Salvadores, Ángel. Buenos Aires (Argentina), 2.VIII.1792 – Mendoza (Argentina), 25.IX.1841. Militar.
Hijo de Manuel Salvadores y de María Antonia Valle. Recibió una cuidada instrucción tras la cual se inició en la carrera de las armas. El 8 de junio de 1809 fue designado cadete supernumerario e intentó incorporarse al Regimiento de Dragones en 1809, hecho que no se concretó. Durante la semana de mayo de 1810, Salvadores se adhirió con entusiasmo a la causa patriota. Consiguió los despachos de subteniente del primer Regimiento patrio organizado por la Primera Junta, el
Cuando el 19 de agosto de 1811 la escuadrilla al mando del capitán Michelena bombardeaba la ciudad de Buenos Aires, Salvadores logró cortar la espoleta de una granada a punto de estallar en la Recova Vieja, donde se asentaba su regimiento. Su valerosa hazaña fue premiada con su ascenso a teniente 1º de la compañía de Fusileros del Regimiento 3. Prestó servicios a la causa del gobierno cuando fue necesario reprimir el Motín de las Trenzas, acaecido en el Regimiento 1º de Patricios cuando Manuel Belgrano, jefe del cuerpo, había querido imponerles el corte de las tradicionales trenzas. En abril de 1812 Salvadores marchó con el Regimiento 6º, a las órdenes de Artigas, rumbo a Itapebí, donde lograron expulsar una división portuguesa allí presente. Posteriormente intervino en el sitio de Montevideo. Salvadores tomó parte en varios encuentros con los realistas, entre ellos el combate de Cerrito lo cual le valió su ascenso a ayudante mayor el 18 de mayo de 1813. Actuó como capitán en la toma de Montevideo y obtuvo una medalla de plata otorgada por el Directorio. Asimismo, la Asamblea General Constituyente reconoció a los participantes de tal hazaña como “beneméritos de la patria en grado heroico”. Posteriormente se incorporó al Ejército Auxiliar del Perú, siendo efectivizado como capitán. Participó del combate del Puesto del Marqués –17 de abril de 1815–, en el avance hacia Potosí y en los desventurados encuentros de Venta y Media –21 de octubre de 1815– tras el cual Salvadores cayó prisionero de los realistas. Durante cinco años permaneció cautivo en las Casas Matas del Callao hasta que el general San Martín logró canjear prisioneros y Salvadores recuperó su libertad en 1820. Fue el propio San Martín quien lo promovió a sargento mayor. En 1821 intervino en la campaña a la Sierra bajo las órdenes del general Arenales y combatió contra los españoles en Canterac. Luego fue comisionado por Las Heras para que oficiase de parlamentario en la plaza del Callao, la cual capituló. Entre 1821 y 1822 obtuvo varias medallas y reconocimientos. En 1823 fue designado primer ayudante del gobierno de Lima. En 1824, como edecán de Bolívar en el Estado Mayor del Ejército Unido, tomó parte de la batalla de Junín. Luego recibió un reconocimiento por parte del Libertador debido al sitio del Callao, donde permaneció hasta 1825, fecha en que concluyó la acción en pos de la emancipación de los países hermanos. En 1826, tras regresar a Buenos Aires, fue designado comandante del Regimiento 5º de Milicias de Campaña. Los años de cautiverio habían dejado secuelas en su salud y eso le impidió intervenir en la guerra contra el Brasil, aunque colaboró custodiando a los prisioneros en Dolores. El presidente Bernardino Rivadavia lo ascendió a coronel, en virtud del decreto del 10 de abril de 1826, y el Regimiento 5º estuvo a su mando en la línea de frontera hasta mediados de 1828 en que se retiró a Buenos Aires por su salud. Integró el Tribunal Militar encargado de juzgar el mal desempeño durante el combate naval frente a Colonia contra el Brasil. Apoyó al gobernador Balcarce en 1833 lo cual provocó que en 1834 los Restauradores lo incorporaran a la Plana Mayor inactiva. En 1835 Rosas lo eliminó del escalafón militar, medida que Salvadores rechazó alegando no ser un “coronel de papel”. Luego de un período en Barracas donde se ganó el sustento para su familia como peón, emigró en 1836 a Montevideo y se unió a un grupo de proscriptos opositores a Rosas que se embarcaron rumbo a la isla Martín García para luego pasar a Entre Ríos. Allí Salvadores se integró a las fuerzas del general Lavalle y tomó parte en la batalla de Yeruá donde la intervención de su infantería fue crucial. En la campaña contra Entre Ríos que Lavalle organizó, la Legión Salvadores tuvo un papel destacado en Don Cristóbal contra las fuerzas de Echagüe, en el asalto y la toma de Santa Fe. El 16 de enero de 1841 Salvadores se retiró del Ejército Libertador para incorporarse a las fuerzas de Gregorio de La Madrid con quien realizó la campaña en el noroeste, así como en San
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Andrea María Bau