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Patricio Redondo Moreno

Biografía

Redondo Moreno, Patricio. Paco Itir. El Cubillo (Guadalajara), 1.V.1899 – San Andrés Tuxla (México), 31.III.1967. Maestro freinetiano.

Hombre de personalidad acusada, evidenciada en el porte con su capa castellana y su melena, permaneció soltero, sin descendencia; no concedía demasiada importancia al pasado, por lo que las noticias sobre su infancia y juventud son escasas (tomadas de la prensa del momento y de la Gaceta de Madrid); gustaba decir que había nacido dos veces: en El Cubillo y en Coatzacoalcos en 1940.

Hijo de Casta, maestra, y de Pascual (muerto en 1909), recaudador de contribuciones de la zona de Cogolludo, concejal y empresario de yeso, estudió bachillerato en Guadalajara, cuyo título obtuvo en Madrid; allí se matriculó en la Facultad de Ciencias de la Universidad Central en el curso 1901-1902, disciplina que dejó y continuó con Magisterio en la Normal de esta ciudad, lo que no fue óbice para presentarse, sin éxito, en 1903 a plazas de Oficiales de quinta clase. En enero de 1905 se le adjudicó interinidad en la escuela de Condemios de Arriba (Guadalajara), de la que tomó posesión en octubre (con 40 pesetas mensuales).

En 1907 se encontraba en Madrid e impartió una conferencia abierta a discusión en el Instituto Científico Literario y Artístico del Cardenal Cisneros dirigida a alumnas de la Normal de Maestras; en junio hizo lo propio en la Normal de Maestros sobre Educación moral, propiciada por el Ateneo Normalista. Después se unió al republicanismo: en 1910 fue director de las escuelas del Centro Instructivo Obrero Republicano de Cuatro Caminos (C/ Hernani), de enseñanza racionalista y laica, en el que conferenció en sus veladas; en esa línea crearon en junio de 1911 Nueva Institución Escolar, presidida por Jesús Barbosa, cuyo secretario fue él, con la que programaron varios mítines en pro de la cultura. El año de 1910 opositó a agente del Cuerpo de Vigilantes.

Pudiera haberse estrenado de periodista en Don Redo, quincenal de Cogolludo llevado por su padre, pero el primer artículo que conocemos de él es del 16 de junio de 1907, aparecido en el semanario Flores y Abejas de Guadalajara en la sección “Pedagógicas”, continuada en julio, en la que ya muestra entusiasmo por el magisterio y solicita renovación de métodos. Cinco años después tiene colaboraciones literarias en el semanario La Palanca de Guadalajara, textos extensos entre los que cabe destacar “Medallones” (20 de agosto de 1912, págs. 1-2) y, especialmente, “Escuela-Sanatorio” (reproducido en La Escuela Moderna, 261, Segovia, 1 de mayo de 1913, págs. 375-385); en 1916 continúa hablando de su pasión, de su obsesión: “Pedagogía viva” (9 de mayo), y dice en un artículo de ficción que vive en Madrid con mujer y suegra .

Este año de 1916 fue admitido para profesor especial de caligrafía en escuelas normales. Aunque había acudido en marzo de 1907 a oposiciones de escuelas de niños, es a partir de ahora cuando lo hizo con constancia: se presentó en noviembre de 1917; en 1918 lo hizo en Guadalajara; entretanto, probó fortuna en las pruebas de oficiales para la Diputación de Madrid en 1919; pero fue en 1920 cuando aprobó, examinándose esta vez en la Universidad de Barcelona, circunstancia en que se le asignó en diciembre plaza en la escuela unitaria de niños de Puigvert (Lérida), ya con 2.000 pesetas.

Afirmaba que le nació su afición apasionada por la enseñanza al llegar a una escuela rural de la Sierra de Urbión, de la que tuvo que separarse. Desplegó sus aptitudes pedagógicas en Puigvert, al tiempo que no encubría el ideal libertario que profesaba, lo que le acarreó inevitables fricciones. Su empeño formador transcendió la enseñanza, inculcando aspectos como la higiene y la necesidad de la escuela por encima del trabajo en el campo. Con él se construyeron nuevos edificios. Por ello es recordado en este pueblo, que le dedicó una calle y de cuya historia escrita forma parte [1987].

Su inquietud le hacía moverse. En 1925 se presentó a oposiciones restringidas, quedando inserto en el primer escalafón con sueldo de 4.000 pesetas. En octubre de 1930 lo nombraron representante de la revista Escuelas de España en la provincia de Lérida. Desde 1929 solicitó participar en el concurso oposición para director de escuelas graduadas, cuyos exámenes realizó en 1933 en Madrid, que aprobó, por lo que en enero de 1934 es nombrado director de la Escuela Nacional Graduada de Villanueva y Geltrú (aunque provisionalmente lo había sido de la de Villafranca del Penedés), puesto en el que permaneció hasta 1939, donde se alojó algún tiempo en casa de una maestra. En este tiempo también fue designado inspector maestro.

Junto con el inspector Herminio Almendros y otros maestros de la zona, en especial José de Tapia, formó en el grupo Batec (latido); con este escribió la novelita Él y ella en 1927 y se cree que otra de similar cariz, que está perdida. Firme defensor de la colaboración en el aula, de la “escuela cara a la vida”, en la que las criaturas fueran creadoras y formadoras espontáneas libres de su cultura y su educación, bajo el acompañamiento del pedagogo artista con sólida base científica. Algo que proporcionaba la técnica experimental Freinet, que introdujeron a partir de 1932 en Montoliú, que permitía cuidar la redacción de texto libre y pasarlo a la imprenta, con la que el alumnado componía revistas y cuadernos, caso de L’Afany, y mantenía correspondencia con escuelas similares. De ahí que en 1933 asistió a las conferencias que el maestro francés impartió en la Escuela de Verano en la Universidad de Barcelona; se integró en la Cooperativa Española de la Técnica Freinet (creada ese año) y en su revista Cooperación (en 1935); y asistió a su primer congreso, organizado en Lérida en julio de 1934, mes en el que intervino en el mitin cultural en el Teatro Condal de Ripoll; además de ir al celebrado en Montpellier.

Afiliado a la Federación Anarquista Ibérica (FAI), su participación en la sublevación de diciembre de 1930 le acarreó la cárcel el 1 de enero siguiente, de la que salió al proclamarse la Segunda República. En noviembre subió a la tribuna en sendos actos confederales en Agramunt y en Artesa; en mayo de 1932 lo hizo en Alguaire. De nuevo fue huésped de la Cárcel Modelo de Barcelona en la primavera de 1935 ante la celebración en julio del segundo congreso de la Técnica Freinet en Huesca, por lo que no pudo asistir, saliendo absuelto después. En los años siguientes estuvo integrado en la Federación Local de Sindicatos de CNT, proponiendo la actuación a seguir en las cuestiones de enseñanza, e intervino en actos públicos como el de enero de 1937, además de conferenciar por radio, así en diciembre en nombre de la Comisión de la Fiesta del Niño.

Durante la guerra civil escribió con asiduidad (como Paco Itir) en el Butlletí del Comitè de Defensa Local de Vilanova i La Geltrú. Además, colaboró en Vida Nueva y en ¡¡Campo!! En un principio había desconfiado (en Solidaridad Obrera, 16 de agosto de 1936) del Consejo de la Escuela Nueva Unificada (CENU) catalán, pero después se unió a su actividad. En el Butlletí informaba de su implicación en pro de la organización de la enseñanza, que entre el CENU y el Estado proyectó en diciembre de 1936 el paso de tener 22 clases de graduadas y dos unitarias de párvulos a 58 graduadas en la localidad, con un aumento desde 22 maestras/os a 64. Consiguió, igualmente, formalizar el Casal del Mestre, pues cree que su función es esencial para la revolución en la retaguardia (similar a la del miliciano en el frente), pero teniendo en cuenta que la enseñanza infantil no podía quedar mediatizada por la guerra ni por las ideologías de partido. Fue consejero maestro (de diciembre de 1936 a junio de 1937) del Consejo Nacional de Asistencia Social en el ministerio de Federica Montseny, por lo que realizó viajes a Valencia. En enero de 1938, unida a su dirección (cuando cobra 7.000 pesetas), la Escuela graduada n.º 1 de Vilanova fue declarada oficialmente Escuela de Ensayo con técnica Freinet.

En 1939 pasó por campos de concentración y por los refugios de Grenoble y Aranchón, hasta ser acogido por Freinet en su casa. La derrota le dejó pensando que el mundo en que vivía era mediocre. En julio de 1940 embarcó hacia América en el Cuba, hasta llegar a tierras de Veracruz, en Coatzacoalcos en julio (una vez que fue rechazado el pasaje en Santo Domingo, destino primero del viaje); de allí, con otros exiliados, se dirigieron a San Andrés Tuxla, localidad en la que inició su enseñanza a la chiquillería de la calle, a la sombra de un árbol, en el otoño, mientras eran subsidiados por la JARE. En 1941 fue contratado por la Escuela Secundaria por Cooperación del lugar y, con su sueldo, alquiló un local y encargó una prensa con lo que reanudó su actividad en la que denominó Escuela Experimental Freinet, de forma gratuita a niños y adultos, primera en su género en este continente.

Empeñado en que el gobierno mexicano reconociera esta modalidad pedagógica, consiguió que lo hiciera en 1944, fecha en que había establecido una cuota solidaria que pagaban las familias solventes; en 1945 contaba con locales alquilados propios; y en 1948 el Estado se hizo cargo de la retribución del profesorado de su escuela ‒”Vivía en un reducido rincón de la escuela en donde apenas cabía un catre y en la pared colgaba un almanaque del año; comía en una pensión y antes de caer la noche saboreaba un vaso rebosante de chocomilk con sus galletas en forma de animalitos” [R. Ramírez]‒. Recibía a las criaturas en la puerta; estas volvían en horario extraescolar, allí escuchaban música clásica, oían las noticias en el televisor (que no se veía), jugaban al ajedrez con el maestro (que se enfadaba si perdía) y, por la noche, divisaban las estrellas en el telescopio.

En 1948 estableció relación con Célestin Freinet e iniciaron intercambio de correspondencia y documentación, entre ella las revista salidas de sus aulas de nombres tan singulares como Mexicanitos, Nacú, Tonatiuh o Xóchilt.

Se ocupó, igualmente, de formar ayudantes, que completaban estudios en el Instituto Federal de Capacitación -dos de ellos fueron Julio y Eulogio Chigo, primeros alumnos bajo el árbol-. Fue invitado en 1954 por el Instituto Nacional Indigenista a aplicar sus métodos en Chiapas. Asimismo, se inscribió de alumno en 1960 en la Escuela de Pedagogía de la Universidad de Jalapa, de la que obtuvo el título tras presentar su tesis.

Meses antes de su muerte, asociaciones oficiales y particulares se empeñaron en iniciar la construcción de un nuevo edificio para las escuelas, inaugurado en 1969, que continúa activo.

Al tiempo, junto a Tapia, basculó hacia posiciones liberarles e intervino en 1951 en el llamado Congreso Español de la Paz y firmó un manifiesto un año después en el que aparecía como antiguo dirigente de CNT. Llegados a México, Ramón Costa Jou y José de Tapia, como homenaje a su amigo, iniciaron desde 1968 una serie de congresos, de los que salió la revista Escuela Activa.

Su entierro fue multitudinario. En su tumba se colocó una lápida, obra de su amigo Alberto Beltrán, artista plástico, en la que Patricio Redondo aparece dando clase bajo un frondoso árbol. La localidad de San Andrés Tuxla puso su nombre a su auditorio municipal y su figura es objeto de atención de numerosos estudios.

 

Obras de ~: con J. de Tapia Bujalance, Él y Ella, Barcelona, La Revista Blanca, 1927 (col. La Novela Ideal, 71); Patricio Redondo y la técnica Freinet, pról., selecc. y notas de R. Costa Jou, México, Sepsetentas, 1974; [Escritos biográficos], s. f. (texto mecanogr., Archivo Ateneo Español, México).

 

Bibl.: Demetrio (H. Plaja Saló), “La Escuela Experimental Freinet. La obra de un refugiado”, en Solidaridad Obrera (México), 41 (1943); J. J. Reyes, “Escuelas, maestros y pedagogos”, en El exilio español en México 1939-1982, México, Fondo de Cultura Económica, 1982, págs. 193-194; “Índice bio-bibliográfico del exilio español en México”, en M. Mantecón de Souto, El exilio español en México, 1939-1982, México, Salvat, 1982 (2.ª ed.), págs. 717-878; D. Díez i Quijano, Història de Puigverd de Lleida, Barcelona, Ayuntament de Puigvert, 1987, págs. 204-209; Ideario pedagógico de Patricio Redondo, Córdoba (Veracruz, México), Editorial Trueba, 1990; A. Tiana Ferrer, Educación libertaria y revolución social: España, 1936-1939, Madrid, Universidad Nacional de Educación a Distancia, 1987; J. I. Cruz Orozco, “Vida y obra de los primeros maestros freinetistas en España e Iberoamérica”, en Estudios sobre la educación. Perspectivas históricas, políticas y comparadas, Valencia, Universidad, 1993, págs. 81-96; J. I. Cruz Orozco, “Vida y obra de un maestro freinetista. El caso de Patricio Redondo”, en Castellanos sin mancha. Exiliados castellanomanchegos tras la Guerra Civil, Madrid, Celeste, 1999, págs. 43-52; M.ª T. Martínez de Sas y P. Pagès i Blanch (coords.), Diccionari Biogràfic del Moviment Obrer als Països Catalans, Barcelona, Universitat de Barcelona-Abadía de Montserrat, 2000, pág. 1.146; I. C. Soriano Jiménez, Hermoso Plaja Saló y Carmen Paredes Sans, 1889-1982. El anarquismo silencioso, tesis doctoral, Salamanca, Universidad, 2002 (en http://hdl.handle.net/10259/3993); R. M. Sandoval Montaño, La Escuela Experimental Freinet, México, 2010; G. González de Tapia, Las escuelas Freinet en México, en Kikiriki-40, México, págs. 67-71; R. Ramírez Rodríguez, El hombre que llegó del mar, 2016 (disponible en https://micatemaco.wordpress.com/2016/04/09/el-hombre-que-llego-del-mar-por-roberto-ramirez-rodriguez/); M. Íñiguez, Enciclopedia del anarquismo ibérico, Vitoria, Asociación Isaac Puente, 2018, págs. 2229-2230.

 

Ignacio C. Soriano Jiménez