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María de los Ángeles de las Heras Ortiz

Biografía

Heras Ortiz, María de los Ángeles de las. Rocío Dúrcal. Madrid, 4.X.1944 – Torrelodones (Madrid), 25.III.2006. Actriz y cantante.

Hija primogénita de los seis hijos habidos en el matrimonio formado por María Ortiz y Tomás de las Heras, un probador de una fábrica de automóviles, nacida en el castizo barrio de Cuatro Caminos, era llamada familiarmente Marieta, desde que pasara, siendo niña, una larga temporada en Valencia. Mediados la década de 1950 quería ser cantante a toda costa y se presentaba, acompañada de uno de sus abuelos, a todos los concursos radiofónicos de noveles que existían, como “Conozca a sus vecinos”, “Ruede la bola” y “Vale todo”.

Cuando Televisión Española comenzó sus emisiones regularmente, tuvo un espacio denominado “Primer aplauso”, en el que debutó con quince años la entusiasta cantante. Un productor cinematográfico y cazatalentos, Luis Sanz, la descubrió en aquel programa, convirtiéndose en su mentor artístico. La bautizó con el sobrenombre de Rocío Dúrcal.

A partir de 1961 rivalizó con Josefa Flores Marisol, la otra niña prodigio del cine español, que le llevaba un par de años de adelanto en el cine. Rocío Dúrcal siguió los dictados de su descubridor, recibiendo una esmerada educación que incluía, entre otras enseñanzas, lecciones de Música, a cargo del maestro Mancha, al año siguiente. A ésta le siguieron, en 1964, Tengo diecisiete años y La chica del trébol, bajo las órdenes de José María Forqué y Sergio Greco, respectivamente.

Después se sucedieron una serie películas, dirigidas por Luis César Amadori, hasta final de la década: Más bonita que ninguna (1965), Acompáñame (1966), Buenos días, condesita (1967), Amor en el aire (1967) y Cristina Guzmán (1968). Tras dirigirla, en 1969, Eugenio Martín en Las Leandras, repitió con Luis Lucia en 1971 con La novicia rebelde. A esta película siguió Marianela, de Angelino Fons, en 1972, y Díselo con flores, de Pierre Grimblat, dos años más tarde. Finalmente, Me siento extraña, de Enrique Martí Maqueda, cierra la lista en 1977 con los catorce títulos que incluye su filmografía. En casi todas estas películas, la mayoría con argumentos de comedia desenfadada, mostraba no sólo su aceptable talento de actriz sino sus excelentes condiciones musicales. Entre las canciones correspondientes a esa filmografía, interpretó: “Canción de juventud”, “Que tengas suerte”, “Don Quijote”, “Trébole”, “Más bonita que ninguna”, “Si yo tuviera rosas”, “Acompáñame”, “Luna de España”, “Mi amigo”, “Encuentro”, “Pichi” y “Los nardos”.

En septiembre de 1964 realizó su primera incursión en el teatro con la obra Un domingo en Nueva York, una comedia norteamericana que se representó en el teatro Infanta Isabel de Madrid bajo la dirección de Adolfo Marsillach. Volvió a las tablas en 1977, a las órdenes de Cayetano Luca de Tena, en una obra de Santiago Moncada titulada La muchacha sin retorno, y con compañía propia representó en el teatro Reina Victoria la obra Contacto peculiar, del dramaturgo inglés Mike Stott, nuevamente dirigida por Adolfo Marsillach. Para televisión, interpretó Cleopatra y la serie Los negocios de mamá.

A partir de 1977, rotas entonces sus relaciones con su mentor artístico, comenzó a triunfar en México, cantando rancheras. Parecía un riesgo que una española se desplazara a tierras aztecas a interpretar el folclore de este país. Pero salió victoriosa del empeño gracias a unas hermosas composiciones que le brindó el también cantante Juan Gabriel: “Fue un placer conocerte”, “Ya me voy”, “Fue tan poco tu cariño”, “La muerte del palomo”, “Se me olvidó otra vez”, “Me gustas mucho”, “No lastimes más”, etc. Su relación artística y sentimental con los mexicanos continuó hasta el final de su vida.

Dado el éxito con el que disfrutaba en México, decidió establecerse en su capital, pasando largas temporadas, desplazándose a otros países hispanoamericanos donde sus discos obtenían inmejorable acogida y elevadas ventas. Esa circunstancia la alejó de España, regresando sólo de manera espaciada. No obstante, estaba en contacto permanente con su familia: su esposo, Antonio Morales (Junior), con quien había contraído matrimonio el 15 de enero de 1970, y sus tres hijos, Carmen, Antonio y Shaila. Cuando se le detectó una grave enfermedad luchó con entereza, dignamente. Su muerte, a los sesenta y un años de edad, fue muy sentida. Incinerada, parte de sus cenizas fueron trasladadas a México. Se depositaron en una tumba de la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.

 

Obras de ~: Canción de juventud, Madrid, Philips, 1962; Las películas de Rocío Dúrcal, Madrid, Philips, 1963; Éxitos de Rocío Dúrcal, Madrid, Philips, 1964; Más bonita que ninguna, Madrid, Philips, 1965; Acompáñame, Madrid, Philips, 1966; Mi amigo / Encuentro, Madrid, Philips, 1967; Buenos días, condesita, Madrid, Philips, 1967; Amor en el aire, Madrid, Philips, 1967; Cristina Guzmán y otros grandes éxitos, Madrid, Philips, 1968; Las Leandras, Madrid, Philips, 1970; La novicia rebelde, Madrid, Philips, 1971; Canta a Juan Gabriel (vols. 1, 2, 3 y 4), Barcelona, Ariola, 1978-1980; La Gata, Barcelona, Ariola, 1981; Fue tan poco tu cariño, Barcelona, Ariola, 1983; Las rancheras de Rocío Dúrcal, Barcelona, Ariola, 1983; La copla. Soledad, Madrid, Serdisco, 1992; Rocío Dúrcal (1962-1965), Madrid, Rama Lama, 1993; Las canciones de mis películas, Madrid, Polygram Ibérica, 1994; Entre tangos y mariachis, Madrid, BMG, 2001; Alma ranchera, Madrid, BMG, 2004; Me gustas mucho. Todos los grandes éxitos, Madrid, Sony & BMG, 2005; El concierto en vivo, Sony & BMG, 2005; Rocío Dúrcal (1966-69), Madrid, Rama Lama, 2006; Quisiera ser un ángel, Madrid, Universal Music, 2006.

 

Bibl.: E. González del Rey, Biografía completa de Rocío Dúrcal, Madrid, Ibérico Europea de Ediciones, 1969; J. R. Pardo, Historia del pop español, Madrid, Guía del Ocio, 1975, págs. 73, 75, 93, 238, 278-279, 285 y 306; M. Román, Canciones de nuestra vida, Madrid, Alianza Editorial, 1994, págs. 409-412; C. Aguilar y J. Genover, Las estrellas de nuestro cine, Madrid, Alianza Editorial, 1996, págs. 193- 194; J. A. Hurtado, “Dúrcal, Rocío (María de los Ángeles de las Heras Ortiz)”, en J. L. Borau (dir.), Diccionario del cine español, Madrid, Alianza Editorial-Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de España, 1998, págs. 300-301; J. Arce, “Dúrcal, Rocío (María de los Ángeles de las Heras Ortiz)”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la Música Española e Hispanoamericana, t. IV, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 1999, pág. 572; J. Aguilar, Rocío Dúrcal, volver a verte, Madrid, Nuevos Escritores, 2006; M. Sánchez, Rocío Dúrcal, siempre, Madrid, Infraganti, 2007.

 

 

Manuel Román Fernández Arnedillo.

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