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Elvira García

Biografía

Elvira García. ?, m. s. X – 1017. Reina consorte de León, esposa de Vermudo II.

Hija del conde de Castilla García Fernández (muerto en 995) y de Ava de Ribagorza, de origen pirenaico, y hermana de Sancho García, conde de Castilla, apodado El de los Buenos Fueros. Sus primeros años de vida coincidieron con la turbulenta etapa en la que la frontera oriental del Reino de León era constantemente fustigada por las huestes califales de Galib, primero, y de Almanzor, más tarde.

Vermudo II, Rey de León, cuyo poder se tornó inestable por momentos debido a las crisis nobiliarias y a las campañas andalusíes, repudió a su primera esposa, Velasquita Ramírez, y solicitó al conde de Castilla la mano de su hija Elvira, con quien se le encuentra confirmando diplomas a partir de finales del 991. De su matrimonio nacieron, al menos, Alfonso (futuro Alfonso V) en 995 y la infanta Teresa, que pasó parte de su vida en al-Andalus y culminó su cursus vital como monja en León. A la muerte de Vermudo II (999), se ocupó, hasta 1004, de la tutela del nuevo monarca: Alfonso V.

También consiguió acercarse al jefe de la estirpe Beni Gómez, García Gómez, que fue nombrado conde de León y que se convirtió en uno de sus más sólidos apoyos. En 1003 logró la paz con los musulmanes, firmada en Domnos Sanctos (Sahagún, León). Sin embargo, la regencia fue pronto cuestionada por un linaje gallego, a cuya cabeza se encontraba el conde Menendo González, que privó de la misma a Elvira a partir de 1004. En 1005 se solicitó la mediación de Córdoba para resolver este problema interno y la propuesta no fue del agrado de los castellanos, que no dudaron en rebelarse.

En torno a 1007, se produjo una reconciliación general, pronto seguida del asesinato, meses después, del propio Menendo González (1008) y el regreso triunfante al estrado real de Elvira García, que volvió a confirmar, junto a su hijo, muchos de los diplomas que éste otorgó, en los que también se mentaba a su tío y protector Sancho de Castilla. La ambición desmedida de este conde provocó nuevos enfrentamientos con el trono y con parte de la nobleza, a los que no fueron ajenos algunos Beni Gómez. Estos sucesos, unidos a la fitna (guerra civil) que desgarraba al-Andalus, y en la que participaban algunos magnates, como el propio García Gómez o Sancho de Castilla, incrementaron la ambición de éstos y el reino de León, de nuevo, fue sacudido por sus pretensiones.

No dejó Alfonso de castigar a los rebeldes; eso sí, en la medida de sus posibilidades durante su minoría de edad. En 1013, cuando tenía unos dieciocho años, el joven príncipe relegó de nuevo a su madre Elvira, provocando con esta decisión otra revuelta más, ahora encabezada por Sancho de Castilla, García Gómez, el conde Munio Fernández y otros nobles de primera fila disgustados por este cambio radical que les alejó del poder. Durante este período y hasta su muerte, el nombre de Elvira desaparece de esa primigenia posición que ocupaba en los documentos reales. En 1017 tuvieron lugar una serie de oportunas desapariciones: el conde Sancho de Castilla, poco después García Gómez y, en la segunda mitad del año, la propia madre del Rey: Elvira García, de quien se desconoce la fecha exacta de su óbito.

 

Bibl.: J. M.ª Fernández del Pozo, “Alfonso V, Rey de León. Estudio Histórico-documental”, en León y su Historia, V, León, Centro de Estudios e Investigación San Isidoro, 1984, págs. 10-263; M. Torres Sevilla, Linajes nobiliarios de León y Castilla, siglos IX-XIII, Salamanca, Junta de Castilla y León, 1999, págs. 214 y 215; A. Ceballos-Escalera y Gila, Reyes de León (2). Ordoño III, Sancho I, Ordoño IV, Ramiro III, Vermudo II, Burgos, La Olmeda, 2000 (col. Corona de España, XXX), págs. 163, 166, 181, 194 y 195.

 

Margarita Torres Sevilla-Quiñones