Mora, Juan de. ?, c. 1620 – ?, León, 26.XII.1677. Platero.
Natural de una localidad sin identificar situada fuera de la antigua diócesis de León, llegó para establecerse en su capital a principios del segundo tercio del siglo XVII. Fue un platero importante durante las décadas centrales del siglo en la ciudad de León, localidad que atravesaba momentos de crisis y donde trabajó como platero de su Catedral, además de regentar uno de los talleres más prósperos del momento, amén de hacerse cargo del contraste municipal, oficio este último que desempeñó entre 1659 y 1676. Al margen de ser autor de diversas obras para la iglesia mayor leonesa y otras localidades circundantes, su importancia radica en ser uno de los primeros artífices que asumió las influencias que por entonces llegaban desde algunos talleres vallisoletanos con los que mantenía un estrecho contacto. Juan de Mora redactó su testamento el 25 de diciembre de 1677, con el que dejó para la posteridad un testimonio completo de su vida y su trabajo. Al día siguiente el platero fallecía en su casa rodeado de su esposa, amigos y compañeros de trabajo.
La platería de Juan de Mora fue la tienda más rentable de su tiempo en León. La demanda de piezas debió de ser tal y sus expectativas tan altas, que empezó a comerciar con obras adquiridas en otros centros, para lo que se hizo cliente habitual del taller del platero vallisoletano Juan de Aguilar donde obtenía principalmente diversas tipologías de carácter civil. En el conjunto general de sus obras se puede observar la influencia que ejerció sobre su arte la platería vallisoletana de mediados de siglo, más cercana al purismo del estilo oficial que los trabajos que se realizaban en León. Este carácter se ve acentuado de manera especial en sus cruces procesionales, de aspecto severo, y decoración geométrica.
Sin embargo, Juan de Mora, al igual que otros muchos plateros que trabajaron durante el siglo XVII en una ciudad tan pequeña como León, fue un artista dedicado en gran parte a comerciar con piezas salidas de su taller, sobre todo en los encargos de piezas religiosas.
Su relación comercial y artística con la iglesia no se vería reducida a los meros encargos de taller; trabajó como maestro platero de la catedral entre 1660 y 1676, y, aunque su obra fue diversa, el encargo más importante le llegó en 1669, el de labrar cuatro blandones nuevos para el altar mayor.
Su trabajo y su obra suponen un escalón fundamental para la correcta evolución y comprensión del fenómeno de la platería en el León del segundo tercio del siglo XVII.
Obras de ~: Pareja de cetros para sochantres, catedral de León, 1645; Cruz procesional, Villarente, 1656; Lámpara para capilla del Arcediano de Mayorga, catedral de León, 1665; Juego de tintero y salvadera, Ayuntamiento de León, 1666; Juego de blandones para Altar Mayor, catedral de León, 1669; corona de plata de la capilla de los Condes de Rebolledo, catedral de León, 1671.
Bibl.: M.ª V. Herráez Ortega, “Los contrastes y marcadores de la platería leonesa en los siglos XVII y XVIII”, en Estudios Humanísticos (León), 21 (1999), págs. 263-274; J. Alonso Benito y M.ª V. Herráez Ortega, Los plateros y las colecciones de platería de la Catedral y el Museo Catedralicio-Diocesano de León (siglos XVII-XX), León, Universidad de León, Servicio de Publicaciones, 2001 (col. León, historia y sociedad, vol. XI).
Javier Alonso Benito