Ayuda

Lorenzo Suárez de Figueroa

Biografía

Suárez de Figueroa, Lorenzo. Conde de Feria (I). ¿Zafra? (Badajoz), ¿1410? – Zafra (Badajoz), 19.VIII.1461. Noble, segundo señor y primer conde de Feria.

Lorenzo Suárez de Figueroa, nieto del maestre de Santiago del mismo nombre, es el primogénito y heredero del mayorazgo de Gomes Suárez de Figueroa, primer señor de Feria.

De la etapa anterior a hacerse cargo del gobierno del señorío de Feria sólo se conoce que fue nombrado doncel del rey Juan II y que, como tal, permaneció algunas temporadas en la Corte donde conoció y trató tanto al monarca como a Álvaro de Luna, cuya fuerte personalidad le atraería hasta el punto de quedar vinculado a su causa durante un largo período de tiempo.

Desde el mismo momento en que se hizo cargo del gobierno del señorío (1429) y continuando la política de su padre, Lorenzo Suárez participó activamente en la lucha contra los infantes de Aragón en tierras extremeñas, con el doble objetivo de mantener bajo control real la ciudad de Badajoz y la zona meridional del reino pacense e impedir el libre movimiento de los infantes, que tuvieron que distraer parte de sus fuerzas para contrarrestar la actuación del joven y belicoso señor de Feria. Así, durante los años 1430-1432, contando con la colaboración de Pedro Manuel de Lando, Lorenzo Suárez colaboró en la neutralización del maestre de Alcántara, Juan de Sotomayor, que había hecho causa común con los infantes, controló la zona meridional del reino pacense (Jerez de los Caballeros, sobre todo), asedió las plazas rebeldes de Alconchel y Villanueva de Barcarrota y apoyó al corregidor Íñigo López en la defensa de la capital.

La fidelidad a Álvaro de Luna se mantuvo, incluso, cuando en 1437 se produjo la sublevación de un sector nobiliario, capitaneado por los Manrique (linaje con el que Lorenzo Suárez tenía fuertes lazos familiares y de amistad) que va a propiciar una nueva intervención de los infantes de Aragón en el reino de Castilla y que con altibajos se mantendrá hasta la muerte del valido en el cadalso de Valladolid. Durante esta etapa, el señor de Feria, nombrado miembro del Consejo Real (1439), colaboró en el control de Segovia para la causa de Álvaro de Luna, defendió personalmente Badajoz (1441) y apoyó al condestable en la batalla de Olmedo (1445).

Sin embargo, a partir de esta última fecha, la vinculación con Álvaro de Luna se va a debilitar progresivamente, en parte porque el valido permitió la presencia en los aledaños del señorío de Feria de un importante personaje en alza, Juan Pacheco, a quien concedió las villas de Salvatierra, Salvaleón y Villanueva de Bancarrota —atentando contra los intereses de los Suárez de Figueroa, que aspiraban a controlar esta zona donde habían realizado importantes inversiones—, en parte porque a estas alturas Lorenzo Suárez había comprendido que la actuación de Álvaro de Luna estaba motivada no sólo por un afán de servicio a la Monarquía sino, sobre todo, por una gran ambición personal que le hacían acumular títulos, posesiones y rentas. Ambos motivos hicieron que el señor de Feria abandonara el bando de Álvaro de Luna y, sin pasarse a la oposición, se mantuviera en un prudente aislamiento.

Esta actitud se mantuvo durante los años iniciales del reinado de Enrique IV, pese a que en 1455 Lorenzo Suárez fuera comisionado por el monarca para recibir a la princesa Juana de Portugal, con quien iba a contraer matrimonio, y acompañarla hasta Córdoba, donde a la sazón estaba el monarca. La conducta seguida por éste respecto a un hermano del señor de Feria, Garcí Laso de la Vega, en las campañas contra los musulmanes, que culminó con el innoble comportamiento regio durante la agonía y muerte del infortunado en 1456, le reafirmó en la idea de mantenerse al margen del revuelto mundo cortesano. Para ello, renovó sus alianzas, reforzó las defensas de sus estados —construcción del castillo de Nogales, ampliación del de Feria— y formó un poderoso bloque militar que, manteniéndose al margen del conflicto producido por la revuelta nobiliaria contra Enrique IV, supo asegurarse su integridad.

Al final de sus días (1460), Lorenzo Suárez tuvo la satisfacción de recibir el título condal de manos de Enrique IV. Con esta merced se buscaba premiar los servicios prestados por los Suárez de Figueroa a la dinastía Trastámara y asegurar su fidelidad, debilitada tras la muerte de Garci Laso, en momentos particularmente difíciles para el rey. En el monasterio de Santa María del Valle, donde reposaban sus padres y hermano, Lorenzo Suárez aceptó el título condal.

Poco después, el 19 de agosto de 1461, falleció y su cuerpo fue enterrado en el monasterio panteón de la familia.

Casado con María Manuel, hija y heredera de Pedro Manuel, señor de Montealegre y Meneses, el matrimonio mantuvo unas excelentes relaciones personales y dejó una descendencia compuesta por tres hijos y seis hijas.

Al margen de la actividad política reseñada —a la que habría que añadir la participación del señor de Feria en la lucha contra los musulmanes en los primeros años de su gobierno (batalla de la Higueruela, defensa de Huéscar) es preciso aludir a dos aspectos significativos y, a la larga, más transcendentes para la historia de la región.

Por una parte, con Lorenzo Suárez se produce un incremento importante del control político y militar de los titulares de Feria sobre Badajoz. El mantenimiento de la plaza en la obediencia real permitía intervenir en los asuntos de la ciudad, influir en las decisiones del concejo, favorecer a sus parientes y aliados, reforzar sus propias posiciones en definitiva. Pero a largo plazo esta actuación impidió que la ciudad cayese en manos de algún noble y propició su permanencia en el realengo.

Por otra parte, durante el gobierno del segundo señor el estado de Feria se consolidó y cohesionó, incorporando dos nuevas poblaciones —Morera y Halconera— y fijando la capital en Zafra, que conocerá un importante desarrollo urbano (al que no es ajeno la celebración de dos ferias) reflejado en la construcción de un imponente alcázar, del monasterio ya aludido de Santa María del Valle y de un hospital puesto bajo la advocación de Nuestra Señora de la Salutación.

 

Bibl.: L. de Salazar y Castro, Historia de la Casa de Lara, Madrid, 1694-1697; L. Suárez Fernández, Nobleza y Monarquía. Puntos de vista sobre la historia política de Castilla en el siglo xv, Valladolid, 1959; Los Trastámaras de Castilla y Aragón en el siglo xv, en R. Menéndez Pidal (dir.) Historia de España, vol. XV, Madrid, Espasa Calpe, 1964; A. Figueroa y Melgar, “Los Suárez de Figueroa de Feria y Zafra”, Revista de Estudios Extremeños (Badajoz), XLVIII (1974); F. Mazo Romero, “Los Suárez de Figueroa y el señorío de Feria”, en Historia, Instituciones y Documentos, I, Sevilla, 1974; F. Mazo Romero, El condado de Feria (1394-1505), Badajoz, Institución Cultural Pedro de Valencia, 1980; J. L. del Pino García, Extremadura en las luchas políticas del siglo xv, Badajoz, Diputación Provincial, 1991; F. Mazo Romero, “Las relaciones entre el señorío de Feria y el concejo de Badajoz en el siglo xv”, en Apuntes para la historia de la ciudad de Badajoz, II, Editora Regional de Extremadura, Mérida, 2002; “El monasterio de Nuestra Señora del Valle, fundación de los Suárez de Figueroa”, en Cuadernos de Çafra, III, Centro de Estudios del Estado de Feria, 2005.

 

Fernando Mazo Romero