Pérez de Traba, Rodrigo. El Velloso. Conde de Monterroso. Galicia, c. 1106 – La Espenuca (La Coruña), c. 1170. Noble.
Era hijo del conde Pedro Froilaz y de su segunda esposa, Mayor Guntroda. Llamado el Velloso, fue conde de Monterroso y gran señor, alférez mayor del emperador Alfonso VII. Es el más destacado de los hijos que Pedro Froilaz tuvo de su segundo matrimonio. Se casó con Fronilde Fernández, hija única de Fernando Núñez y Mayor Rodríguez. A Fronilde se debe la fundación definitiva del Monasterio de Santa María de Ferreira de Pallares el 17 de diciembre de 1174.
Rodrigo Pérez de Traba tuvo las tenencias de San Jorge y Ferraria, y durante las ausencias de su hermanastro Fernando, la de Traba. Posteriormente, recibió del Monarca, quizás debido a sus buenas relaciones con él, la tenencia de Limia.
A finales de 1111, tras la proclamación como rey de Alfonso Raimúndez en la Catedral de Santiago, Rodrigo fue nombrado alférez del nuevo monarca.
En el año 1126, junto con otros próceres gallegos, juró fidelidad en Zamora al soberano leonés. El 2 de abril de 1127, en León, Rodrigo recibió la dignidad de conde, permaneció en la Corte durante ese año y el siguiente y apareció como confirmante, junto a otros condes gallegos, en los diplomas reales. En 1129 era señor de la tierra de Trastámara.
En 1130, Rodrigo hizo donación para la remisión de sus pecados al arzobispo Diego Gelmírez y a su iglesia de Santiago, del castillo de Faro, actual Torre de Hércules en La Coruña, con todas sus pertenencias.
Prometió además, dejar a su muerte a la iglesia de Santiago, si no tenía hijos, el castro y la fortaleza de la Espenuca en Betanzos.
Desde 1128, Rodrigo era asiduo visitante de la Corte portuguesa. El 28 de septiembre de 1132, recibió de Alfonso Enríquez la villa de Burral en reconocimiento a sus leales servicios. Poseyó el señorío de Oporto entre 1132 y 1135. Se rebeló contra el emperador Alfonso VII hacia 1137 y apoyó la invasión portuguesa de Galicia. Más tarde, sirvió a la Casa Real portuguesa como “dapifer”, o “mayordomo”, al menos entre noviembre de 1140 y el 1 de febrero de 1141. En 1141, cuando se firmó la paz con el Emperador, Rodrigo pagó caro políticamente sus servicios a la Corte portuguesa. Las súplicas, y la influencia de la casa de Traba, hicieron que Rodrigo pudiese regresar a tierras gallegas y disfrutar de algunas de las tenencias que le concedieron.
Fue un buen protector del Monasterio de Sobrado, al que en 1143 y 1149 donó importantes heredades.
En 1155 aparece excepcionalmente con la titularidad de conde de Galicia, y en 1156 figura encabezando la lista de magnates, junto con su hermanastro Bermudo, que acompañan al rey Fernando, futuro monarca de León.
Residió en el castillo de la Espenuca y debió de fallecer poco después de 1169, pues a 1 de noviembre de ese año figura confirmando un documento de una donación a Sobrado.
De su matrimonio con Fronilde tuvo al menos una hija, Guiomar Rodríguez, única de la que hay constancia documental, la cual contrajo dos matrimonios, el primero con Fernando Ponce el Mayor, y el segundo con Diego Ximénez, señor de los Cameros.
Bibl.: M. Carbajo, Cronicón de Santa María de Sobrado, s. l., 1770 (Biblioteca Universidad de Santiago, ms. inéd.); S. Barton, “Sobre el Conde Rodrigo Perez el Velloso”, en Estudios Mindonienses, 5 (1989); E. Falque Rey, Historia Compostelana, Madrid, Akal, 1994, libs. I y III (Clásicos Latinos Medievales, 3); S. Barton, The aristocracy in twelfth-century León and Castille, Cambridge, University Press, 1997, pág. 297; M. Torres Sevilla, Linajes nobiliarios en León y Castilla. Siglos ix-xiii, Salamanca, Junta de Castilla y León, 1998, págs. 321-324 y 339; J. L. López Sangil, La nobleza altomedieval gallega. La familia Froilaz-Traba, Noia (La Coruña), Toxosoutos, 2002, págs. 110-114.
José Luis López Sangil
