Martínez, José. El Burgo de Osma (Soria), p. m. s. xvii – p. s. xviii. Platero.
Artífice activo entre 1653 y 1708. Su trayectoria comenzó en 1653, año en el que su padre, Pedro Martínez, firmó contrato de aprendiz del oficio de platero con el burgense Agustín Díez de Mendoza, por dos años. Más tarde, abrió taller en la villa, realizando, a partir de 1661 y hasta final de siglo, la mayoría de las obras de platería de la catedral. La primera que se documenta hace referencia a la fabricación de dos medios cuerpos de plata que Juan de Palafox le había encargado.
Tras superar una serie de problemas, en las cuentas correspondientes al año 1669, se anotó el pago de esta obra en un total de 11.576 maravedís. Más adelante, aparece trabajando para la iglesia catedral, recibiendo importantes sumas de dinero: en 1670, recibió 32.767 maravedís por hacer nuevos siete cañones de ciriales y los relicarios que le había encargado Juan de Palafox, entre los que habría que incluir múltiples arreglos, así como la limpieza de gran cantidad de piezas; en 1674 recibió 13.039 maravedís por arreglar y limpiar diferentes piezas de plata; en 1676 cobró 4.624 maravedís por arreglar y limpiar varias piezas de plata; en 1677, se le pagaron 4.218 maravedís por arreglar cuatro candeleros, la cruz grande de plata, un cetro, cuatro vinajeras y dos ciriales y en 1678, 1.224 maravedís por reparar una sacra y dos cálices.
Años más tarde, entre 1680 y 1681, trabajó para la catedral en compañía de los plateros Juan García de Garnica y Pedro Martínez, en la realización de dos hostiarios y un plato nuevos, además de diferentes arreglos en otras obras de plata. Entre 1686 y 1687, trabajó en solitario y recibió 15.844 maravedís, de la misma manera lo hizo entre 1690 y 1691, cobrando esta vez, 5.910 maravedís. En las cuentas correspondientes a los períodos 1692-1693 y 1694-1695, volvió a trabajar con Juan García de Garnica. En estos años aparecen algunas noticias que hacen referencia “al platero del Burgo” y hay que pensar que, posiblemente, se refiera a José Martínez; por ejemplo, el platero que en 1674 arregló un pie de cáliz y una custodia de la iglesia parroquial de Talveila, o el que reparó, tres años después, la cruz procesional de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Espeja de San Marcelino. En 1667 arregló la cruz de Nuestra Señora del Castillo de Calatañazor.
La última conocida sobre su existencia data de 1708 y se refiere a la petición de una limosna al Cabildo de la catedral “para aiuda a poder convalecer”, recibiendo la gracia de 20 reales. La marca que aparece en la manzana de la cruz procesional de La Hinojosa, con lectura Z/M, podría ser la suya.
Obras de ~: Cruz procesional, La Hinojosa (Soria), 1653-1708.
Bibl.: M.ª A. Manrique Mayor, Las artes en Soria durante el siglo xvii. Estudio documental y artístico, tesis doctoral, Zaragoza, Universidad, 1987 (inéd.); J. Herrero Gómez, La platería en la ciudad de Soria. Siglos xvii-xix, Soria, Centro de Estudios Sorianos, 1993; “Plateros burgenses (siglos xviixviii)”, en XX Siglos, 33 (1997), págs. 31-38; Platería Soriana, 1600-1800, Soria, Diputación Provincial, 2000; Orfebrería Soriana. Siglos xvii y xviii. Arciprestazgos de Tierras Altas y Pinares, Madrid, Universidad Complutense, 2001.
Javier Herrero Gómez
