Rojas Niño de Ayala, Pedro de. Conde de Mora (III). Toledo, p. s. XVII – Madrid, 29.VIII.1665. Clérigo, mayordomo, miembro del Consejo de Italia e historiador.
Hijo de Francisco de Rojas, I conde de Mora, y de Francisca Portocarrero, hija de López de Guzmán y de Francisca de Guevara, condes de Villaverde. Sus abuelos paternos fueron Francisco de Rojas, señor de Mora, Layos y el Castañar, y Mariana de Guevara, hija de los condes de la Puebla de Montalbán.
Su niñez la pasó en Sevilla como paje del cardenalarzobispo Fernando Niño de Guevara. Abandonó la ciudad hispalense en enero de 1609, al fallecer su benefactor.
Volvió a su casa paterna, situada en la parroquia toledana de San Andrés, acompañando su féretro, enterrado en el convento de las jerónimas de San Pablo. Es posible que al año siguiente comenzase a estudiar en la Universidad Complutense de Alcalá, donde obtuvo el grado de bachiller y, según escribió, de maestro en Arte.
Con toda certeza, tomó órdenes menores en 1615, en la condición de clérigo de epístola, pues a partir de entonces decía ser clérigo. El 28 de julio del año 1616 fue nombrado vicario del coro de la catedral toledana, en sustitución de Antonio de Sandoval y Moscoso, hijo de los condes de Altamira, al haber renunciado éste a la dignidad catedralicia por su casamiento con la marquesa de Villanueva del Fresno. Hasta ese momento respondía únicamente al nombre de Pedro Niño de Ayala.
El Cabildo catedralicio designó al canónigo Dionisio de Melgar como instructor del expediente de limpieza de Pedro Niño, tal y como era preceptivo desde la aprobación estatutaria del cardenal Silíceo. La elaboración de la información fue rápida, puesto que comenzó el 21 de julio y concluyó siete días después, lo cual le permitió acceder al cargo al día siguiente.
Curiosamente, ninguno de los testigos hizo referencia ni a sus años de universitario ni a la maestría en Arte.
Su hermano primogénito, Lope de Rojas, II conde de Mora, más conocido con el nombre de Francisco de Rojas y Guzmán, falleció en 1621. Era caballero de Calatrava y había contraído matrimonio con Mariana de Ribera. Al no tener descendencia, Pedro heredó el mayorazgo, el título condal —con la obligación de anteponer el apellido Rojas al de Niño de Ayala— y obtuvo el patronato de la capilla de la Epifanía, situada en la iglesia toledana de San Andrés. Este lugar también fue el escogido por el embajador Francisco de Rojas para el enterramiento de sus padres, familiares o fieles servidores como Baltasar Eliseo de Medinilla, un poeta de reconocido mérito que había sido secretario de su hermano Francisco.
El rey Felipe IV le concedió el hábito de la Orden Militar de Calatrava en noviembre de 1621 y dos años después Pedro Niño contrajo matrimonio con Guiomar Enríquez de Villena, hija de Enrique Enríquez de Guzmán y de Isabel Mexía de Guzmán, condes de Alba de Liste.
Pedro de Rojas Niño mantuvo un pleito con la dignidad arzobispal toledana y su secretario de rentas, el canónigo José Pantoja, entre los años 1628 y 1630, que resulta interesante para conocer el abanico de productos agrícolas cultivados en la villa condal, donde mantuvo un palacio y un jardín-huerta con exquisito esmero. Fue un dadivoso patrono del convento de frailes franciscanos de su villa, en cuyo recinto serían sepultados algunos de sus sucesores.
Asistió a la concurrida academia toledana del cigarral de Buenavista, propiedad del cardenal arzobispo Bernardo Sandoval y Rojas, al que acudían literatos y poetas como Tirso de Molina, Jerónimo de Ceballos o Jusepe Vaca de Herrera.
Obtuvo el cargo de mayordomo de la reina Mariana de Austria, hija del emperador Fernando III, y esposa de Felipe IV, a partir de 1649. Hacia 1650 fue nombrado miembro del Consejo de Italia y, sobre algunos de los asuntos allí tratados, entre los años 1653 y 1654, escribió varias cartas al duque del Infantado.
Pedro Rojas recibió una herencia muy endeudada que, al estar poco acostumbrado a las estrecheces, cargó con censos, cuyos intereses no pudo pagar, ante lo cual los acreedores le embargaban sus rentas mediante un concurso de acreedores.
Durante una de sus estancias en Toledo, quizá en 1635, ajustó con Juan Ruiz de Pereda la impresión del libro que lleva por título Discursos ilustres históricos y genealógicos. Unas notas manuscritas de Cristóbal de Toro, que son del siglo xviii por la claridad de la escritura, tan interesantes como voluminosas, resaltan las graves incorrecciones que contiene dicha obra. También escribió un voluminoso libro titulado Historia de Toledo, del cual recibió críticas poco favorables.
Juan Lucas Cortés, en 1663, opinaba que era una obra que desmerecía porque estaba apoyada únicamente en romances antiguos, patrañas y fábulas vulgares, y apostilló: “injuria grande de estos tiempos, i de estos reinos”.
Pedro Rojas falleció en Madrid el 29 de agosto de 1665. Al no tener hijos de su matrimonio, el condado y el mayorazgo los heredó Antonio de Rojas Ibarra, hijo de Catalina de Aguilera y Rojas, mujer de Juan de Ibarra, conde de Moratalaz, e hija de Antonio de Rojas, hermano de Francisco de Rojas y Ribera. La aceptación del título y del vínculo llevaba implícita la aceptación de las deudas y la obligación de pagar a los acreedores.
Obras de ~: Discursos, ilustres, históricos y genealógicos, Toledo, Juan Ruiz de Pereda, 1636; Historia de la imperial, nobilísima inédita y esclarecida ciudad de Toledo, Madrid, Diego Díaz de la Carrera, 1654.
Fuentes y bibl.: Archivo Catedral de Toledo, Fondo limpiezas de sangre, exp. 120; Libro de actas capitulares, 1615- 1617, n.º 27; Archivo General Diocesano de Toledo, Rentas decimales, partido de la Puebla de Montalbán, dezmería de Mora; Archivo Histórico Nacional, Sec. Nobleza, Bornos, C. 60, D. 6; Osuna, C. 3360, D. 2; Osuna, CT. 247, D. 4; Archivo Histórico Provincial de Toledo, Protocolos, n.º 1690, fol. 875; 11.623, fol. 178; 11.624, fol. 126; 11.628, fol. 168 y 11.640, fol 30.
N. Antonio, Biblioteca Hispana Nova sive hispanorum scriptum qui año MD ad DCLXXXIV floruere noticia, Madrid, J. Ibarra, 1783-1788; A. Martín Gamero, Los cigarrales de Toledo: recreación literaria sobre su historia, riqueza y población, Toledo, Severiano López Fando, 1857 (reprod. facs. Toledo, Zocodover, 1982); C. Pérez Pastor, La imprenta en Toledo. Descripción bibliográfica de las obras impresas en la Imperial ciudad de Toledo desde 1483 hasta nuestros días, Madrid, Imprenta y Fundición de Manuel Tello, 1887; G. Marañón, “La academia del conde de Mora”, en Papeles de Son Armadans, I (1956), págs. 20-23; J. J. Labrador Herraiz, R. A. Difranco y M. T. Cacho, El cancionero de Pedro de Rojas, Cleveland, State University, 1988; P. López Pita, Layos. Origen y desarrollo de un señorío nobiliario: el de los Rojas, condes de Mora, Toledo, CAT, 1988; H. Rodríguez de Gracia, El señorío de Mora: De la Orden de Santiago a los Rojas toledanos, Toledo, IPIET, 1990; L. Martz, A network of converso families in Early Modern Toledo, Michigan, UMP, 2002.
Hilario Rodríguez de Gracia
