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Ramiro Pérez-Maura y de Herrera

Biografía

Pérez-Maura y de Herrera, Ramiro. Duque de Maura (IV), conde de la Mortera (VII). Mortera (Cantabria), 25.VIII.1934 – Madrid, 13.III.2001. Diplomático y político.

Nieto por línea materna del historiador y político Gabriel Maura Gamazo, I duque de Maura, y de Julia de Herrera y de Herrera, V condesa de la Mortera; e hijo de Gabriela Maura y de Herrera, III duquesa de Maura, y de Ramiro Pérez de Herrera, oriundo de Ruiloba, con importantes intereses marítimos en Santander.

Tras vivir la expatriación, causada por la Guerra Civil, en Estoril, hasta 1942, recibió la primera comunión de manos de su tío el cardenal Ángel Herrera Oria y comenzó a estudiar con los Hermanos de las Escuelas Cristianas de San Juan de La Salle, siendo compañero de Jesús Aguirre Ortiz de Zárate, más tarde duque de Alba, en Santander, donde vivió, hasta 1951, año en que se trasladó, con su familia, a Madrid para cursar sus estudios en la Facultad de Derecho.

Militante monárquico, desde 1953, se vinculó al grupo Tácito. En 1956 se licenció, pero continuó su formación matriculándose en 1961 en los cursos de doctorado. Un año después, se casó con Lucía de la Peña González-Camino, en Esles (Cantabria), el 10 de julio de 1962, con quien tuvo tres hijos. Habiéndose doctorado, preparó, entonces, las oposiciones a diplomático con Enrique Tierno Galván, ingresando en la carrera en 1964, al tiempo que era profesor ayudante de Derecho Internacional Público (1963- 1965). Más tarde, fue profesor adjunto de Derecho Político (1970-1974), después de retornar de su primer destino diplomático en la Embajada española de Caracas, entre 1966 y 1969, siendo condecorado con la Orden de Francisco Miranda de Venezuela. En 1969 fue destinado al Gabinete Técnico del Subsecretariado de Asuntos Exteriores. Después fue representante del Ministerio de Asuntos Exteriores en la Comisión Permanente de Armas y Explosivos y en la Junta Reguladora de Exportación de Armas. Asimismo actuó como vicepresidente para la Negociación de Cooperación Militar con Francia en el campo terrestre naval y aéreo. Por su labor en estas lides recibió la Gran Cruz al Mérito Militar de 1.ª Clase y se le vio con capacidad para ocupar el cargo de subdirector de Promoción en el Instituto Nacional de Industria, en 1973, en un momento delicado a causa de la creciente inflación debido al incremento de precios del petróleo. En 1975 fue nombrado director de Asuntos Generales de Cooperación Técnica e Internacional y delegado de España en la Agencia Espacial Europea.

Fundador de la Asociación Española de Cooperación Europea, había creado, en 1973, el Club 1980, plataforma donde se agruparon aquellos afines al ideario del Partido Demócrata y de la agrupación liberal democrática y que formaron el germen para que se fundase el Partido Liberal, en 1976, del que fue su primer vicepresidente nacional, siendo presidente Enrique Larroque.

Ese año, acorde con sus pensamientos, comenzó su actividad como articulista de cuestiones económicas y de Derecho Político y editó la revista Gavina: Tribuna Liberal. Además, aceptó del entonces ministro de la Gobernación, Manuel Fraga, su nombramiento como gobernador civil de Baleares, autorizando la primera manifestación del Partido Comunista en España.

Posteriormente, cuando el Partido Liberal pasó a integrarse en la Unión de Centro Democrático (UCD), fue con esta agrupación elegido senador por Mallorca en la legislatura constituyente, siendo por lo demás el único Grande de España que lo ha sido por designación popular. Como tal, fue presidente de la Comisión de Obras Pública y Urbanismo, Transportes y Comunicaciones y vocal de las Comisiones de Asuntos Exteriores, de Competencia Legislativa y de la Constitución, en donde incorporó enmiendas al texto constitucional en el título II: “De la Corona”. Asimismo formó parte como vocal de las Comisiones especiales de Asuntos Iberoamericanos y de investigación sobre escuchas telefónicas, haciéndose por todo ello merecedor de la Medalla al Mérito Constitucional.

Entre 1977, año que fue nombrado presidente del Partido Liberal de Mallorca, y 1979, fue además conseller de Transportes y Comunicaciones de Baleares y, en el siguiente bienio, vicepresidente de la comisión mixta Estado-Baleares para la elaboración del Estatuto de Autonomía.

Con la debacle electoral de la UCD en 1982, retomó su carrera diplomática, siendo embajador en la República de Corea del Sur durante el siguiente trienio, cuya labor fue dignificada con la Llave de Oro de la ciudad de Seúl, la Gran Cruz del Mérito Diplomático de la República de Corea y la obtención del doctorado honoris causa por la Universidad de Ciencias Políticas de Hankuk. Después, volvió a España, entre 1985 y 1993, al ser nombrado secretario general de la Comisión Española de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Culminó su singladura diplomática como embajador en Jamaica-Bahamas (1993-1996) y ante el Gran Ducado de Luxemburgo (1996-2000).

Durante estos últimos años, pudo desarrollar su pasión por la mar en su vertiente mercante, marítima y deportiva; donde señoreó su bonhomía, lo que le llevó a recibir la Gran Cruz al Mérito Naval con distintivo blanco mientras presidía la Real Liga Naval entre 1987 y 1992, institución fundada por su bisabuelo Antonio Maura, y a plasmar la vida naval en sus pinturas al óleo. También, fue vicepresidente del patronato de la Fundación José Canalejas desde 1989 a 1993 y presidente del patronato de la Fundación Antonio Maura, que impulsó, entre 1987 y 2001. En reconocimiento a sus méritos fue distinguido con la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica y fue nombrado caballero de la Orden del Mérito Civil, siéndolo además de Honor y Devoción de la Soberana Orden Militar de Malta.

 

Obras de ~: con E. Larroque, J. García de Mora, U. Nieto, B. Rabassa y E. de Carlos, Partido Liberal, Bilbao, Ediciones Albla, 1977; “Prólogo”, en R. González Echegaray, Historia de Astilleros del Atlántico, Santander, Astilleros del Atlántico, 1978; “Marinos y Navieros”, en VV. AA., Perfiles de Cantabria, t. I, Santander, Fundación Marcelino Botín, 1995, págs. 497-507; Mis recuerdos de la transición española (Impresiones de un liberal), Luxemburgo, Centro Universitario de Luxemburgo, 1997.

 

Bibl.: VV. AA. (Equipo de Documentación Política), Radiografía de las Nuevas Cortes, Madrid, Sedmay, 1977, págs. 104 y 419; P. J. Ramírez, Así se ganaron las elecciones, Barcelona, Planeta, 1977, pág. 344; VV. AA., Los órganos de Gobierno de los regímenes preautonómicos, Madrid, Ministerio para las Regiones, 1978, pág. 70; M. Herrero de Miñón, Memorias de Estío, Madrid, Temas de Hoy, 1993, pág. 73; VV. AA., Gran Enciclopèdia de Mallorca, t. XIII, Palma de Mallorca, Consell Interinsular de Mallorca, 1995, pág 75; F. Díaz Plaza, La Saga de los Maura, Barcelona, Ediciones Nihil Obstat, 2000, págs. 275-283; VV. AA., Gran Enciclopedia de Cantabria, t. VI, Santander, Editorial Cantabria, 2002 (2.ª ed.), pág. 205; 25 Aniversario: Un Senado Constituyente: 1977-1979, Madrid, Senado, 2002, pág. 45; C. Abella Ramallo, Memorias Confesables de un Embajador en el Vaticano, Madrid, Libros Libres, 2006, pág. 25; www.senado.es.

 

Alfonso Pérez-Maura y de la Peña

 

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