Riva-Herrera y Riva, Martín de la. Gajano (Cantabria), 1616 – ?, 1684. Conquistador y fundador.
De familia santanderina de tradición naviera y caballero de Santiago, en 1642 emigró a las Indias, donde recibió el oficio de corregidor de la ciudad de Cajamarca.
Años más tarde, siendo gobernador de Chachapoyas, la muerte de Pedro Vaca de la Cadena dejó vacante la gobernación de la provincia de Mainas y Riva-Herrera se presentó al cargo para organizar la conquista de los territorios colindantes con los ríos Huallaga y Marañón, al noreste de la recién fundada ciudad de Moyobamba. Recibió licencia del Rey por cédula de 17 de abril de 1650, y del virrey conde de Salvatierra el 13 de febrero de 1651, mas tardó aún tres años y medio en conseguir la financiación necesaria para emprender la entrada. Al fin, en octubre de 1654, partió de Moyobamba con cien soldados españoles a pacificar las tierras de los jíbaros. Tras dos años de vanos intentos, el permanente hostigamiento de los belicosos indios, la infructuosa búsqueda de oro, la deserción de sus hombres y el menoscabo de su propia hacienda terminaron por convencer a Riva-Herrera de poner fin a sus proyectos. No obstante, para mantener la gobernación que le había sido concedida, debía asentar poblaciones de españoles. Así, el 10 de octubre de 1656 fundó la villa de Santa Cruz de los Motilones de Lamas (hoy conocida como Lamas, departamento de San Martín, Perú), donde patrocinó el establecimiento de cuarenta familias traídas de las ciudades de Borja y Santiago de las Montañas. Para que estos colonos tuviesen indios a su servicio, les encomendó cierto número de roamainas, que poco tiempo antes habían salido de sus bosques para formar la misión jesuita de los Santos Ángeles Custodios. El mismo proceder seguiría al fundar Santander de la Nueva Montaña el 25 de julio de 1657. El fracasado intento de someter a los jíbaros y los abusos cometidos sobre la población indígena ya pacificada motivaron que, en 1656, el padre Lucas de la Cueva, solicitara al virrey conde de Alba de Liste la destitución de Riva-Herrera como gobernador, proponiendo el nombramiento de Juan Mauricio Vaca de Eban. En efecto, el virrey sustituyó a Riva-Herrera por Vaca, que deshizo la fundación de la villa de Santander y ordenó la restitución de los indios a las misiones jesuíticas. Riva-Herrera reclamó judicialmente sus derechos sin llegar a obtener satisfacción. No obstante, en compensación, fue nombrado corregidor de Cuzco en 1659.
Obras de ~: La Conquista de los Motilones, Tabalosos, Maynas y Jíbaros, s. l., s. f. (comp., ed. crítica e introd. de F. Santos- Granero, Iquitos, Centro de Estudios Teológicos de la Amazonía, 2003).
Bibl.: J. Jouanen, Historia de la Compañía de Jesús en la antigua provincia de Quito: 1570-1774, vol. I, Quito, Editorial Ecuatoriana, 1941-1943, págs. 418-427; F. Santos Granero, Órdenes y desórdenes en la selva central: historia y economía de un espacio regional, Lima, Instituto de Estudios Peruanos-Instituto Francés de Estudios Andinos, 1995.
Jaime J. Lacueva Muñoz
