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Luis Antón Masa

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Biografía

Antón Masa, Luis. Vertavillo (Palencia), 5.XI.1827 – Támara (Palencia), 1889 post. Político liberal.

Nació en el seno de una familia acomodada y liberal. Su padre, Miguel Antón Núñez, tomó parte activa en la política del Trienio y ocupó un lugar destacado en el Partido Progresista palentino hasta su muerte. Sus hermanos mayores, Jacinto y Miguel, que fueron apresados por el general carlista Gómez en 1836, militaron también en las filas progresistas.

Admirador del general Espartero, al cumplir los quince años se alistó en la compañía de la Milicia Nacional de Vertavillo de Cerrato que mandaba su padre.

Acompañando a éste, que a la sazón era vicepresidente de la Diputación Provincial, vivió en la capital palentina el alzamiento que acabó con la regencia de su ídolo en 1843. A los veintidós años acabó la carrera de Notariado en la Universidad de Valladolid y regresó a su pueblo natal. Tras morir su padre en 1851 y alcanzar la mayoría de edad al año siguiente, decidió no ejercer el oficio de escribano y dedicarse al cuidado de su hacienda y sus asuntos particulares.

Siendo el primer contribuyente local y un declarado enemigo de los moderados, ganó las elecciones municipales de 1853, viéndose obligado el gobernador Linares a nombrarle alcalde, cargo que ocupó a primeros de enero de 1854. Como alcalde de Vertavillo emprendió trabajos públicos para dar ocupación a los braceros y, haciendo caso omiso a las amenazas del gobernador, se negó a satisfacer el empréstito del ministro Esteban Collantes.

Durante la revolución de 1854, de la que su hermano Jacinto fue miembro de la Junta revolucionaria provincial, secundó el movimiento como presidente de la Junta de Vertavillo. Durante el Bienio Progresista fue alcalde y capitán de la compañía de nacionales de la localidad, siendo destituido de estos cargos tras el golpe de O’Donnell de julio de 1856. Durante los siguientes períodos de dominio moderado y unionista ayudó a la reorganización del Partido Progresista, contribuyó con donativos a mantener el periódico La Iberia de Madrid, que era objeto de constantes multas gubernamentales, y fue elegido en octubre de 1863 vicepresidente del Comité provincial progresista de Palencia y representante del mismo en el Comité central de Madrid. Fue fiel al retraimiento electoral acordado por la dirección del partido y desde 1865 figuró como presidente del citado Comité palentino.

Participó en los preparativos de los pronunciamientos de Prim de enero y junio de 1866, auxiliándole económicamente en el primero y viajando a Valladolid para organizar el segundo, donde le sorprendió la insurrección madrileña del Cuartel de San Gil, sin que pudiera secundarla. En 1867 trató de ganarse para la causa revolucionaria al Regimiento de Albuera que estaba de guarnición en Palencia con la ayuda del alférez emigrado León Copeiro del Villar, emisario de Prim, del cabo Manuel Barroso y de algunos conspiradores palentinos.

Tras ser delatado por un teniente de dicho Regimiento, fue detenido, junto a otros diez compañeros (entre ellos los demócratas Felipe Soto y Antonio Domingo), por el gobernador militar coronel García Manfredi y llevado a la cárcel de San Pablo el 14 de junio. El consejo de guerra celebrado el día 29, condenó a pena de muerte a los jóvenes Copeyro y Barroso, que fueron fusilados el 2 de julio, mientras que él lo fue a cuatro años de presidio, recayendo sobre el resto penas iguales o dobles que la suya. Al abrírsele una segunda causa, fue enviado a Madrid, donde permaneció cuarenta y ocho días en la prisión militar de San Francisco y otros treinta y seis en la cárcel del Saladero, al cabo de los cuales fue puesto a disposición del gobernador civil de Palencia, señor Betegón, que le destinó al penal de Burgos, donde permaneció hasta enero de 1868, en que fue indultado. De regreso a Palencia, el gobernador Betegón le prohibió residir en la capital, por lo que, tras la depuración de su amigo Felipe Prieto y Aguado, que fue privado de sus funciones de maestro por haberle auxiliado y alojado en su casa, se estableció nuevamente en su pueblo natal, bajo la vigilancia del alcalde. En los siguientes meses se las arregló para viajar clandestinamente a Valladolid y Madrid a fin de entrevistarse con los miembros de las juntas antiborbónicas de esas ciudades, a las que llevó fondos para la causa revolucionaria y el auxilio de los emigrados.

Al iniciarse la revolución de 1868, volvió a la capital palentina para secundar el movimiento. Participó en la reunión del Casino, donde fue designado vicepresidente de la Junta revolucionaria provincial y, tras pronunciar desde el balcón el primer discurso antidinástico, en la concentración del ayuntamiento en la que los junteros palentinos terminaron de ser aclamados por el pueblo la noche del 29 al 30 de septiembre.

Formó también parte de la Junta definitiva de Palencia, salidas de las elecciones democráticas del día 9, hasta que fue disuelta el 21 de octubre. Como miembro de la Junta palentina, que presidió Fermín López de la Molina y de la que fue vicesecretario su sobrino Esteban Antón Moras (ambos demócratas), votó a favor de la supresión del colegio de jesuitas de Carrión de los Condes (tras decretarse la extinción de la Compañía por el Gobierno Provisional) y del derribo de las murallas de Palencia, que sirvió para dar trabajo a los jornaleros en paro. Poco después marchó a Madrid, donde el ministro de Fomento, Ruiz Zorrilla, le nombró inspector jefe de ferrocarriles de primera clase (con un sueldo de 3.400 escudos al año), con destino en el del noroeste. De regreso a la capital palentina para tomar posesión del cargo, fue propuesto candidato a Cortes por el comité electoral mixto de progresistas y demócratas, saliendo elegido en enero de 1869 diputado de las Constituyentes por Palencia.

Participó en el proyecto de Ley de Minas y en los debates parlamentarios, mostrando un especial interés por los temas educativos. Votó en las Cortes a favor de la incompatibilidad del cargo de diputado con cualquier empleo recibido del Gobierno y, al entrar en vigor esta norma en junio de 1869, optó por mantener su escaño y dimitir de su puesto de inspector. Fue uno de los treinta y ocho diputados esparteristas que firmaron en 1869 el manifiesto A la Nación a favor del duque de la Victoria para Rey de España. Cuando esta candidatura se hizo inviable, votó con la mayoría parlamentaria por Amadeo de Saboya en noviembre de 1870. Al no ser presentado a las elecciones generales de 1871, fue repuesto en el cargo de inspector de ferrocarriles, pero dimitió del mismo poco después para protestar por el apoyo que el Gobierno ofreció al candidato cunero José Gallostra (antiguo unionista) en las elecciones parciales para cubrir una vacante dejada por Manuel Ruiz Zorrilla, con el cual se identificaba.

Efectivamente, al escindirse los monárquicos liberales, en octubre de 1871, entre constitucionalistas de Sagasta y radicales de Ruiz Zorrilla, se inclinó por estos últimos. Durante la Restauración siguió siendo leal al mismo líder y abrazó la causa republicana en las filas del Partido Republicano Progresista, a cuya organización en Palencia ayudó, presidiendo el primer Comité provincial del partido. Hacia 1889 se encontraba prácticamente retirado de la vida política. Fue socio de la Sociedad Económica de Amigos del País y miembro del Colegio de Abogados de Palencia.

 

Bibl.: VV. AA., Los diputados pintados por sus hechos. Colección de estudios biográficos sobre los elegidos por el sufragio universal en las Constituyentes de 1869, t. II, Madrid, R. Labajos y Cía., 1869-1870, págs. 46-48; A. Fernández de los Ríos (dir.), La Asamblea Constituyente de 1869, Madrid, Imprenta de T. Rey y Cía., 1869, págs. 361-364; D. González Andrés, Los políticos de Palencia y su provincia (bocetos y semblanzas), t. I, Palencia, Imprenta y Librería de Melchor Atienza, 1889, págs. 69-108; G. de la Fuente Monge, “Las Juntas Revolucionarias Provinciales en Palencia (30.IX.1868-21.X.1868)”, en Actas del II Congreso de Historia de Palencia, t. III, vol. II (Edad Contemporánea), Palencia, Diputación Provincial, 1990, págs. 1009-1024.

 

Gregorio de la Fuente Monge