García de San Pedro, Juan. Priego (Cuenca), c. 1590 – ¿Priego (Cuenca)?, X.1668. Maestro de arquitectura, ensamblador de retablos y escultor.
Artista de formación toledana, de temprana actividad y maestro de toda una generación de artistas toledanos del siglo xvii, que casó a la hija de su primer matrimonio con su discípulo Alonso García Becerro en 1635. Al enviudar, contrajo segundas nupcias en 1638 con María de Villacreces, de alta prosapia, y volvió a casar en 1647 y en 1664. Es en su testamento, otorgado en Toledo en marzo de 1668, donde declara el lugar conquense de nacimiento, de donde eran vecinos sus padres, Juan García de San Pedro y Catalina Martínez. El artista murió en octubre de ese mismo año, y probablemente en su villa natal, adonde había viajado ocasionalmente. En su condición de maestro de ensamblador al servicio del arzobispado toledano trabajó ya desde 1615 remitiendo informes y valoraciones sobre distintas obras de retablos en parroquias de toda la archidiócesis y recibiendo encargos conjuntos con otros pintores y escultores inscritos en el Libro de Oficiales. En Toledo capital realizó el retablo mayor de la parroquia mozárabe de San Lucas hacia 1619 y un retablo del Santo Cristo para la iglesia de San Lorenzo en 1622, siendo obra notable levantada en 1631 el antiguo retablo mayor de las religiosas franciscanas de San Antonio de Padua, según su diseño y con pinturas del afamado Pedro de Orrente.
Durante su etapa de madurez artística, en las dos décadas siguientes de la centuria, trabajó en retablos para la provincia de Toledo, en Méntrida, Yunclillos, Portillo y Yeles, y se acreditó como el autor de las trazas del tabernáculo y retablo mayor de la desaparecida parroquia toledana de San Antolín y San Marcos, obrados entre 1647 y 1653. En 1647 contrató un retablo para la congregación de Nuestra Señora de la Concepción, de la Casa Profesa de Toledo, que luego acordaría adecuarlo para la cofradía y ermita de Nuestra Señora de la Piedad de la villa de Almorox (Toledo), para plantear uno nuevo para los congregantes marianos en 1652. Juan García de San Pedro desarrolló su capacidad teórica en la traza de retablos lo mismo que en la disciplina arquitectónica propiamente dicha, quizás como aparejador de obras, alcanzando por ello su completa estimación profesional e interviniendo de una u otra forma en el proyecto de edificación de la iglesia de la Trinidad Calzada de Toledo entre 1628 y 1637, como ya apuntara el erudito de la arquitectura española Llaguno Amirola. Eso sí, trabajará con el arquitecto ensamblador José de Ortega la sillería de este mismo monasterio en 1640.
Momento cumbre en su carrera hubiera sido, a la muerte del arquitecto Lorenzo Fernández de Salazar en 1643, la obtención de la plaza de maestro mayor de obras de los Reales Alcázares o el no menos reconocido título de maestro mayor de obras de la ciudad de Toledo, que a la postre se hizo efectivo en el año 1651, tras asiduos servicios a la municipalidad. No deja de ser fructífera para el artista la década de los cincuenta, que se inicia con la importante obra, atribuible a su mano, del retablo mayor de la parroquia de San Cipriano de Toledo. Su maestría le lleva a colaborar con artistas madrileños de la talla de Pedro de la Torre, en un retablo particular de los trinitarios calzados de Toledo (1652), y Alonso García, en el retablo de Santo Tomás de Villanueva de los agustinos calzados de Toledo (1663); y no menos interesante es su relación con el retablo mayor de la parroquia de Orgaz (Toledo), con pinturas de Francisco Rizi, ensamblado en 1653, y destruido en 1936; no se conserva tampoco el grandioso retablo mayor que hizo en 1655 para Villarrubia de Santiago (Toledo). En los años que preceden a su muerte trabaja en obras hoy desaparecidas y para la obra y fábrica de la catedral primada presentó en 1665 una traza para el retablo de San Francisco de Borja que se habría de erigir por encargo del cardenal Baltasar Moscoso y Sandoval, siendo esta obra sobre el papel la última documentada de la actividad artística de un septuagenario Juan García de San Pedro.
Con su enseñanza se formaron los artistas más aptos de la escuela toledana barroca como Alonso García Becerro, Juan Muñoz de Villegas, Francisco de Ampuero y José de Huerta. Del arte de Juan García de San Pedro apenas se puede tener una idea suficiente, pues faltan los ejemplos más señeros de su producción más madura y la posterior, ya que el primer ejemplo conservado, el sencillo retablo mayor de San Lucas, sólo confirma su correcta formación en los círculos herrerianos y clasicistas de Juan Bautista Monegro y Toribio González de la Sierra, del primer cuarto del siglo, si bien su evolución estilística se sigue a través de un par de retablos menores en la parroquia de Méntrida (1635) y en dos obras de empeño como son el retablo mayor de San Cipriano y el de la ermita de la Piedad de Almorox, ambos en torno a 1650, para entender su transición hacia la corriente barroca en boga.
Obras de ~: Retablo mayor de la iglesia parroquial de San Lucas, Toledo, 1619; Retablos colaterales de la iglesia parroquial de San Sebastián, Méntrida (Toledo), 1637; Retablo mayor de la ermita de Nuestra Señora de la Piedad, Almorox (Toledo), 1647; Retablo mayor de la iglesia parroquial de San Cipriano, Toledo, c. 1650 (atrib.); con P. de la Torre, Retablo del Santo Cristo, iglesia parroquial de los Santos Mártires, Talavera de la Reina (Toledo), 1652.
Fuentes y bibl.: Archivo Diocesano de Toledo, Sección Reparaciones de templos, Madrid, leg. 2, exp. 25; Archivo Histórico Provincial de Toledo, Protocolos, n.os 140, 320, 3404, 10598 y 11939; Archivo Municipal de Toledo, secc. Manuscritos, n.º 70, Libro Capitular año 1650[-1651].
M. R. Zarco del Valle, Datos documentales para la Historia del Arte español, II. Documentos de la Catedral de Toledo, Madrid, Imprenta de Fortanet y Clásica Española, 1916; R. Ramírez Arellano, Catálogo de artífices que trabajaron en Toledo, y cuyos nombres aparecen en los archivos de sus parroquias, Toledo, Imprenta Provincial, 1920; D. Angulo Íñiguez y A. E. Pérez Sánchez, Pintura toledana. Primera mitad del siglo xvii, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Instituto Diego Velázquez, 1972; M. Gutiérrez García-Brazales, Artistas y artífices barrocos en el arzobispado de Toledo, Toledo, Caja de Ahorro Provincial de Toledo, 1982; F. Marías Franco, La arquitectura del Renacimiento en Toledo (1541-1631), Madrid-Toledo, CSIC, Instituto Provincial de Investigaciones y Estudios Toledanos, 1983-1986; D. Suárez Quevedo, Arquitectura Barroca en Toledo: siglo xvii, Madrid, Universidad Complutense, 1988 (col. Tesis doctorales, 489/88); M. Agulló y Cobo, “Antonio y Francisco Rizzi”, en Anales del Instituto de Estudios Madrileños, XXXVI (1996), págs. 75-98; P. Revenga Domínguez, Pintura y sociedad en el Toledo Barroco, Toledo, Junta de Castilla-La Mancha, Consejería de Educación y Cultura, 2002.
Antonio José Díaz Fernández
