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Juan de Leví

Biografía

Leví, Juan de. ¿Jarque? (Zaragoza), s. t. s. XIV – Zaragoza o Tarazona, p. s. XV. Pintor, doc. 1378-1408.

Pintor medieval perteneciente a una familia de artistas, de probable origen judío o judío-converso, que se clasifica dentro de la escuela pictórica aragonesa en relación ambivalente con el estilo italo-gótico y con ciertos aspectos del gótico internacional. Los Leví estuvieron activos a finales del siglo XIV y a principios del siglo XV, entre los años 1378 y 1408, en la diócesis de Tarazona y Zaragoza, especialmente en el arcedianato de Calatayud y en algunos pueblos del norte de Teruel y sur de Navarra. El arco cronológico de su actividad artística varía sensiblemente según quienes les estudien. Ocasionalmente, se ha querido ver en los Leví un grupo de artistas del prerrenacimiento, pero son formalmente artistas góticos.

De Juan de Leví tenemos menos datos que de Guillén. Por razones lógicas debemos pensar que era judío o converso, probablemente natural de Jarque (Zaragoza), nacido a mediados del siglo XIV y documentado, exclusivamente, entre 1392 y 1407. Antes de ser conocido el documento de la cesión de la totalidad de los bienes que Guillén hizo en 1388 a favor de Juan, firmado ante el notario Juan de Aragón, se pensaba que ambos artistas eran hermanos porque su actividad era coincidente en el tiempo. Para la historiografía actual está fuera de duda que Guillén y Juan de Leví eran familia, pero no está claro el tipo exacto de relación familiar que tenían, pues para unos serían abuelo y nieto, mientras que para otros serían tío y sobrino. La donación de la totalidad de sus bienes (muebles e inmuebles, habidos y por haber) permite deducir que Juan se había formado con Guillén y que de él debió aprender el oficio de pintor y proseguirlo en una suerte de obrador familiar que tuvo notoria continuidad en el tiempo.

Por razones estilísticas se le atribuye haber pintado el retablo relicario del Monasterio de Piedra (Zaragoza) junto a Guillén de Leví, encargado en 1390 por el abad Martín Ponce para guardar la reliquia del Sacro Dubio de Cimballa, conservado hoy en la Real Academia de la Historia (Madrid). Consta que Juan de Leví estuvo asociado con el pintor Pedro (Pere) Rubert desde 1402 hasta 1404, época en que el volumen de trabajo que asumió Leví le obligó a asociarse para atender a los encargos. Leví fue vecino de Zaragoza, pero en 1402 se trasladó a Tarazona para pintar el retablo de San Lorenzo, Santa Catalina y San Prudencio que fue encargado para presidir la capilla funeraria de los obispos Pedro Pérez Calvillo y Fernando Pérez Calvillo, que eran hermanos y se sucedieron en largos episcopados que abarcan de 1352 a 1392 y de 1392 a 1404 y cuyos sepulcros son obra del escultor Pedro de Corcan. La capilla funeraria de los Calvillo es una de las más suntuosas de la catedral Tarazona. Fue beneficiada con una indulgencia otorgada por Benedicto XIII en Avigñón el 22 de Agosto de 1399, y testimonia la larga estancia de su promotor en la corte de Avigñón y su afán por emular la actividad cultural y la elegancia suntuosa de los cardenales de la corte pontificia. El retablo, habitualmente citado como retablo de Santa Catalina, fue pintado entre los años 1399 y 1408, constaba de 35 tablas primorosamente pintadas, de las cuales 1 se ha perdido. Las 3 tablas mayores tienen la efigie de cuerpo entero de cada uno de los santos titulares de la capilla, una tabla situada en la posición central muestra la crucifixión y las 30 tablas menores contienen una minuciosa narración de la vida de cada uno de los tres santos. El conjunto era tan suntuoso que Juan de Leví y Rubert fueron contratados en 1403 para pintar un retablo dedicado a San Jaime, ajustado a idéntico modelo para la iglesia de Montalbán (Teruel), cuyo contrato se firmó el 20 de enero de 1403. A esa época corresponden también las pinturas murales que representaban a los Santos Pedro y Pablo en una de las capillas de la iglesia de Santa María Magdalena de Tarazona, donde estaban enterrados otros familiares de los prelados Pérez Calvillo. El igualmente documentado retablo de San Antón fue contratado el 20 de mayo de 1403. El retablo de santa Apolonia, San Bernabé y Santa Bárbara de la colegiata de Daroca también se atribuye a estos dos artistas asociados. Se sabe que Juan de Leví contrató en 1405 el retablo de Santo Domingo y San Miguel de la iglesia de Santa María de San Gil en Zaragoza, lugar donde también se le ha atribuido el retablo de Santa María. El 11 de noviembre de 1405 consta que Juan de Leví, individualmente, trabajaba en un retablo encargado por el concejo de Foz de Biella para su iglesia parroquial, retablo que no terminó de cobrar hasta 1407. Entre los años 1405 y 1407 se ignora la actividad artística de Juan de Leví, si bien algunos investigadores le atribuyen haber pintado en aquellos años el retablo de Santa Catalina de la colegiata de Tudela y el retablo de Santa Elena de la Iglesia de San Miguel de Estella (encargado por Martín Périz), ambos ejecutados hacia 1406. Se le atribuyen dos tablas sueltas (Crucifixión y Virgen con el Niño) que fueron parte del retablo que hubo en la parroquial de Bulbuente (Zaragoza). Se ignora el lugar y fecha en que murió.

Desde el punto de vista estilístico, sus formas se aproximan más al gótico internacional de gran riqueza cromática y ritmo lineal curvilíneo, cierta expresividad nórdica y riqueza en el tratamiento de ropajes, pero aún adolecen de haberse formado en la fase final del estilo italogótico, con fuerte presencia del arte deutero-bizantino, siguiendo los modelos de la escuela de Siena (especialmente los de Simone Martini), influencia que los Leví debieron recoger procedente del taller catalán de los Serra (quizá directamente de Jaime Serra, Ramón Destorrent y Lorenzo de Zaragoza). Pese a las vinculaciones con otros artistas, no debe olvidarse que Juan de Leví es autor de un estilo propio que gusta de incluir en las composiciones elementos figurativos de clarísimo origen semita (como epigrafías en árabe y hebreo). Se ha relacionado el arte de Juan de Leví con el estilo toscano de Orcagna, con los mecenazgos de los cardenales aragoneses que estuvieron en Avignon e, incluso, se ha insinuado que pudieran haber viajado a Avignon en el séquito del obispo de Tarazona Pérez Calvillo, pero tales afirmaciones no van más allá del campo de la hipótesis. Como en la obra de Leví se dan tres de las constantes estéticas del gótico internacional (influencia de los conceptos narrativos del arte de la miniatura, colorido rico y bien contrastado, e influencia de la minuciosidad del arte de la orfebrería), hay quienes consideran a Juan de Leví el primer artista plenamente internacional en Aragón. Juan de Leví formó a Benito Arnaldín, su más importante discípulo y sucesor, autor del retablo de San Martín de Torralba de Ribota, en el que hereda la técnica y la estética de Leví. 

 

Obras de~: Retablo Relicario del Monasterio de Piedra, Real Academia de la Historia, 1390 (atrib.); Retablo de los Santos Lorenzo, Prudencio y Catalina, catedral de Tarazona, c. 1399-1403; Retablo, iglesia de Montalbán; Retablo de Santa María, iglesia de Santa María de San Gil de Zaragoza, 1404; Retablo de Santo Domingo y San Miguel, iglesia de Santa María de San Gil de Zaragoza, 1405; Retablo de Foz de Biella, 1405; Retablo de Santa Catalina, colegiata de Tudela (atrib.); Retablo de Santa Elena, iglesia de San Miguel de Estella, c. 1406 (atrib.); Tablas de la Crucifixión y de la Virgen, iglesia y ermita de San Bartolomé de Bulbuente (atrib.).     

 

Bibl.: M. Serrano y Sanz, “Documentos relativos a la pintura en Aragón” en Revista de Archivos Bibliotecas y Museos, Madrid, M. Rivadeneyra, 1915, XXXIII, págs. 413-151; J. M. Sanz Artibucilla, “Un retablo gótico en Tarazona (Aragón)”, en Archivo Español de Arte, Madrid, C.S.IC. (1943), n.º 58, págs. 223-238; F. Abbad Ríos, Catálogo monumental de España, Zaragoza, Madrid, C.S.I.C. 1957, pág. 302, fig. 842 y 843;  J. M. Sanz Artibucilla, “Guillén y Juan de Leví, pintores de retablos” en Sefarad, C.S.I.C. Instituto de Filología (1944), pág. 76-83; R. Huyghe, El Arte y el Hombre, París, 1966, traducido al castellano en Barcelona, 1969, pág. 961; J. Gudiol Ricart, Pintura Medieval en Aragón, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1971;  M. C. Lacarra Ducay, Rasgos mudéjares en la pintura gótica, actas del I Congreso Internacional de Mudejarismo (Teruel del 15 al 17 de septiembre de 1975), Teruel, Institución Fernando el Católico, 1981, págs. 89-91; F. Torralba Soriano, Arte en Aragón, Colección Tierras de España, Madrid, Fundación Neguer Marol, 1977; F. Mañás Ballestín, Pintura gótica aragonesa, Zaragoza, Guara Editorial, 1979; “El retablo relicario del Monasterio de Piedra”, en VV. AA., Segundo encuentro de estudios Bilbilitanos, Calatayud, Institución Fernando el Católico, 1989, págs. 323-334; J. M. Azcarate Ristoli, Arte Gótico en España, Madrid, Cátedra, 1990, págs. 309 y 341-343; M. C. Lacarra Ducay, “Juan de Leví, pintor al servicio de los Pérez Calvillo en su capilla de la Seo de Tarazona (1403-1408)”, en VV. AA., Retablo de Juan de Leví y su restauración, Zaragoza, Diputación de Aragón, 1990, págs. 29-45 y 57-63; M. C. Lacarra Ducay, “El Papa Luna, la escultura y la Pintura”, en VV. AA., VI Centenario del Papa Luna. 1394-1994, Jornadas de estudio VI Centenario del Papa Luna, Calatayud, Centro de Estudios Bilbilitanos, Institución Fernando el Católico, 1996, pág. 184; J. M. Pita Andrade, “Tríptico relicario del Monasterio de Piedra”, en Tesoros de la Real Academia de la Historia, Madrid, RAH., 2001, Real Academia de la Historia, págs. 78-88; 251-252; J. Eiroa Rodríguez, Real Academia de la Historia. Catálogo del Gabinete de Antigüedades. Antigüedades Medievales, Madrid, 2006, Real Academia de la Historia, págs. 165-168; H. González Zymla, El altar relicario del Monasterio de Piedra, Madrid, Real Academia de la Historia – Institución Fernando el Católico, 2013.

                     

 

Herbert González Zymla

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