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Tomás Vélez Cachupín de la Quintana

Biografía

Vélez Cachupín de la Quintana, Tomás. Castro Urdiales (Cantabria), c. 1700 – ?, s. XVIII. Gobernador de Nuevo México.

Hijo de Francisco Vélez Cachupín y de María de la Quintana, era caballerizo de Juan Vicente de Güemes, conde de Revillagigedo, cuando lo acompañó a Cuba.

En 1749 el virrey Revillagigedo lo designó gobernador y capitán general de Nuevo México, en sustitución de Joaquín Codallos y Rabal, cargo que ocupó hasta 1754, fecha en la que terminó el mandato del virrey. Pero en 1761 fue de nuevo nombrado gobernador de Nuevo México, ocupó el cargo en 1762, en sustitución de Manuel Portilla Urrisola, hasta 1768, que regresó a España.

La carrera de Vélez Cachupín en Nuevo México fue ejemplar: consiguió cumplir las órdenes de la Corona y promover la armonía entre los españoles y mestizos y sus vecinos indios estimulando el crecimiento económico, expandiendo los asentamientos y protegiendo los intereses españoles. Así, luchó en Santa Fe contra los comanches y los apaches y consiguió mantener relaciones pacíficas con ellos, y expulsó a los comerciantes franceses Paul y Pierre Mallet que amenazaban los intereses comerciales españoles; pero tuvo problemas con los franciscanos: apoyaba su apostolado pero no estaba de acuerdo con ciertas prácticas de los frailes.

Se le considera el autor de las órdenes dadas a sus capitanes García y Lorenzo de la Gaza para que fundaran la ciudad de Nuevo Laredo junto al río Bravo.

Cuando Vélez Cachupín ocupó su puesto por primera vez en 1749 los comanches habían estado atacando de forma constante los asentamientos de españoles y mestizos, lo que no sólo había provocado numerosas muertes sino también el estancamiento de la economía. Como la provincia de Nuevo México estaba rodeada de tribus indias pensó que era preferible gobernarlas con políticas pacíficas a aplicar políticas que provocasen incidentes que llevasen a la guerra. Se dio cuenta de que el comercio pacífico con las tribus nómadas relanzaba la economía.

Así que, cuando en julio de 1750 una ranchería de comanches formada por ciento treinta hombres fue a Taos a comerciar con prisioneros, el gobernador permitió la compraventa pero amenazó a los comanches con una declaración de guerra si atacaban Pecos o Galisteo. Aunque los jefes llegaron a un acuerdo con el gobernador, un grupo de comanches atacó Pecos en noviembre. Inmediatamente, Vélez Cachupín se puso en marcha con un grupo de soldados y, seis días después, atacó por sorpresa a un grupo de ciento cuarenta y cinco indios arrinconándolos cerca de la charca de San Diego. La batalla se saldó con numerosas bajas, cuarenta y nueve prisioneros y más de ciento cincuenta caballos a disposición de los españoles.

Liberó a cuarenta y cinco prisioneros a los que dio tabaco y diez flechas para que pudiesen cazar en su vuelta a casa. Amenazó a los prisioneros con cortar el comercio en Taos si no acordaban la paz permanente. Por su valentía y por la compasión que demostró hacia las mujeres y los niños durante el combate, se ganó una magnífica reputación entre los indios, lo que le permitió firmar la paz con los utes y los apaches.

Como parte de su estrategia de protección de Santa Fe y Santa Cruz de la Cañada, en 1751 concedió a siete familias españolas y a trece genízaros alrededor de veintiocho mil acres para la fundación del pueblo de Las Trampas.

En 1754 hizo de nuevo una concesión de tierras a los genízaros en Abiquiú —asentamiento conocido por los juicios sobre brujería que se siguieron en la década de 1760—, con el objetivo de fundar un nuevo pueblo llamado Santo Tomás Apóstol de Abiquiú, para el que el gobernador designó a Félix José Ordóñez Machado como sacerdote y doctrinero. Tuvo lugar otra concesión en Truchas el mismo año.

Para reducir los malentendidos entre comanches y españoles, estableció una lista de precios y unas normas que regulasen los acuerdos comerciales. También estudió la mejor manera de actuar con los indios y, en una carta dirigida a su sucesor, le aconsejó lo siguiente: cuando los comanches se dirijan a la feria de Taos es imprescindible que el gobernador se presente de la forma más brillante posible, que procure protección a la ranchería y a la caballería indias y que prohíba la entrada en la feria cuando él no esté presente. El gobernador debe fumar con los comanches para hacerles entender que son bienvenidos, debe participar en sus diversiones, comportarse de forma serena y hablar de forma expresiva. Pero su sucesor no siguió sus consejos y Vélez Cachupín fue llamado de nuevo en 1761 para ocuparse del gobierno de Nuevo México.

En cuanto llegó puso en libertad a seis mujeres comanches; nueve guerreros comanches y seis mujeres viajaron a Taos para negociar con el gobernador y asegurarse de que había vuelto. Se dio cuenta de la importancia de la entrega de prisioneros en las negociaciones de paz y prohibió la compraventa de genízaros.

Hizo de nuevo una concesión de tierras para la fundación de La Cañada de Santa Clara.

En noviembre de 1765 el virrey le ordenó prohibir y monopolizar la plantación del tabaco indio en Nuevo México. Decidió no cumplir la orden. Consideraba que su aplicación podría producir desórdenes en la economía local y afectar a las relaciones con las tribus nómadas que compraban el tabaco. Pero el virrey insistió en el cumplimiento de la orden y Vélez Cachupín la ejecutó en la primavera de 1766. Sus predicciones se cumplieron.

 

Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Contratación, 5505, n. 1, r. 12, “Tomás Vélez Cachupín”; Contratación, 5481, n. 2, r. 3, 11 r, “Testimonio del marqués de Aranda, fiscal de la Audiencia de México, pesquisa secreta del juicio de residencia de Revillagigedo”, México, s. d., 1757; Escribanía, 246 B, 304 v.; Archivo General del Notariado, Reales Cédulas, “Real Cédula a Güemes”, Madrid, 16 de diciembre de 1753, 73, exp. 121; Provincias Internas, 161, exp. 2, fols. 8-18, “Representaz.on del govern.or D. Thomas Vélez Cachupín sobre restablecimiento de la paz con los comanches”.

VV. AA., Gran enciclopedia de Cantabria, Santander, Cantabria, 1985; C. R. Cutter, The Legal Culture of Northern New Spain, 1700-1810, Alburquerque, University of New Mexico Press, 1995; T. Kavanagh, The Comanches: A History, 1706- 1875, Lincoln and London, The University of Nebraska Press, 1996; M. Ebright, T. Escudero y R. Hendricks, “Tomás Vélez Cachupín’s Last Will and Testament, His Career in New Mexico, and His Sword with a Golden Hilt”, en New Mexico Historical Review, n.º 78 (verano de 2003), págs. 285-321.

 

Covadonga de Quintana Bermúdez de la Puente

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