Behechio. ?, m. s. XV – 1503 ant. Cacique principal de Jaraguá.
Nació en lugar desconocido a mediados del siglo xv.
Era cacique principal de la provincia o cacicazgo de Jaraguá, hacia el sudoeste de la isla Española.
Después de fundar la ciudad de Santo Domingo, hacia finales de 1496, el adelantado Bartolomé Colón se dirigió con sus tropas al cacicazgo de Jaraguá con el fin de dominar a Behechio. Éste, que se preparaba para hacer guerra a los españoles, desistió de ello por consejo de su hermana Anacaona, mujer que había sido del cacique Canoabo, y reconoció la soberanía de los Reyes Católicos y se comprometió a pagar el tributo, no en oro sino en algodón y cazabe. El adelantado aceptó el ofrecimiento del cacique Behechio y regresó a la Isabela para comprobar el estado en que se encontraba la primera ciudad fundada por los españoles en el Nuevo Mundo. Durante su estancia en Jaraguá, Bartolomé Colón y su gente fueron obsequiados con cantos y bailes que llaman “areitos”, a la vez que les ofrecían abundantes alimentos de la región, como las sabrosas iguanas.
Meses después, cuando Bartolomé Colón regresaba a Santo Domingo, fue avisado por el cacique Behechio de que ya podía pasar a recoger el tributo acordado de algodón, cazabe, maíz, hutías, pescados y otros productos.
Acumularon tal cantidad, que el adelantado tuvo que mandar traer una carabela desde la Isabela para su transporte. Al mismo tiempo, la hueste de españoles fue agasajada con fiestas y comidas.
Los rebeldes que siguieron a Roldán, una vez que se fue demostrando que no deseaban abandonar la isla, fueron acomodándose en Jaraguá, donde las mujeres eran “más hermosas y de agradable trato” y las condiciones de la tierra en general resultaban muy propicias.
Hasta más de cien españoles se afincaron y se casaron, los más de ellos, con hijas de caciques, asegurándose servidumbre, tierra y vecindad.
En 1503, el cacique Behechio había muerto ya y le había sucedido al frente del cacicazgo de Jaraguá su hermana Anacaona.
Bibl.: J. Pérez de Tudela, Las Armadas de Indias y los orígenes de la política de colonización (1492-1505), Madrid, 1956 (Revista de Indias, años XIV y XV, 57-58, 59, 60 y 61-62); B. de Las Casas, Historia de las Indias, ed. de J. Pérez de Tudela, Madrid, Atlas, 1957; Apologética Historia, ed. de J. Pérez de Tudela, Madrid, Atlas, 1958; G. F. de Oviedo, Historia General y Natural de las Indias, ed. de Juan Pérez de Tudela, Madrid, Atlas, 1959; R. Cassá, Los taínos de la Española, Santo Domingo, 1974; B. Vega. Los cacicazgos de la Hispaniola, Santo Domingo, 1980; C. O. Sauer, Descubrimiento y dominación española del Caribe, México, 1984; M. A. García Arévalo, Indigenismo, Arqueología e Identidad Nacional, Santo Domingo, 1988; J. G. Guerrero y M. Veloz Maggiolo, Los Inicios de la colonización en América, San Pedro de Macorís, 1988; P. M. de Anglería, Décadas del Nuevo Mundo, Madrid, Polifemo, 1989; L. Arranz Márquez, Repartimientos y Encomiendas en la Isla Española. El Repartimiento de Alburquerque de 1514, Madrid, Fundación García Arévalo, 1991.
Luis Arranz Márquez
