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José Pascual de Zayas Chacón

Biografía

Zayas y Chacón, Jose Pascual de. La Habana (Cuba), 1772 – Chiclana (Cádiz), 1827. Militar, teniente general, diputado.

Nació en el seno de una señalada familia de la isla de Cuba, descendiente directo de Francisco de Zayas, que por delegación del adelantado Pedro Menéndez de Avilés se estableció en la isla en 1568. Fue enviado a la Península para iniciar la carrera de las armas, sentando plaza como cadete en el Regimiento de Infantería de Asturias en 1783. Ascendido al primer empleo militar de subteniente en 1788, inició su intensa carrera militar participando en la defensa de Orán, donde fue herido en un brazo, siendo rescatado de entre los escombros durante el terremoto del 9 de octubre de 1790, y permaneciendo en la plaza hasta su evacuación en 1791.

Participó en la guerra contra la Convención francesa como agregado a la artillería del Ejército de Navarra, combatiendo en varias acciones en el mes de julio de 1793, cayendo prisionero y permaneciendo cautivo hasta el año siguiente. El 28 de septiembre de 1794 ascendió a teniente, y tras la firma de la Paz de Basilea, embarcó con su unidad como dotación de refuerzo en los navíos de escolta de la flota de Veracruz. En 1800 tomó parte con su regimiento en la defensa de Ferrol (bahía de Doñinos) contra los británicos, recibiendo una nueva herida de fusil en el brazo derecho, siendo recompensado con el correspondiente escudo de distinción.

El 22 de mayo de 1801 fue ascendido a capitán de granaderos del regimiento Asturias. Su hoja de servicios recoge en aquellas fechas las calificaciones de “valor acreditado, aplicación bastante, capacidad mucha, conducta regular y sirve sobresalientemente en campaña”, apuntando lo que marcaría su actuación durante toda su vida militar. En 1804 ascendió a sargento mayor, siendo destinado al Regimiento de Ordenes Militares. En 1805 fue nombrado por el teniente general O’Farrill como ayudante de campo para la expedición enviada a Etruria como escolta de los Monarcas de aquel reino, permaneciendo en Florencia hasta finales de 1807. De regreso a España, fue destinado en marzo de 1808 al Regimiento de la Princesa con el grado de comandante. Dicho cuerpo se hallaba en Dinamarca, pero nunca llegaría a incorporarse a su nuevo destino, al sorprenderle en la capital los graves acontecimientos que precedieron a la sublevación del dos de mayo.

Su antigua colaboración con O’Farrill, miembro de la Junta de Gobierno provisional, influyó en su designación como comisionado para Bayona. Partió el 29 de abril de 1808 junto a Evaristo Pérez de Castro, al objeto de contactar con personas próximas a Fernando VII, contactos que no culminaron al ser interceptado por agentes franceses nada más cruzar la frontera. De regreso a Madrid, fue destinado a La Coruña, para ocuparse del embarque de tropas con destino a Buenos Aires. Con el país ya en franca sublevación, se detuvo en Valladolid para incorporarse al ejército que el capitán general de Castilla la Vieja, García de la Cuesta, organizaba en aquella ciudad, siendo designado por éste como mayor general de Infantería.

En este puesto participó en la primera acción de la guerra, en Cabezón, el 11 de junio de 1808. Fue enviado a La Coruña para recabar ante la Junta de aquel reino el apoyo del Ejército de Galicia al mando de Blake. Ambos ejércitos se enfrentaron al enemigo en la batalla de Medina de Ríoseco el 14 de julio, donde la falta de coordinación entre sus jefes provocaría la derrota española, mitigada por una retirada hacia Salamanca conducida con acierto por el propio Zayas. El 1 de agosto fue ascendido a coronel. La caída en desgracia del general Cuesta ante la Junta Central provocó la disolución del Ejército de Castilla, así como que la mayor parte de sus mandos y tropa fueran licenciados o integrados en el denominado Ejército del Centro a las ordenes de Castaños, como el caso de Zayas. Se mantiene en misiones secundarias, participando en la derrota de Tudela el 23 de noviembre, y posterior retirada y acción en Bubierca ocupando el cargo de “adicto al Estado Mayor”. En diciembre los restos del Ejército del Centro, ahora bajo mando del duque del Infantado, se concentran y reorganizan en Cuenca. Zayas participa en el combate de Tarancón, primera acción donde aquellas tropas consiguen una clara victoria, rechazando varios ataques de la caballería francesa.

Una vez exonerado Cuesta de sus cargos y puesto al mando del Ejército de Extremadura, reclama a Zayas, quien se incorpora el 8 de enero de 1809 al mando del regimiento de Jaén. Con su unidad combate en Mesas de Ibor, y posteriormente cubre la retirada del ejército. El 28 de marzo participa en la funesta batalla de Medellín, donde como siempre se encontrará en el esfuerzo principal, siendo herido en el asalto a una batería enemiga al frente de sus granaderos. Su unidad es de las pocas que logran retirarse en buen orden en medio de la carnicería que deshace al ejército español. El 8 de abril de 1809 es ascendido a brigadier, y encargado de la vanguardia del ejército extremeño. Combate en las aciones de Gamonal y Alcabón, y el 27 de julio en la importante batalla de Talavera, tras la cual recibe el ascenso a mariscal de campo. En septiembre la vanguardia que manda Zayas, considerada la mejor unidad, es destinada a unirse al Ejército del Centro. En esa situación participará en la batalla de Ocaña el 19 de noviembre, donde las unidades a su mando conservarán el orden en medio de la retirada general. En marzo de 1810 consigue llegar a Cádiz con sus hombres, centrándose a partir de entonces en la mejora de su instrucción. Durante este periodo elabora un opúsculo titulado Instrucciones sobre el buen orden militar en el que condensa su experiencia y refleja su fe en que la obstinación en los combates traerá la victoria final.

Entre los días 3 y 5 de marzo de 1811 participa en la batalla de Chiclana, donde debido a la falta de directrices claras su división tiene una actuación mediocre. El 16 de mayo de 1811 tomará parte en la batalla de La Albuera, bajo la dirección de Blake, donde sus hombres demuestran lo acertado de la instrucción recibida, rechazando varios ataques enemigos en el sector más importante de la acción. Sin embargo, su actuación en Chiclana y el no contar con influencias ante el Gobierno, malograrían su ascenso al empleo siguiente. En agosto pasó con su división a Levante, participando en las operaciones para defender Valencia, siempre bajo el mando de Blake. En diciembre se distinguió en la batalla de Sagunto y defensa de Mislata, pero en enero de 1812 la ciudad y todo el Ejército se verán obligados a capitular, pasando Zayas con el resto de generales y tropas prisioneros a Francia, siendo internado en Vincennes. En diciembre de 1813 fue liberado al objeto de acompañar duque de san Carlos ante las Cortes para negociar el regreso de Fernando VII, aunque finalmente sólo acompañó al Rey en su regreso a territorio español. El 25 de marzo de 1814 fue ascendido a teniente general, recibiendo la Cruz de Sufrimientos por la Patria el 11 de noviembre, y la Gran Cruz y Banda de la Real y Militar Orden de San Fernando el 28 de noviembre. Finalizaría la Guerra encuadrado en el Cuerpo de observación que se internó en la zona fronteriza con Francia en 1815, con motivo de la campaña final contra Napoleón.

El 1 de julio de 1820 fue nombrado diputado en Cortes por La Habana, y el 31 del mismo mes, capitán general de Extremadura. El 7 de julio de 1822 participó en la defensa del palacio real contra los rebeldes. En 1823, estando al mando de las tropas liberales de Madrid, se negó a entregar la ciudad a las bandas realistas que precedían al duque de Angulema, combatiéndolas hasta la llegada de éste el 23 de mayo, día en que abandonando la ciudad, buscó refugio en Málaga. El 30 de mayo de ese año fue despojado de todos sus cargos y honores. En noviembre de 1826, fue declarado “impurificado por liberal y masón”. Posteriormente pasó a la localidad de Chiclana, dónde murió el 28 de octubre de 1827. Por un real decreto fechado el 2 de agosto de 1840 se le reintegrarían todos sus antiguos cargos y honores.

 

Obras de ~: Instrucciones sobre el buen orden militar, Cádiz, c. 1810 (inéd.).

 

Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Madrid), Col. Blake, rollo 3, caja 5, doc. 13.

J. Maroto, “Zayas, un general poco conocido de la Guerra de la Independencia”, en Researching y Dragona, n.º 8, 10 y 15 (1999-2001); A. Gil Novales, Diccionario biográfico del trienio liberal, Madrid, Ediciones El Museo Universal, 1991.

 

José Manuel Guerrero Acosta