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Mateo Serrano

Biografía

Serrano, Mateo. San Clemente (Cuenca), c. 1550- 1551 – Bruselas (Bélgica), 1616. Militar.

Fue uno de los capitanes del tercio de Infantería española que levantó el maestre de campo Luis Enríquez para la conquista de Portugal, que pasaron muestra ante Felipe II en Cantillana (13 de julio de 1580). A dicho tercio le cupo la toma de Oporto, apareciendo Serrano mencionado en diversas acciones (Fernández de Navarrete, 1862). Reformado al pacificarse el reino (1583) y, tras contraer matrimonio en San Clemente, pasó a Flandes en calidad de entretenido junto a la persona del capitán general, Alejandro Farnesio, hallándose en el sitio de Amberes (1585). En la misma condición le cita en 1587 el coronel Verdugo (Verdugo, 1899), cuando hubo de conducir desde Frisia a Flandes al regimiento irlandés de Guillermo Stanley (1548-1630), uno de los señalados para embarcarse en la frustrada invasión de Inglaterra. Tras la muerte de Farnesio (1592), el conde Pedro Ernesto de Mansfeld (1517-1604), gobernador interino, le prorrogó el entretenimiento y le confió una misión en la Corte, que aprovechó para presentar un memorial al Rey solicitando alguna merced por sus servicios. Regresó a Flandes con una carta de recomendación real (31 de noviembre de 1593), que tuvo efecto el 14 de marzo siguiente cuando fue designado teniente de general de la Artillería. Este empleo ha sido confundido con el de teniente general (Priego Sánchez y Silva Herranz, 2002), que a la sazón sólo existía en el Arma de Caballería, cuando Serrano no era más que uno de los cinco ayudantes del general de la artillería del Ejército de Flandes, Valentin de Pardieu (1529-1595), conde de la Motte aux Bois, y su graduación militar la de capitán del Ejército. Sin embargo, tuvo la dirección de la artillería junto a Cristóbal Lechuga (1556-1623) en el sitio de la pequeña plaza de La Capelle, rendida el 9 de mayo de 1594 y, de nuevo colegiadamente con el anterior —al morir el conde de la Motte durante el cerco de Doullens (16 de julio de 1595)— en la conclusión del asedio a dicha plaza (28 de julio) y durante todo el de Cambrai (20 de agosto-9 de octubre de 1595).

Pese a dichas victorias, la liga católica contra el ya coronado Rey de Francia, Enrique IV, se resentía por la incesante defección de sus antiguos partidarios, por lo que Pedro Enríquez de Acevedo, conde de Fuentes, nuevo gobernador del Estado, le confió la misión de retener la alianza con Juan Luis de Nogaret de la Valette (1554-1642), duque d’Épernon, con quien logró firmar un tratado que comprometía a éste a proseguir la lucha en Provenza el 10 de diciembre de 1595 (Gallardo, 1863-1869: 116).

El año siguiente asistió al nuevo general de la artillería, conde de Boussu, en el asedio de Calais, siendo nombrado, tras la toma de la plaza (24 de abril de 1596), gobernador de Sluis (La Esclusa, Exclusa o Inclusa en nuestros textos), en la vacante producida al pasar Juan de Rivas (muerto en 1617) a gobernar la plaza conquistada. En 1601, asistiendo voluntariamente al sitio de Ostende, hubo de entrar en la plaza, como rehén, junto a Mateo de Otañes (1558-1626), mientras que Lord Fairfax y sir John Ogle, pactaban con el archiduque Alberto su capitulación (22 de diciembre de 1601); pero todo formaba parte de una estratagema del gobernador Francis Vere (1560-1609) para retrasar el inminente asalto español hasta la llegada del socorro que aguardaba por momentos. Una vez reforzado y abastecido por mar (24 de diciembre), el general inglés justificó el quebranto de los pactos, que no habían llegado a firmarse, devolviendo los rehenes con una carta exculpatoria, fechada el 25, alegando que no podía entregar la plaza habiendo sido socorrido. Mateo Serrano permaneció en el lugar hasta que se dio el asalto, la noche del 7 de enero, que fue rechazado, regresando después a Sluis.

El largo asedio de Ostende, que se prolongaría hasta el 23 de septiembre de 1604, fue causa indirecta de la pérdida de Sluis, que controlaba la salida al mar del Escalda y cuya conservación era de vital importancia para la seguridad del comercio portuario de Amberes.

En un desesperado intento por salvar a Ostende, ya cerrada al mar por los sitiadores, Mauricio de Nassau lanzó un ataque de diversión sobre Sluis, donde conseguiría un éxito muy superior al de sus mejores expectativas. Tras desembarcar un fuerte ejército en la isla de Cadzand (25 de abril de 1604), consiguió apoderarse de los fuertes que defendían los aproches a la plaza y la asedió. Artillada con un centenar de cañones y fuerte “por arte y por naturaleza”, hubiera podido resistirlo, pero como la mayoría de los suministros se dirigían a Ostende, apenas había en sus almacenes provisiones para un mes. Consciente del peligro, el archiduque ordenó socorrerla, empresa en la que sucesivamente fracasaron Luis de Velasco (1559- 1626), Fernando Girón (1564-1631) y el mismísimo Ambrosio Spinola, viéndose Mateo Serrano obligado a rendirla el 28 de agosto.

Había prolongado la defensa de la plaza hasta más allá del límite de sus recursos, pero la pérdida había sido sensible por su valor estratégico y porque, además de la artillería, los holandeses capturaron íntegramente la armadilla de galeras surta en su puerto.

Serrano fue acusado de imprevisión por el Consejo de Estado, que ordenó su apresamiento (Roco de Campofrío, 1973), siendo posteriormente enjuiciado y sentenciado a inhabilitación perpetua. El 18 de diciembre de 1605 ya se había ejecutado, pues en dicha fecha le hallamos de nuevo en la Corte, que a la sazón residía en Valladolid, para impetrar el perdón real; dicho día deponía como testigo en las pruebas para la concesión del título de la Orden de Alcántara que pretendía Francisco Calderón de Vargas, hijo del célebre Rodrigo Calderón, antiguo camarada de armas en Flandes, declarando tener cincuenta y cinco años de edad (Castilla artística, 1910). Desde Bruselas, el archiduque apoyó su causa escribiendo al rey (23 de marzo de 1606) que consideraba exagerado su castigo “por la notoriedad de sus servicios”. Aun habría de desplazarse a Madrid en el verano de aquel año, cuando los consejos se trasladaron nuevamente a la antigua Corte, pero finalmente obtuvo el perdón real y en 1609 se hallaba de nuevo en Flandes, empleado por el archiduque como consejero de guerra de aquellos estados, como se acredita en la condena por blasfemia impuesta aquel mismo año por el Santo Oficio a su hijo Francisco, residente en San Clemente (Cirac Estopiñán, 1965). Fungió dicho empleo hasta su muerte, ocupando su vacante el todavía sargento mayor Otañes (11 de julio de 1622), arriba mencionado, futuro maestre de campo, gobernador de Orbetello, en Toscana, y de Alessandria en Milán.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Estado, lib. 253, fols 39v.-40r. (1593) y 58v. (1594), en relación con Serrano; lib. 259, fols. 187v.-188 (11 de julio de 1622); Copiador de Reales Despachos concediendo mercedes, ventajas, entretenimientos, ayudas de costa, pensiones, recomendaciones y pago de sueldos en Flandes; Archivo General de Simancas, Secretarías Provinciales, Milán, leg. 1800, fols. 355 y ss., Consulta a Felipe III, sobre la petición del contador Martín del Corral para que se le dispense la condena de no poder tener sueldo u oficio en el estado de Milán, Madrid, 29 de marzo de 1613, resuelta el 22 de abril siguiente.

F. Verdugo, Commentario del coronel Francisco Verdugo de la Guerra de Frisa, en XIV años que fue gobernador y capitán general de aquel Estado y Exercito por el Rey D. Felipe II, Nuestro Señor, 1595 ant. (1610; Bruxelles, Riessling, ed. H. Lonchay 1899, pág. 122); J. Roco de Campofrío, España en Flandes: Trece años de Gobierno del Archiduque Alberto, 1595-1608, 1621 (Archivo Episcopal de Coria, ms.) (ed., Madrid, Ayuntamiento de Alcántara, 1973, pág. 289); C. Coloma, Las guerras de los Estados Bajos, desde el año 1588 hasta el de 1599, 1625 (Madrid, Atlas, 1948 (Biblioteca de autores españoles, tomo XVIII), págs. 91, 115 y 136); H. Q. Janssen y J. H. Van Dale, Bijdragen tot de oudheidkunde en geschiedenis: inzonderheid van Zeeuwsch-Vlaanderen. Middelburg, Altorffer, 1856, págs. 100 y 105; M. Fernández de Navarrete et al, Continuación de la correspondencia de D. Juan de Silva con Felipe II, en Colección de Documentos Inéditos para la Historia de España (CODOÍN), t. XL Madrid, Viuda de Calero, 1862, págs. 321, 377 y 378; B. J. Gallardo, Ensayo de una biblioteca española de libros raros y curiosos, t. II, Madrid, Rivadeneyra, 1863- 1869, pág. 116; F. de Mendoza, Continuación de las cartas del Almirante de Aragón, don Francisco de Mendoza, al Archiduque Alberto, desde 1599 a 1602, en CODOÍN, vol. XLII, Madrid, Vda. de Calero, 1863, pág. 505; A. Vázquez, Los sucesos de Flandes y Francia del tiempo de Alexandro Farnese, en CODOÍN, vols. LXXII-LXXIV, Madrid, viuda de Calero, 1879-1880, t. II, págs. 315-16 y t. III, pág. 398 (ms. 1614); C. R. Markham, The Fighting Veres. Lives of Sir Francis Vere, General of the Queen’s Forces in the Low countries, governor of the Brill and of and of Portsmouth, and of Sir Horace Vere, general of the English forces in the Low countries, governor of the Brill, master-general of ordnance, and baron Vere of Tilbury, London, Sampson, Marston, Searle & Rivington, 1888, págs. 320-321; Alberto de Austria, “Sobre lo que contienen las cartas del Archiduque Alberto de 21 de março 1606”, en Archivo histórico español. Colección de documentos inéditos para la historia de España y de sus Indias, vol. IV (Academia de Estudios Histórico-sociales de Valladolid), Madrid, Voluntad, 1928, págs. 329-331, págs. 53 y 86; J. de Paz, Catálogo de documentos españoles existentes en el archivo del Ministerio de Negocios Extranjeros de París, Madrid, Estanislao Maestre, 1932, pág. 231 (“Artículos acordados por el capitán Mateo Serrano con el Duque de Épernon en 10 de noviembre de 1595” y “Despacho de S.M. que trajo el capitán Mateo Serrano y papeles de todo lo que por su mano y por la de Mr. de Commin[es] y Mr. De Saint- Martin pasó en aquella negociación”); S. Cirac Estopiñán, Registros de los documentos del Santo Oficio de Cuenca y Sigüenza, t. I (Procesos de Delitos y de Expedientes de Limpieza), Cuenca, Archivo Diocesano, 1965, pág. 304 (n.º 5269); J. Morales y Moreno, “Los Calderones y el Monasterio de Nuestra Señora de Portaceli” en Castilla artística e histórica (Boletín de la Sociedad castellana de excursiones), año 8, n.º 87 (Valladolid), (marzo 1910), pág. 354; H. Priego Sánchez y J. A. Silva Herranz, Diccionario de personajes conquenses (nacidos antes del año 1900), Cuenca, Diputación Provincial, 2002, pág. 353.

 

Juan Luis Sánchez Martín

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