Eguilior y Llaguno, Manuel. Conde de Albox (I). Limpias (Cantabria), IV.1842 – Madrid, 31.III.1931. Gobernador del Banco de España, político y abogado.
Representa el ascenso de la burguesía en el período de la Restauración, al servicio de la administración del Estado. Además, desde su indudable influencia política y de su poder económico, debidos a sus éxitos profesionales como abogado y economista, es uno de los grandes impulsores comarcales que ha tenido Cantabria a lo largo de la historia. Vinculado al partido liberal de Sagasta, cuya jefatura provincial ocupó desde 1894, fue diputado en Cortes, consejero y presidente del Banco de España, senador vitalicio y ministro en dos ocasiones.
Era el primogénito de un total de siete hermanos. Sus padres eran Gregorio Eguilior y La Torre, prestigioso abogado, natural de Ahedo de Carranza, y Ciriaca Llaguno García, natural de Trucíos. Posiblemente debido a sus vinculaciones familiares, se trasladó a Córdoba para estudiar Humanidades. Después prosiguió sus estudios universitarios en la Universidad Central de Madrid, donde terminó el bachiller en Artes (1858) y la licenciatura en Derecho Civil y Canónico y Derecho Administrativo (1864). Se dedicó varios años al ejercicio de la abogacía en Madrid, especializándose en asuntos de índole económica. Se casó por entonces con una mujer de la alta burguesía madrileña, Carmen Avial Llorens, con la que no llegaría a tener descendencia. De hecho, el título de conde de Albox sería heredado por Gregorio, hermano de Manuel Eguilior, que fue diputado (1916) y senador (1918 y 1923) dentro del partido liberal romanonista.
Juan Francisco Camacho, entonces ministro de Hacienda y más tarde gobernador del Banco de España, lo llevó en 1881 como abogado asesor de su Ministerio, aunque Eguilior tuvo que renunciar por el acta de diputado por Laredo. Eguilior venció en las elecciones hasta 1898, a raíz de un acuerdo que propiciaba que ese distrito, junto con el de Cabuérniga, que estaba controlado por Pablo Garnica, fuera reservado para los candidatos del partido liberal de Sagasta. De hecho, Eguilior aparecía en el caricaturesco “Mapa del caciquismo en España”, publicado en la Revista Gedeón en 1897. En las elecciones de 1881 venció a su oponente Manuel Sáinz Terreros por 584 votos frente a 298; en 1884, venció con 792 votos; en 1886, venció al independiente Bolívar con 981 frente a 61; en 1893, ganó con 7.197 votos, sin oposición; en 1896, también sin adversario, con 7.668 votos; lo mismo que en 1898, con 7.796 votos. A patir de entonces, Francisco Sáinz Trápaga le sucedió como candidato en Laredo.
Durante el largo tiempo que ocupó el puesto de diputado (1881-1898) se interesó vivamente por diversas cuestiones que ateñían a su tierra. Intervino en el expediente de construcción del puente de Treto, cuyas obras sufrían un considerable retraso, en la reparación de la iglesia de Ajo, en la mejora de los puertos de Castro Urdiales y Santoña o en la subvención para las escuelas de Colindres. Animados por su cortesía, visitaron Cantabria algunos de los más importantes políticos de su tiempo, como Sagasta (1891) y el conde de Romanones (1912).
En el Senado estuvo, durante la legislatura de 1884 y 1885, en la comisión inspectora de las operaciones de la deuda pública y en el proyecto de creación de los registros de propiedad en Linares, La Unión, Sabadell y Cuevas. El 19 de abril de 1898 la Reina Regente le nombró senador vitalicio, en sustitución del arzobispo de Toledo, que había fallecido hacía poco tiempo. Ese mismo año accedió a la vicepresidencia del Senado, hasta 1899, y de nuevo más tarde, en 1901-1902. Entre 1898 y 1923 ocupó un puesto en la Cámara Alta en calidad de senador vitalicio.
En estos años fue miembro del Consejo del Banco de España y presidente de la Comisión Inspectora de la Deuda Pública. Sus inquietudes económicas le condujeron al cargo de consejero del Banco de España (1880-1888). Fue gobernador del Banco de España en dos ocasiones: primero, llamado por el ministro de Hacienda, Joaquín López Puigcerver, que había sido su compañero en la universidad, del 21 de octubre de 1897 al 6 de marzo de 1899; y después, del 13 de enero al 19 de julio de 1916. Tomó posesión en esta última vez el 17 de enero de 1916 y escribió al presidente del Senado ofreciéndole su “más eficaz cooperación en cuantos asuntos de relaciones con ese cuerpo legislador” se llevaran a cabo. El presidente le respondió deseándole “los mayores éxitos en su inteligente gestión”. Ocupó las subsecretarías de Ultramar (1883) y de Hacienda (1885-1886). Además, fue consejero de Estado (1906-1908), presidente de la Comisión de Presupuestos y de la Comisión Inspectora de Deuda Pública (1908) y miembro de numerosas comisiones de obras públicas y asuntos hacendísticos.
Alcanzó cargos ministeriales en tres ocasiones: fue ministro de Hacienda del 21 de enero al 5 de julio de 1890 y del 15 de noviembre al 6 de diciembre de 1902, con Sagasta, en sustitución de Venancio González y de Tirso Rodrigáñez, respectivamente, y ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes del 31 de octubre al 1 de diciembre de 1905 con Montero Ríos. En todos estos períodos destacó Eguilior por su profusa actividad parlamentaria, como correspondía a un cargo tan elevado. Estaba en posesión de las grandes cruces de Isabel la Católica (1883) y de Carlos III (1889). Recibió el título de conde de Albox por Alfonso XIII el 20 de diciembre de 1905. El nombre del título le vino en honor a su activa y decisiva participación en la reparación de los daños producidos por las inundaciones del 11 de septiembre de 1891, que habían afectado sobre todo a las localidades de Consuegra (Toledo) y Albox (Almería).
Su prolija actividad administrativa no le hizo olvidarse de su villa natal, Limpias. Allí levantó, a principios del siglo xx, el palacio del Castañal, siguiendo el proyecto encargado a Emilio de la Torriente. Con una superficie de dos mil metros cuadrados, el inmueble fue adquirido en 1999 por el Gobierno de Cantabria, que lo ha habilitado como Parador Nacional de Turismo. En Limpias construyó prácticamente a su costa la Escuela Nacional de Primera Enseñanza. El Estado contribuyó sólo con un cuarto del presupuesto total, que ascendió a casi ochenta mil pesetas. Las obras, que también habían sido dirigidas por Emilio de la Torriente Aguirre, se basaban en un proyecto de Antonio Ferreras, arquitecto de la Dirección General de Instrucción Pública. Se inauguraron el 16 de septiembre de 1912. Presidió el acto, en representación del gobernador civil, el inspector provincial de primera enseñanza, Tomás Romojaro. También se hallaba Enrique Pico, diputado provincial y albacea de Eguilior. Según narra Antonio del Campo, el conde, acompañado por su esposa, “declinó las manifestaciones de que ambos fueron objeto, por entender que cuanto hiciese en bien de la villa de Limpias no era otra cosa que el cumplimiento estricto del deber”. En ese deber estaba también la adquisición de un órgano para la iglesia parroquial de San Pedro y la generosa donación económica que hizo llegar para la traída de aguas.
Manuel Eguilior murió en Madrid dos semanas antes de la proclamación de la Segunda República. El funeral se ofició en la iglesia de San Justo, en cuyo cementerio reposan sus restos junto con los de su esposa, que había fallecido algunos años antes.
Fuentes y bibl.: Archivo del Senado, exps. personales, HIS-0012-05; Archivo del Congreso de los Diputados, Serie Documentación Electoral, 92 n.º 1, 96 n.º 11, 103 n.º 9, 105 n.º 41, 107 n.º 45, 109 n.º 45, 111 n.º 45.
M. Crespo López, Cántabros del siglo xix. Semblanzas biográficas, Santander, Ediciones de Librería Estvdio, 2004, págs. 236-239; L. Sazatornil Ruiz y A. B. Lasheras Peña, “Retratos de elegancia y poder. Sorolla y los condes de Albox”, en Trasdós, 5 (2003), págs. 8-37.
Mario Crespo López
