Ayuda

León Olalquiaga Aseguinolasa

Biografía

Olalquiaga Aseguinolaza, León. Segura (Guipúzcoa), 28.VI.1859 – San Sebastián (Guipúzcoa), 28.III.1919. Veterinario, zootecnista y primer jefe del Servicio Pecuario de la Diputación provincial de Guipúzcoa.

Hijo de José Antonio Olalquiaga Urrestarazu, albéitar y herrador, y de Francisca, ingresó en la Escuela de Veterinaria de Madrid el 27 de septiembre de 1879, finalizando el 21 de junio de 1886. Casó con Agapita Borne; el matrimonio tuvo un hijo. En diciembre de 1886 fue nombrado inspector de carnes de Beasain (Guipúzcoa), cargo en el que permanecerá hasta diciembre de 1890, posteriormente lo sería de Zumaya (Guipúzcoa), hasta diciembre de 1902. En diciembre de 1894, organiza una reunión con los alcaldes de las localidades vecinas de Aizarnazabal, Deba, Guetaria y Cestona de acuerdo con las instrucciones de la Diputación de Guipúzcoa, en la que impartió las primeras normas sobre Zootecnia, animando a los ayuntamientos a colaborar en la mejora del ganado vacuno. En abril de 1904, Olalquiaga fue contratado por la Caja de Ahorros Provincial de Guipúzcoa para la gestión de la Granja Fraisoro y de la Gota de Leche y sostenidas por la entidad de ahorro guipuzcoana y el control de las paradas oficiales de sementales.

En la sesión de la Diputación Provincial de Guipúzcoa de 16 de diciembre de 1905, se aprobó el Reglamento del Servicio de Paradas de Toros de la Provincia. Es la primera reglamentación que se implantó en España relacionada con los servicios de paradas de toros. El texto marca una nueva orientación y recoge los métodos zootécnicos que entonces se aconsejaban para el fomento ganadero. El servicio pecuario de la entidad provincial de ahorro se incorporó en 1905 a la Diputación Provincial como una nueva unidad administrativa, con el nombramiento de Olalquiaga como inspector del Servicio de Paradas además de veterinario de la Sociedad provincial de seguros contra la mortalidad del ganado de Guipúzcoa.

Su labor zootécnica se desarrolló organizando, con criterios zootécnicos, las paradas de toros sementales y reorganizando los concursos de ganado vacuno. Olalquiaga recorrió toda la provincia hasta sus más recónditos caseríos; divulgó en sus amenísimas charlas, en humorísticos escritos, los modernos conocimientos de zootecnia, de higiene, de alimentación, de manejo del ganado, dando lecciones prácticas a los ganaderos en su propio medio y con la terminología adecuada, para su mejor comprensión.

Fue su obra de zootecnista labor de artesanía y apostolado, hecha con entusiasmo, impregnada de abnegación, con grandioso desinterés. Hombre jovial y serio y sobre todo bondadoso, murió joven, cuando todavía se podía esperar mucho de sus conocimientos, de su cultura y de su gran actividad personal.

 

Bibl.: J. M. Etxaniz Makazaga, “D. León Olalquiaga Aseguinolaza y D. Luis Sáiz Saldaín. Su contribución a la riqueza pecuaria de Gipuzkoa”, en Boletín de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País, 2 (1996); C. Sanz Egaña, Historia de la veterinaria Española, Madrid, Espasa-Calpe, 1940.

 

José Manuel Etxaniz Makazaga