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Juan Muñoz de Villegas

Biografía

Muñoz de Villegas, Juan. Valladolid, c. 1616 – Toledo, XII.1697. Maestro de arquitectura, ensamblador de retablos y escultor.

Hijo del escultor toledano residente en Valladolid Juan Muñoz Ruiloba, oriundo del valle del Toranco (Burgos), y de la vallisoletana Catalina de Segovia, Juan Muñoz fue un artista toledano cuyo aprendizaje en la arquitectura de retablos lo hizo con Juan García de San Pedro antes de 1633, siendo aprobado por la autoridad arzobispal en 1641 para ejercer como oficial en sus obras.

Se casó en 1642 con Estefanía Sánchez de Torres, hija del escultor José Sánchez, según manifestó en su testamento, otorgado en Toledo en 1691, a la edad de setenta y cinco años. En un primer momento de su actividad artística consta una urna dorada y estofada para la parroquia toledana de Santa Leocadia, diseñada por el maestro mayor de la Catedral Lorenzo Fernández de Salazar y tasada en 1644 por el maestro de arquitectura Alonso García Becerro, y una peana para la estatua de San Miguel de la parroquia toledana de su título, que talló en 1653; pero en su catálogo se documentan obras tempranas en suelo madrileño, como son un retablo menor en 1649 para la villa de Chapinería y el retablo mayor del Convento franciscano de San Bernardino de Colmenar de Oreja, fechado en 1652, y en suelo toledano el retablo de Nuestra Señora del Carmen de la villa de Sonseca.

En la ciudad de Toledo recibió importantes encargos, como el retablo del Santo Cristo de la parroquia de Santa Leocadia y el retablo para Nuestra Señora de la Paz, de la casa profesa de la Compañía de Jesús, en 1656. Con nuevas competencias edilicias actuó como sobrestante de las obras del Cabildo catedralicio y responsable de la conservación de sus inmuebles. Como escultor de la Iglesia primada constan algunas obras no propiamente retablísticas entre 1674 y 1681 y otras más interesantes, como es el caso del túmulo funerario levantado en las exequias de Felipe IV (1665) con la colaboración de los pintores Diego Rodríguez Romano y Nicolás de Latras; además de intervenir en 1683 en la obra y ensamblaje en madera del retablo de San Bartolomé, bajo la dirección del aparejador Pedro González y en compañía del maestro de obras Francisco de Huerta, contratando el escultor Juan Pablo de Estrada la imagen policromada del santo. Desde 1673 realizó, para la parroquia de Argés (Toledo), un conjunto de retablos, incluido el mayor, para el cual el pintor madrileño José Donoso haría la pintura del Martirio de san Eugenio, todo perdido en 1936.

Ostentó el título de maestro mayor de obras de la ciudad, concedido por su Ayuntamiento, tras la muerte de Juan Gómez Lobo en 1679. Bajo esta nueva ocupación profesional se documentan, entre otras, algunas actuaciones de poca relevancia que le alejaban de la arquitectura de retablos y justificaban su responsabilidad al frente de las obras constructivas realizadas en la ciudad, desempeñando tareas propias de un aparejador en edificaciones, al lado de arquitectos como Bartolomé Sombigo Salcedo o Pedro González. En este sentido, actuó principalmente en la gran obra barroca acometida desde 1695 en el edificio del Ayuntamiento de Toledo. De su labor como facultativo o maestro mayor municipal quedan un par de dibujos firmados de su mano.

Aseguró la continuidad del taller creando con sus yernos una escuela familiar de maestros ensambladores, como José Navarro y Francisco Rodríguez de Toledo y de escultores, como Juan Pablo de Estrada, sin desvincularse de otros parientes, como su sobrino el maestro de arquitectura José de Huerta, saliendo bien aprovechados en el oficio otros ensambladores de retablos como Vicente del Valle, Pedro García Comendador en Toledo y Juan Fernández de Techada, con quienes establecería las oportunas relaciones de gremio.

La personalidad de Juan Muñoz de Villegas se encaminó por una firme honestidad con la profesión; defendió ante las instancias arzobispales, por ser la Iglesia el exclusivo comitente de obras, la preeminencia de la actividad artística sobre los oficios mecánicos, y se inclinó en sus obras por una estética clasicista y correcta que huía de los excesos ornamentales del estilo barroco que practicaban otros maestros de su entorno.

 

Obras de ~: Retablo del Santo Cristo de la Misericordia, iglesia parroquial de Santa Leocadia (Toledo), 1655; Retablo de Nuestra Señora de la Paz, iglesia parroquial de San Juan Bautista (Toledo), 1656; [Croquis de planta cuadrangular de edificio porticado o ¿mercado?] y [Croquis de planta cuadrangular de espacio abierto o ¿ plaza?] (dibujos), Ayuntamiento de Toledo, s. f.

 

Fuentes y bibl.: Archivo Diocesano de Toledo, Reparaciones de templos, Toledo, leg. 2, exp. 25; Archivo Histórico Provincial de Toledo, Protocolos, n.os 3757, 3447, 3521, 3525, 3661, 3726, 3730 y 3577; Archivo Histórico de Protocolos de Madrid, n.º 29459; Archivo Municipal de Toledo, secc. Manuscritos, n.º 117, Libro Capitular año de 1697.

M. R. Zarco del Valle, Datos documentales para la Historia del Arte español, II. Documentos de la Catedral de Toledo, Madrid, Imprenta de Fortanet y Clásica Española, 1916; R. Ramírez Arellano, Catálogo de artífices que trabajaron en Toledo, y cuyos nombres aparecen en los archivos de sus parroquias, Toledo, Imprenta Provincial, 1920; M. Gutiérrez García-Brazales, Artistas y artífices barrocos en el Arzobispado de Toledo, Toledo, Caja de Ahorro Provincial de Toledo, 1982; A. J. Díaz Fernández, La casa de ayuntamiento de Toledo, Toledo, Ayuntamiento, 1994; P. Revenga Domínguez, “Pyra Philipica: El túmulo erigido en la Ciudad Imperial para las exequias de Felipe IV”, en Cuadernos de Arte e Iconografía, t. 10, n.º 19 (2001), págs. 165-182; Pintura y sociedad en el Toledo Barroco, Toledo, Junta de Castilla-La Mancha, Consejería de Educación y Cultura, 2002; M. García Ruipérez, M.ª P. Olivares Sánchez y R. de los Reyes Rodríguez, Catálogo de mapas, planos y dibujos del Archivo Municipal de Toledo, vol. I, Toledo, Antonio Pareja, 2004, dibujos n.º 38 y n.º 69.

 

Antonio José Díaz Fernández