Rodríguez de Castro, Álvaro. ?, c. 1130 – XI.1187 post. Noble, mayordomo y alférez real de León, esposo de Urraca Alfonso (Reina consorte de Navarra).
Noble castellano, hijo de Rodrigo Fernández de Castro y, según algunos genealogistas, de Estefanía Pérez de Traba, aunque la documentación informa que Rodrigo casó con Elo Álvarez. Álvaro Rodríguez o Ruiz debió de ingresar en la Corte castellana a mediados del siglo XII, al igual que sus hermanos Fernando, Pedro y Gutierre, probablemente bajo la custodia de su tío Gutierre Fernández de Castro.
Debió de acceder a la mayoría de edad poco antes de 1147, pues se sabe que participó en la conquista castellano-leonesa del alto valle del Guadalquivir y el puerto de Almería.
Las crónicas, no obstante, silencian sus noticias hasta la década de 1160, cuando surgieron algunas diferencias en el seno del clan. Fernando y sus hermanos se aliaron con Fernando II de León, deseoso de mediatizar el reinado de su sobrino Alfonso VIII, mientras que Gutierre permaneció en la Castilla gobernada por Manrique de Lara, regente del joven Monarca.
De Álvaro se sabe que se hallaba en la Corte leonesa, donde parece que protagonizó un conato de rebelión en Asturias, tierras que controlaba por haber desposado con Urraca Alfonso, hija natural del emperador Alfonso VII y viuda del Rey de Navarra. Vuelto a la obediencia regia, logró la alferecía de Fernando II en 1169, así como el gobierno de Asturias, Sarria y las almenas de la capital del reino. El momento de mayor éxito le llegó en 1173 y 1174, cuando accedió a la mayordomía regia leonesa, aunque a finales de esta década regresó a Castilla. Fue, no obstante, una estancia esporádica, pues no tardó en retornar al reino vecino, sin que se tengan noticias suyas con posterioridad a noviembre de 1187.
Su posición le permitió un matrimonio ventajoso, pues consta que desposó, tal y como se ha dicho, con la reina Urraca en 1163. El enlace debió de acordarse a principios de la década de 1160, al igual que el de su hermano Fernando y la infanta Estefanía, aunque Urraca ya se hallaba difunta en 1164. Quedó libre, por tanto, para celebrar segundas nupcias, de ahí que algunos genealogistas afirmen que casó con María Vélaz y les asignen el señorío de Chantada. Sea o no cierta tal suposición, su única descendencia conocida es Sancho Álvarez, que llegó a gobernar las Asturias leonesas en 1196.
Bibl.: L. de Salazar y Castro, Historia Genealógica de la Casa de Lara, Madrid, Imprenta Real por Mateos de Llanos y Guzmán, 1696; P. de Barcelos, Livro dos Linhagens; en Portugaliae Monumenta Historica, Scriptores, vol. I, Lisboa (Portugal), Academia de las Ciencias, 1856, págs. 236-390 (ed. facs., Liechtenstein, 1967); J. González González, Regesta de Fernando II, Madrid, Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 1943; El Reino de Castilla en la época de Alfonso VIII, Madrid, CSIC, 1960; J. de Salazar Acha, “El linaje castellano de Castro en el siglo XII: consideraciones e hipótesis sobre su origen”, en Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, t. I (1991), págs. 33-68; M. Torres Sevilla-Quiñones de León, Linajes nobiliarios en León y Castilla (siglos IX al XIII), Salamanca, Junta de Castilla y León, 1999; J. de Salazar Acha, La casa del Rey de Castilla y León en la Edad Media, Madrid, Real Academia de la Historia, 2000; A. Sánchez de Mora, La nobleza castellana en la Plena Edad Media: El linaje de Lara, Sevilla, Universidad, 2006.
Antonio Sánchez de Mora
