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Fernán Gómez de Guzmán

Biografía

Gómez de Guzmán, Fernán. ?, p. t. s. XV – Fuenteovejuna (Córdoba), 22.IV.1476. Noble, comendador mayor de la Orden Militar de Calatrava.

Mal conocido y de semblanza desfigurada por la comedia Fuenteovejuna que recoge su cruel asesinato por sus vasallos (los estudios del profesor Cabrera arrojan luz sobre ello), procedía de una rama menor del poderoso linaje Guzmán. Bajo los maestres Pedro Girón (1445-1466) y Rodrigo Téllez Girón (1466-1482) ocupó la encomienda mayor, segunda dignidad, de la orden militar de Calatrava. Participó en las turbulencias políticas del tercer cuarto del siglo XV y fue su víctima: luchas castellanas nobiliarias con sus réplicas regionales y locales bajo Juan II (1406-1454) y Enrique IV (1454-1474), agudizadas bajo la anarquía (1464-1474) y la guerra de sucesión (1474-1479); contiendas entre los reinos peninsulares; y pugna entre Corona y alta nobleza, ésta con su hegemonía política intacta aún bajo el autoritarismo regio (MªC. Quintanilla). El contexto próximo es el de las disputas entre los Guzmán y los Girón por el maestrazgo de la orden de Calatrava, rica institución nobiliaria ya, donde descollaron los Guzmán en el siglo XV, con los dos maestres Gonzalo Núñez (1385-1405) y Luis de Guzmán (1405-1443), el comendador mayor Juan Ramírez de Guzmán y su hijo el propio Fernán Gómez. Los Girón eran advenedizos en la orden y el reino hasta el ascenso del segundón Pedro Girón, maestre gracias a Juan II y hermano del poderoso Juan Pacheco. A Fernán Gómez lo debió marcar la rebeldía cismática de su padre Juan Ramírez (m.1452 ó 1453), guerrero afamado (Claros varones) y comendador mayor desde 1426, que pretendió el maestrazgo desde 1440 frente a tres rivales: el clavero Fernando de Padilla, quien lo derrotó en 1442 (Barajas, Damiel); Alfonso de Aragón (1443-1445) y Pedro Girón (1445-1448). Renunció en 1448 a cambio de una fuerte compensación que incluía Osuna. La historia del linaje es confusa. Los hijos de Juan Ramírez, ilegítimos (aunque afirma su dispensa para casarse Ortiz de Zúñiga), fueron dos (Salazar) o tres (Moreno de Guerra). Conocemos a 1) Juan Ramírez de Guzmán, primer señor de Teba y Ardales, del Consejo Real y mariscal de Castilla, y 2) nuestro Fernán Gómez de Guzmán, que tuvo muchos hijos naturales, uno el caballero calatravo Juan Ramírez de Guzmán. Varios árboles genealógicos suprimen a Fernán Gómez, quizás por su inglorio final: así los de José Pellicer (Col. Pellicer, BRAH, t. 29, 9-4083), Alberto-Arturo García Carraffa, y R. Sánchez Saus. Sí lo registra Salazar y Castro (Col. Salazar, BRAH, 9/305, ff. 132v, 241v). Parece que era primo de Pedro Girón y tío de Rodrigo Téllez (O’Callaghan, 359, n. 76; Col. Salazar, 9/832, ff.166r-166v), sus rivales.

Era comendador de Talavera y Las Casas de Plasencia el 19 de septiembre de 1445 (Rades, f. 78r), cuando en el Capítulo de Almagro votó por maestre a su padre frente a Pedro Girón. Después fue comendador de Villarrubia (Rades, f. 78r). Apoyó a su padre, pero, tal vez joven aún, no estuvo presente en su derrota en 1442 (Rades, f. 69v.; Crónica de Juan II, 609). Fue comendador mayor hacia 1452, antes de la fecha que da Corchado (1466), pues ya con esa dignidad y ese año mandó copiar los Proverbios de Fernán Pérez de Guzmán al criado del conde de Alba Antón de Ferrera (1.1.1452, Menéndez Pelayo, 624, n. 72); y como tal le dedicó Pero Tafur Andanças e viajes (1453-1457, Jiménez de la Espada; 1454, Vives). Cabrera infiere su aspiración al maestrazgo alimentada por el resentimiento familiar y por su cargo. El enfrentamiento con los Girón creció cuando el maestre Pedro se apropió de Osuna (1464). Muy perjudicado, a cambio Fernán Gómez recibía para la encomienda mayor Fuenteovejuna y Belmez, reacias a la jurisdicción señorial. Entró en Fuenteovejuna en 1467, pero Girón ocupó el castillo de Belmez en 1464. La tensión estalló bajo el irregular maestrazgo de Rodrigo Téllez Girón. Palencia recoge su enemistad (Crónica, II, 285). El maestre mantuvo Belmez, y en la guerra sucesoria castellana militó junto a la Beltraneja, controlando el Campo de Calatrava. El comendador mayor Fernán, en el bando isabelino contra lo que indican Rades y Lope, dominó casi todo el señorío andaluz con el clavero García de Padilla; y tras las victorias de Fernando e Isabel, esperaría acceder al maestrazgo como recompensa. El maestre Téllez solicitó y obtuvo el perdón regio el 2 de junio de 1476.

Para entonces, Fernán Gómez ya había sido linchado en Fuenteovejuna, en la noche del 22 de abril de 1476: los vecinos sitiaron la casa, asesinaron a sus hombres, lo hirieron y lo defenestraron, con vejaciones a su cuerpo moribundo y luego a su cadáver. Saquearon la casa y el concejo retuvo sus bienes. La rebelión ha sido objeto de diferentes análisis, actualizados por Emilio Cabrera. Se inscribe en los conflictos antiseñoriales del bajo Medievo, que Fuenteovejuna ya protagonizara antes; Córdoba la apoyaba para evitar su enajenación. Se justifica un descontento coyuntural contra Fernán Gómez por su presión fiscal y el entredicho impuesto a las dos villas a raíz de la excomunión del señor cuando acaparó diezmos y tierras del cabildo cordobés. Pero más allá, incidieron múltiples factores enmarcados en la historia político social de Andalucía y Castilla, la anarquía y los intereses de la Corona, las ciudades, la nobleza y la orden de Calatrava. Cabrera y Moros no descartan la tesis de Alonso de Palencia (Crónica de Enrique IV) sobre la confabulación del maestre calatravo y don Alonso de Aguilar contra el comendador mayor. Ambos se beneficiaron de su muerte: a) Aguilar, alcalde mayor de Córdoba (cuyo interés utilizaba), recuperaba la jurisdicción sobre la rica Fuenteovejuna y un poder regional frente al conde de Cabra, aliado de Fernán Gómez. b) Y el maestre Rodrigo Téllez, aliado del marqués de Villena y derrotado por los Reyes Católicos, conjuraba la amenaza de la posibilidad real de Fernán de obtener el maestrazgo. Tras la sublevación, los vecinos (cuyo odio contra el yugo señorial habían manejado los poderosos) aspiraron a una autonomía que se frustró: la villa pasó ya el 29 de abril a jurisdicción cordobesa. Los reyes, aún en pleno afianzamiento y necesitados del apoyo ciudadano, renunciaron a aplicar un castigo ejemplar y perdonaron a los adversarios. La milicia inició un pleito por el paso de Fuenteovejuna a la jurisdicción de Córdoba, pero hubo de esperar a 1480 (13 de diciembre, Medina del Campo), cuando la reina ordenó entregar la villa a la orden de Calatrava (traslado en Belmez, 6 de mayo de 1481: AHPCR, O.M. Calatrava). Poco después de su perdón real, Téllez Girón donaba al ricohombre y servidor regio Juan Ramírez de Guzmán todos los bienes y rentas que hubiera poseído por la orden de Calatrava su hermano asesinado (Capítulo calatravo, 26 de junio de 1476, S. Bartolomé de Almagro) . La donación se repite enriquecida (Col. Salazar, RAH, [M-25] 9/832, ff. 166-166v; M-22, ff. 72-72v; copias autenticadas: Ibid., M-104, ff.154r-154v; M-130, ff. 36v-37v). Es llamativa dado que Juan Ramírez no ocupaba cargo alguno en la milicia: es otro beneficiario de la muerte de Fernán Gómez. Debería estudiarse la relación entre ambos; o bien actuó contra su hermano (Téllez Girón encomia sus servicios a la orden), o el maestre quiso congraciarse con los reyes.

El perfil depravado de Fernán Gómez se debe a la comedia Fuenteovejuna de Lope de Vega, inspirada en Rades que ya lo presenta como tirano, inmoral y partidario de la Beltraneja (Chronica, f. 80r). Pero lo último es falso, y aunque no cabe excluir los abusos sexuales, la defensa de su honor por los villanos es arquetípica del Siglo de Oro. Deben recordarse los intereses que inciden en la revuelta, y también, como anota E. Cabrera, el que Lope sea protegido de un descendiente de Pedro Girón, el propio duque de Osuna. En contrapartida, autores coetáneos ensalzan a Fernán Gómez como guerrero y letrado: era virtuoso y culto para Tafur; y latinista, mecenas y buen militar para Alonso de Palencia (La perfeçion del triunfo, 1459). Lo alaba Fernán Pérez de Guzmán (Loores) y los Reyes Católicos le llaman fiel servidor. Cuidó su biblioteca, ya que encargó copiar ciertas obras. Para Durán Barceló, podría ser pariente de Nuño de Guzmán, latinista y amigo del librero florentino Vespasiano da Bisticci e humanistas italianos, y cercano a Alonso de Palencia que estudió retórica en Italia. 

 

Fuentes y bibl.: Real Academia de la Historia, Colección Pellicer (antes denominada “Grandezas de España”), t. 29; RAH, Colección Salazar y Castro, M-22, M-25, M-104, M-130, D-29, D-30; Archivo Histórico Provincial de Ciudad Real, Orden Militar de Calatrava, doc. n.º 12.

F. F. de Rades y Andrada, Chronica de las tres Ordenes y Cavallerias de Santiago, Calatrava y Alcantara, parte Orden de Calatrava, Toledo, 1572 (ed. facs. con est. de D. W. Lomax, Barcelona, El Albir, 1980, fols. 78r., 79v.-80r.); D. Ortiz de Zúñiga, Discurso genealógico de los Ortices de Sevilla, Cádiz, Imprenta Pedro Ortiz, 1670 (2.ª ed. anotada por J. Pérez de Guzmán y San Juan, conde de La Marquina, Madrid, Imprenta de la Cdad. Luical, 1929, pág. 225); P. Tafur, Andanças e viajes de Pero Tafur por diversas partes del mundo avidos (1435-1439), ed. de M. Jiménez de la Espada, Madrid, Imprenta de Miguel Ginesta, 1874 (ed. con el tít. Andanças e viajes de un hidalgo español, est. y descripción de Roma por J. Vives Gatell, present., ed., ils. y notas de M. Jiménez de la Espada, Barcelona, El Albir, 1982); R. Ramírez de Arellano y Díaz Morales, “Rebelión de Fuente Obejuna contra el comendador mayor de Calatrava, Fernán Gómez de Guzmán. 1476”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, XXXIX (1901), págs. 446- 512; F. Pérez de Guzmán, “Loores de los claros varones de España”, en R. Fouché Delbosc (ed.), Cancionero castellano del siglo XV, vol. XIX, t. I, Madrid, Bailly-Ballière, 1912-1915 (col. Nueva Biblioteca de Autores Españoles, vol. XIX; XXII), pág. 706; J. Moreno de Guerra, “Casa de los Guzmanes, duques de T’Serclaes”, en Revista de Historia y de Genealogía Española, III (1914), pág. 509; A. y A. García Carraffa, Diccionario heráldico y genealógico de apellidos españoles y americanos, vol. 42, Madrid, Imprenta Antonio Marzo, 1920-1963; F. Pérez de Guzmán, “Generaciones y semblanzas”, en C. Rosell (ed.), Crónicas de los Reyes de Castilla, Madrid, Atlas, 1953 (col. Biblioteca de Autores Españoles, 68), págs. 704; J. F. 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Raquel Torres Jiménez