el Colegio de San Carlos. Desde muy joven se manifestó su vocación por la Marina. El 15 de marzo de 1814 se incorporó como marinero artillero en la sumaca Trinidad comandada por el capitán Tomás Nother y dependiente de la escuadrilla dirigida por Guillermo Brown. El 24 de marzo de ese año tuvo su bautismo de fuego en el combate de Arroyo de la China contra las fuerzas realistas. Al desarmarse la escuadrilla fue licenciado, pero fue reincorporado el 13 de marzo de 1816 con el grado de subteniente en la expedición que preparaba Matías Irigoyen hacia Santa Fe.
El 29 de agosto de 1818 fue ascendido a teniente. Obtuvo la baja, nuevamente, en 1819 para reincorporarse al servicio en 1821 al ser enviado a la campaña del litoral abierta por el general Zapiola contra el caudillo local Francisco Ramírez. Su destacada actuación le valió la promoción a capitán graduado el 3 de agosto de ese mismo año.
La guerra contra el Imperio del Brasil sería el teatro de operaciones de sus principales hazañas. Desde el primer momento el almirante Brown le asignó el mando de la cañonera Nro. 6. Posteriormente fue designado jefe del bergantín General Belgrano.
El 26 de abril de 1826 la escuadra patriota iba rumbo a Montevideo y en ella navegó Rosales al comando de la goleta Río de la Plata pero al no ser hallada la escuadra adversaria en la Ensenada de Samborombón, fue despachado para que custodiara el puerto de Buenos Aires. Estuvo al frente de varios convoyes en los que se trasladaron contigentes y recursos destinados a las batallas en tierra. Regresaba a Buenos Aires cuando lo sorprendió el ataque de una poderosa flota enemiga hacia la escuadra de Brown fondeada en Los Pozos el 11 de junio de 1826. Cooperó con valentía en dicho combate y como recompensa por su labor se lo confirmó como efectivo el 1ero. de julio de 1826.
Luego siguió viaje con el objetivo de conducir tropas, víveres y recursos materiales para los combates en tierra firme. El 30 de julio de ese año asistió a la batalla librada frente a Quilmes al mando de la goleta Río de la Plata ayudando a la 25 de Mayo tripulada por el mismo Brown. Prosiguió su actuación infatigable por los ríos del litoral al mando de la Sarandí o del 9 de Febrero.
En junio de 1827 se enfrentó a las naves brasileñas Carioca y Liberal, luego se encontró en Martín García y Las Vacas para prestar ayuda militar; en octubre de ese año combatió en Punta Lara y en febrero de 1828 secundando a la nave tripulada por Brown se batió contra el enemigo frente a Monte Santiago. El 7 de marzo de 1828 fue ascendido al grado de teniente coronel por el gobernador de Buenos Aires Manuel Dorrego. Finalizadas las hostilidades pasó a Río de Janeiro al mando de la nave Riobamba para repatriar a los prisioneros tomados por los brasileños. De regreso en Buenos Aires el 16 de octubre de 1828 pasó al comando de la Sarandí.
El 12 de enero de 1829 el gobierno de
El devenir de los acontecimientos políticos, el ascenso de Rosas al poder, el pacto de Cañuelas y la rectificación de Barracas, excluyeron a los unitarios de la vida institucional local. Rosales estaba ausente de todas las listas del gobierno federal.
Perseguido, desde diciembre de 1829, por una campaña pública difamatoria desde el periódico El Lucero promovida por el periodista Pedro de Angelis, Rosales se apodera en septiembre de 1830 de la goleta Sarandí que se encontraba en el puerto de Buenos Aires, pero con su comandante en tierra. La goleta fue perseguida y Rosales se vio obligado a desembarcar en Uruguay. Este acto fue repudiado por la prensa y el gobierno dispuso cesantearlo definitivamente del escalafón.
Rosales se instaló en tierra oriental, en la localidad de Las Vacas, ubicada en Carmelo y desde ahí colaboró con
Con pocos recursos económicos y enfermo de un cáncer de laringe atendió, en el pueblo uruguayo en el que se radicó, una pulpería. Falleció rodeado de algunos colegas y compatriotas: Olázabal, Luna, César Díaz, Martínez, Eduardo Escola, Espinosa y Escobar. A ellos les confió su última voluntad: el deseo de descansar en Buenos Aires o en el lugar del río en donde se hundió la nave 25 de Mayo. Sin embargo, sus restos fueron localizados, mucho tiempo después, en una urna que se encontraba depositada en el interior de una capilla en Las Víboras, cerca de la ciudad de Carmelo.
Se había casado con Dolores Arrascaeta. En homenaje a su trayectoria fue bautizado con su nombre un vapor de guerra.
Bibl.: A. Carranza, Campañas navales de la República Argentina, vol. II, Buenos Aires, Secretaría de Estado de Marina - Departamento de Estudios Históricos Nava1es, 1962; R. Piccirilli y L. Gianello, Biografías navales, Buenos Aires, Secretaría de Estado de Marina - Departamento de Estudios Históricos Nava1es, 1963; V. O. Cutolo, Nuevo diccionario biográfico argentino, Buenos Aires, Editorial Elche, 1978.
Gabriela Fernanda Canavese