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Fernando Pérez

Biografía

Pérez, Fernando. Captivo. Conde de Astorga. ¿Astorga (León)?, p. m. s. XII – Astorga (León), c. 1180. Mayordomo y alférez real.

Tiene una vida paralela, de amistad y colaboración estrecha con Alfonso Enriques, primer rey portugués, al que se unió siendo ambos adolescentes. Hay datos que lo hacen hijo de un conde Pedro Pérez, al que se denomina Captivo en un documento del Monasterio de San Salvador de Villagarcía, como testigo de una donación, junto a personajes como Pedro Ansúrez o Froila Dídaz.

En enero de 1130 era alférez del, todavía, príncipe Alfonso, cargo que ocupó por más de quince años; también aparece como “potestas et consiliarius”, lo que confirma su ascendencia en la Corte portuguesa.

Se supone que la amistad del príncipe y de F. Captivo se desarrolló en su infancia, toda vez que Astorga era señorío de Enrique de Borgoña y la infanta Teresa, padres de Alfonso. Precisamente, Enrique murió en Astorga, aconsejando, en el lecho de muerte, a su hijo, dice la Crónica de Coimbra: “Toda a terra que eu leixo, que he d’Estorga ata Leon, e ata Coimbra, non perdas dela nem huna cousa [...] e manda logo chamar os d’Estorga e faserte ey que te façan menagem”. Tierra y ciudad que perdió en el momento que se alejó de Astorga para dar sepultura a su padre en Braga. Ocurría en mayo de 1114. Con él viajaba a Braga su amigo Fernando Captivo y con el siguió. Con Alfonso invadió tierras de Galicia en diversas ocasiones para acosar al primo leonés, con fortuna aleatoria.

Las aspiraciones independentistas de Alfonso Enriques se fraguaron en la entrevista de Zamora propiciada por el legado pontificio, el cardenal Guido. Tuvo lugar los días 4 y 5 de noviembre de 1143. La tirantez y recelos tuvieron solución; Alfonso VII reconocía, implícitamente, la independencia portuguesa; para que el portugués acatara su categoría imperial y preeminencia, le entregaba el señorío de Astorga, su viejo feudo. Y aquí estaba Fernando Captivo como tenente del portugués, en su ciudad natal. Al estar con Alfonso en Portugal, Fernando delegó la tenencia en su hermano Pelayo, al que también apodaban Captivo.

Ese mismo año de la entrevista de Zamora, Alfonso Enriques lo nombró mayordomo real, o “dápifer”, que ostentó al menos hasta 1154 atendiendo como tal a la economía de la Corte. No por ello Captivo abandonó su faceta militar y en 1147 jugó un papel destacado en la toma de Santarém, abriendo camino a la conquista de Lisboa a la que pusieron cerco el 22 de octubre de dicho año, teniendo como aliadas tropas mercenarias de ingleses, alemanes y flamencos, entre otras.

Fernando Captivo fue elegido para parlamentar con los sitiados, que se entregaron el día 24, salvando sus vidas como les había prometido; no pudo evitar el saqueo por los aliados, asunto que con anterioridad habían pactado con Alfonso Enríques. Éste nombró como primer regidor y juez de Lisboa “a un hombre bueno, caballero de buen juicio que tenía por nombre Fernando Pérez”. Para conmemorar este hecho de armas, y en memoria de los fallecidos, Alfonso decidió fundar un monasterio que fue nombrado San Vicente de Fora, cuyas obras siguió Captivo como máximo responsable lisboeta.

Sin dejar de servir al portugués, el astorgano mantenía inmejorables relaciones con Alfonso VII, quien en 1148 lo tuvo como conde de Galicia; en estas fechas estaba por Astorga, si bien en 1152 seguía con su cargo de mayordomo en Portugal. En 1156, de vuelta en Astorga, ostentó el cargo de mayordomo del príncipe leonés, futuro Sancho III de Castilla. Y además fue nombrado tenente de Astorga, cargo que compartió con el afamado conde Ramiro Froilaz.

De 1159 a 1162 estaba por tierras portuguesas, aunque, paulatinamente, va desapareciendo de la documentación.

Es ya en 1180 cuando aparece por última vez como testigo de una donación realizada por Fernando II a Elvite Ibáñez en el monte Irago.

Se le atribuye, junto al monje Ota, un escrito sobre la fundación del Monasterio de San Vicente.

 

Obras de ~: Indiculum fundationis monasterii sancti Vincentii, recogida en Portugaliae monumenta III, Lisboa, 1866.

 

Bibl.: E. Flórez, España sagrada, Madrid, Imprenta Gabriel Ramírez, 1762; P. de Sandoval, Crónica general de España, Madrid, Oficina de Benito Cano, 1792; A. Herculano, Portugaliae monumenta histórica, Lisboa, Academia das Ciências, 1866; P. Rodríguez López, Episcopologio asturicense II, Astorga, 1907; M. Rodríguez Díez, Historia de la muy noble, leal y benemérita ciudad de Astorga, Astorga, Porfirio López, 1909; F. Almeida, Historia de Portugal, Lisboa, 1922; J. González, Regesta de Fernando II, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1943; A. Ballesteros Beretta, Historia de España y su influencia en la Historia Universal, Barcelona, Salvat, 1944; R. da Silva Tarouca, Crónica dos siete primeiros reis de Portugal, Lisboa, Academia Portuguesa da Historia, 1952; A. Quintana Prieto, Monografía histórica del Bierzo, Madrid, Ferreira, 1956; R. Pinto de Azevedo, Documentos medievais portugueses, Lisboa, Academia Portuguesa da Historia, 1958; A. Quintana Prieto, El obispado de Astorga en el siglo XII, Astorga, Publicaciones del Obispado de Astorga, 1985; C. Cabero Domínguez, Astorga y su territorio en la Edad Media, León, Universidad, 1995; A. Quintana Prieto, Fernando Pérez “Captivo”, un hombre astorgano para la historia, s. l., s. f. (inéd.).

 

Martín Martínez Martínez

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