Pérez Serrano Garrido, Andrés. Écija (Sevilla), 1704 post. – 12.I.1792. Platero.
Nacido en Écija poco después de 1704, hijo de José Antonio Pérez Serrano, platero cordobés avecindado en Écija, y de Petronila Garrido Osuna. Formado posiblemente en el taller de su padre, en 1728 contrajo matrimonio con María Antonia del Carmen Vega, de quien llegó a tener nueve hijos (María del Rosario, María Jacinta, Juan Manuel, María Mercedes, Francisco Solano, José, Andrés, Miguel y Antonio). Recibió un capital valorado en 3807 reales, en los que se incluía el valor de las herramientas de platero proporcionadas por su padre; la dote nupcial de la novia ascendió a 9784 reales. Este mismo año ingresó como cofrade en la hermandad de la Santa Vera Cruz, establecida en su capilla del compás del Convento de San Francisco de Écija. Desde el momento de la boda aparece como maestro platero, viviendo y trabajando en la Plaza Mayor, en una casa arrendada a Felipe de la Puerta; permanecerá en este lugar al menos hasta 1740. Entre este año y 1750 fue en varias ocasiones alcalde de plateros y fiel contraste de oro y plata.
También por estos años comienza a desempeñar otras actividades lucrativas, además de la platería; consta documentalmente que, desde 1741 a 1752, tuvo arrendada la mitad de un molino de aceite propiedad del marqués de Villaverde, situado en el pago de Bañuelos.
Por entonces trasladó su domicilio a la barrera de la Platería, donde abrió su tienda. La buena marcha de sus negocios le permitió efectuar una inversión que habría de proporcionarle gran rentabilidad económica y prestigio social: el día 12 de marzo de 1750 compró un oficio de jurado del Ayuntamiento de Écija a Juan José Díaz Bejarano y esposa, por precio de 5000 reales.
Asimismo, entre 1766 y 1767, llevó a cabo varios encargos de platería para la marquesa de Peñaflor, destacado representante de la aristocracia local; para la realización de estas obras contó con la ayuda de su hijo Juan Manuel Pérez Serrano Vega y del platero cordobés Juan Gómez de Luque “Cabrilla”, que incluso llegó a trasladar su vecindario a Écija. Se sabe que, al menos hasta 1770, Andrés Pérez Serrano continuó ejerciendo su oficio de platero, pues en dicho año debió realizar una lámpara que se encuentra ante el altar de San Pablo, en la iglesia de Santa Bárbara.
En 1773, al morir su esposa, Andrés Pérez Serrano hizo partición de bienes entre sus hijos, manifestando entonces que sus herramientas de platería habían sido heredadas por su primogénito Juan Manuel Pérez Serrano Vega. En 1781, cuando se llevó a cabo la creación del Colegio de San Eloy de Écija sólo aparece este último como platero participante; al mismo tiempo, su padre continuaba ejerciendo funciones como jurado del Cabildo municipal. Ya anciano, tras enviudar y perder a varios de sus hijos, fue acogido por su hijo mayor, que vivía en la calle del Cordero de San Juan. En su compañía murió a principios de 1792, siendo enterrado en la capilla de la Santa Vera Cruz, del Convento de San Francisco. Fue testigo durante la redacción de su testamento, meses antes de fallecer, el platero José Franco Hernández Colmenares.
Su marca de autor y de fiel contraste es: “PRZ”.
Obras de ~: Ciriales y Campanillas, Parroquia Mayor de Santa Cruz de Écija (Sevilla), c. 1755; Lámpara, Parroquia de San Juan Bautista de Écija (Sevilla), 1758; Lámpara, Parroquia de Santa Bárbara de Écija (Sevilla), c. 1770.
Bibl.: G. García León, El arte de la platería en Écija, siglos XV-XIX, Sevilla, Diputación Provincial, 2001, págs. 163-164.
Gerardo García León