Díaz Quintero, Francisco. Huelva, 21.X.1819 – Lieja (Bélgica), 15.VII.1878. Abogado, periodista y político republicano.
Nacido en Huelva en 1819, realizó sus primeros estudios en su ciudad natal y marchó luego a Sevilla, donde cursó el bachillerato y la carrera de Jurisprudencia, fundando una sociedad literaria en sus años de universitario. Recibido de abogado, permaneció cinco años más en Sevilla ejerciendo su profesión y escribiendo en el diario El Sevillano, hasta su desaparición en 1843. En 1846 se trasladó a Madrid, donde siguió compaginando la abogacía con el periodismo, siendo redactor de El Espectador (hasta su cese en 1848) y El Siglo (1848-1849), en el que escribía Nicolás María Rivero; en estas publicaciones dio muestras de su republicanismo y atacó al neocatolicismo. Militando en el Partido Demócrata y en la sociedad secreta Los Hijos del Pueblo, fue apresado por motivos políticos, junto a Fernando Garrido y otros republicanos, en 1850; permaneció un año en la cárcel del Saladero de Madrid.
Al recobrar la libertad se exilió a Portugal, donde concluyó su traducción al castellano de Cosmos de Alexander von Humboldt, que publicó simultáneamente en Madrid y México en 1851 y 1852.
Con la revolución de 1854 regresó a España y fue nombrado miembro de la Junta revolucionaria de Huelva; su candidatura resultó derrotada en las elecciones a diputados de las Cortes Constituyentes. Durante los años siguientes permaneció en la capital onubense dedicado a la abogacía y participando en la vida cultural de la ciudad, inaugurando en el Instituto provincial el curso académico 1858-1859 con un discurso sobre los orígenes de la lengua española. Trasladado a Madrid en 1860, fue redactor del diario demócrata La Discusión, que dirigía su amigo Rivero (entonces convaleciente de las heridas recibidas en un duelo), hasta que en 1863 abandonó la capital por motivos de salud. Tras residir un breve tiempo en Huelva, se marchó a Sevilla, donde reabrió su bufete y trabajó como abogado en la empresa del Ferrocarril de Sevilla a Cádiz, situación en la que se hallaba al producirse la revolución de 1868, en cuyas conspiraciones tomó parte.
Al triunfar el pronunciamiento de la capital hispalense el 19 de septiembre de 1868, fue nombrado por aclamación vocal-secretario de la Junta revolucionaria de la provincia, y como tal redactó el manifiesto Españoles del día 20, que por sus ideas democráticas fue uno de los más influyentes de “La Gloriosa”, siendo también elegido por sufragio universal para la Junta definitiva de Sevilla, que funcionó del 17 al 20 de octubre. Días después fue a Madrid, donde rechazó un cargo de gobernador civil y cooperó en la constitución del Partido Republicano Democrático Federal; en diciembre ingresó en su Comité Nacional.
Siendo presidente honorario del Comité democrático- republicano de su provincia natal, fue elegido en enero de 1869 diputado de las Cortes Constituyentes por Huelva. Formó parte de la Comisión parlamentaria de corrección de estilo y de la que entendió de la desaparición de las alhajas de la Corona. En nombre de la minoría republicana, participó en varias discusiones; destaca su discurso en defensa de la libertad de cultos y de la separación Iglesia-Estado, en el que afirmó no profesar ninguna religión, por considerarlas todas “contrarias a la moral”, y no ser —ni tan siquiera— ateo, para no tener que relacionarse con las religiones “por medio de la negación”. Representó a Huelva en las tres Asambleas federales del partido (1870-1872) y fue uno de los dieciocho diputados federales que firmó el manifiesto contra la Declaración de la Prensa republicana y a favor del Directorio del partido, de 13 de mayo de 1870. Su popularidad durante el Sexenio aumentó con sus nuevos trabajos en la prensa republicana madrileña: fue colaborador de La Discusión (1869) de Bernardo García y de La República Ibérica (1869-1870) de Miguel Morayta, momento en que ingresó en la masonería; tras romper con los federales orgánicos (declaracionistas), fue redactor de La República Federal, que dirigió Luis Blanc entre mayo y agosto de 1870, y fundador y redactor de El Jurado Federal, periódico que vio la luz en agosto de 1871.
Durante el reinado de Amadeo I, fue elegido diputado por La Magdalena (Sevilla) en marzo de 1871 y senador por la provincia de Gerona, junto a los también republicanos Eduardo Chao, Eduardo Benot y Ramón de Cala, en septiembre de 1872. Tras ser admitido senador el 23 del mismo mes, obtuvo, por motivos de salud, permiso para ausentarse tres meses de Madrid el 29 de noviembre de 1872. Miembro de la Asamblea Nacional que proclamó la República el 11 de febrero de 1873, durante el período republicano se barajó su nombre para ocupar una cartera y en mayo fue elegido diputado de las Cortes Constituyentes por cuatro circunscripciones: Huelva, La Magdalena, Jerez de los Caballeros y Llerena, optando por este último distrito pacense. El 18 de julio presentó en las Cortes, junto a Cala y Benot, un proyecto de Constitución Federal alternativo al de la ponencia constitucional (que avalaba Emilio Castelar), en el que no se prefijaban los cantones de la federación, aunque fue retirado por falta de apoyos en la Cámara y por no ahondar en las divisiones entre los propios republicanos.
Como federal intransigente firmó, junto a José María Orense, Benot, Cala y otros diputados de esta corriente, el manifiesto Al País, de 27 de septiembre de 1873, que siendo contrario al Gobierno Castelar, vino a formalizar el cisma en el Partido Republicano Federal. Con la Restauración se exilió, muriendo pocos años después.
Obras de ~: Utilidad e importancia del estudio de las lenguas y bosquejo de los elementos que contribuyeron a la formación de la española. Discurso pronunciado en el solemne acto de la apertura del curso académico de 1858 a 1859 en el Instituto provincial de Huelva, por el licenciado ~, Huelva, Imprenta de José Reyes y Moreno, 1858; (dir.), Enciclopedia republicana federal social. Resumen filosófico-histórico-político de todas las cuestiones sociales, Madrid, Manuel Rodríguez, 1871; con R. de Cala y E. Benot, Proyecto de Constitución democrática federal de la República Española, Madrid, 1873.
Fuentes y bibl.: Archivo del Senado, Exp. Personal, HIS- 0142-07.
VV. AA., Los diputados pintados por sus hechos. Colección de estudios biográficos sobre los elegidos por el sufragio universal en las Constituyentes de 1869, t. II, Madrid, R. Labajos y Cía., 1869-1870, págs. 343-345; A. M. Segovia, Figuras y figurones, t. II, Madrid, E. Jaramillo, 1881 (2.ª ed.), págs. 105-114; E. Rodríguez-Solís, Historia del Partido Republicano español, t. II, Madrid, Imprenta de F. Cao y D. del Val, 1893, págs. 452-453 y 547; V. M. Núñez García, “República y exilio en la figura de Francisco Díaz Quintero (1819-1878): análisis biográfico del precursor del republicanismo federal en la provincia de Huelva”, en J. L. Casas Sánchez y F. Durán Alcalá (coords.), II Congreso sobre el republicanismo. Los exilios en España (siglos XIX y XX), vol. II, Priego de Córdoba, Patronato Alcalá-Zamora, 2005, págs. 31-46.
Gregorio de la Fuente Monge
