Puskas Biro, Ferenc. Budapest (Hungría), 2.IV.1927 – 17.XI.2006. Futbolista.
Excepcional rematador, al que la Federación de Historia y Estadística otorgó el honorífico galardón de mejor artillero en la historia futbolística del siglo xx, por su registro de 512 goles en 528 partidos de Primera División. Hijo de un buen jugador apellidado Pruczfel que decidió cambiarlo al término de la Primera Guerra Mundial por su resonancia inequívocamente germana, bien pronto hizo honor al adoptado —Puskas en magiar significa “escopeta”— convirtiéndose en una pesadilla para los porteros.
Tras cinco títulos de Liga en Hungría, toda una carrera en el Honved de Budapest (Kispest hasta 1943) y con ochenta y cuatro partidos en la mejor selección húngara de la historia, fue contratado por el Real Madrid.
Llevaba dos años prácticamente inactivo, estaba realmente gordo y sumaba treinta y un años. Más que un futbolista parecía una vieja gloria y así lo consideraron muchos al verlo corretear por el césped del estadio Bernabéu. Su mismo entrenador, Carniglia, inquirió al gerente madridista Antonio Calderón sobre lo que esperaban de él ante semejante papeleta. “Póngalo en forma”, sintetizó el mandatario. Y el técnico cumplió a la perfección. Entre 1958 y 1966 el devastador delantero jugó 179 partidos de Liga, marcando 154 goles y sembrando el terror entre las defensas adversarias con su sprint corto, disparo duro y remate oportunista.
Campeón de Liga las ediciones 1960-1961, 1961- 1962, 1962-1963 y 1964-1965, de Copa en 1962, de la Copa de Europa en tres ocasiones y una vez en la Copa Intercontinental, se nacionalizó español e intervino en cuatro encuentros con la Selección española, tres de ellos durante la fase final del Campeonato Mundial de Chile correspondiente a 1960. Medalla al Mérito deportivo del Comité Olímpico Internacional, entregada por Juan Antonio Samaranch y Mejor Deportista del Siglo xx para la Asociación Internacional de la Prensa Deportiva. Una vez retirado ejerció de entrenador en el Alavés, Vancouver Royals, Panatinaikos ateniense, a cuyo elenco hizo disputar la final de una Copa de Europa, o AEK de Atenas, con quienes se proclamaría campeón de la Liga helena.
No halló acomodo en las grandes ligas europeas, sin embargo, por lo que continuó ejerciendo su docencia en geografías tan variadas como Egipto (Al Asri de Port Saind), Chile, Arabia Saudí o Australia.
Aquejado de Alzheimer, la Federación Húngara le tributó un homenaje el 21 de agosto de 2002, contando con la presencia de varios compañeros suyos en el Real Madrid, a los que ni siquiera pudo reconocer, y bautizó como Ferenc Puskas Estadion el antiguo Nec Stadion de Budapest. Desde ese momento el club blanco estuvo girando mensualmente a su esposa unas cantidades con las que hacer frente a su atención médica en el hospital Kutbolgyi, de Buda. Y como pese a ello la situación económica familiar no era buena, volvió a dedicársele otro partido homenaje el 14 de agosto de 2005, enfrentándose la selección húngara al Real Madrid. Falleció en dicho hospital en noviembre de 2006.
Fuentes y bibl.: Archivo del Centro de Investigaciones, Historia y Estadística del Fútbol Español.
Á. Bellón, El Libro blanco. Historia del Real Madrid, Madrid, Universo Editorial, 1991; B. de Salazar et al., Cien años del Real Madrid, Madrid, Diario As, 2001; VV. AA., “Solitudine. Vita da allenatore”, en Calcio 2000 (Milán) (julio de 2001); J. I. Corcuera, Muñecos rotos (inéd.).
José Ignacio Corcuera