Pérez de Traba, Bermudo. Señor de Faro y de Calamouquo. Galicia, c. 1089 – Monasterio de Sobrado (La Coruña), c. 1168. Noble.
Bermudo Pérez de Traba, señor de Faro (La Coruña) y de Calamouquo, era hijo del conde de Galicia Pedro Froilaz de Traba y de su esposa, Urraca Froilaz, y hermano mayor de Fernando Pérez de Traba, que fue el que heredó los títulos. De Bermudo no se sabe si fue conde, puesto que en ninguno de los documentos que se conservan aparece con ese título.
Estuvo casado tres veces, tal como reconoce en un documento del 9 de octubre de 1138 en el que cita el nombre de dos esposas, Teresa Bermúdez, hija de Juan Fernández, y el de la tercera esposa, la infanta Urraca Enríquez, hija de la reina de Portugal doña Teresa y del primer conde de Portugal Enrique de Borgoña, hermana, por lo tanto, del rey Alfonso I de Portugal y nieta de Alfonso VI por su madre, con la que se casó el año 1122 y a la que dotó espléndidamente, con el Monasterio de Genroso, en Betanzos, y el lugar de Noguerosa y su coto, según documento del 25 de julio del mismo año. Se considera que la segunda esposa de Bermudo fue Adosinda González, hija del conde Gonzalo Peláez, de Oviedo, hermana de Sancha González, esposa de Fernando Pérez de Traba, y de Cristina González.
El primer documento en el que figura Bermudo es del 1 de abril de 1104.
En 1122, Diego Gelmírez reclamó a Bermudo la posesión del castillo de Faro, actual Torre de Hércules de La Coruña, pero éste se pertrechó cada vez más en el Faro, por lo que el arzobispo decidió sitiar la fortaleza.
Después de arduas negociaciones se acordó que Bermudo abandonase la fortaleza, que sería ocupada por su hermano Fernando, con la condición de que se le devolvería al prelado cuando éste la requiriese.
En el año 1125 se dejó tentar por la causa de Teresa de Portugal, por lo que fue nombrado señor o gobernador de la ciudad de Viseo, así como su hermano Fernando Pérez de Traba, amante de la reina Teresa, lo era de Coímbra.
Al poco tiempo de fallecida la reina Teresa de Portugal, Bermudo, en el año 1131, al grito de rebelión, se sublevó en el castillo portugués de Seia, pero sin resultado, pues el infante Alfonso Enríquez, su cuñado, lo obligó por la fuerza a desistir de su intento. Tuvo entonces que regresar nuevamente a Galicia, y desde entonces sólo volvió a cruzar el Miño ocasionalmente.
El 14 de febrero de 1142, Bermudo y su sobrina Urraca Bermúdez y su hermano el conde Fernando Pérez, junto con su esposa Sancha, entregaron el Monasterio de Sobrado a la Orden Cisterciense.
A lo largo de su vida Bermudo efectuó numerosas donaciones a los monasterios de Jubia, de Monfero y, sobre todo, fue un gran protector del Monasterio de Sobrado.
Bermudo, en los años 1147 y 1153, acompañó a su hermano Fernando en sus viajes a Jerusalén. Regresó a Galicia a principios de 1155. Al verse cansado y viejo, ingresó como novicio en el monasterio de Sobrado en 1160 o antes (el 6 de agosto ya estaba), donde permaneció durante ocho años hasta su fallecimiento hacia 1168, cuando rondaba los ochenta años de edad. Fue enterrado en el claustro del Monasterio.
Su esposa Urraca se había retirado como religiosa al Convento de Noguerosa, posiblemente en 1160, al mismo tiempo que su marido ingresaba en Sobrado con el hábito cisterciense, donde acabó humildemente sus días de monja. Falleció, según un documento de 1173, antes de ese año, y fue sepultada dentro de la iglesia de su pobre y retirado Monasterio.
De su matrimonio con Teresa Bermúdez tuvo tres hijos: Pedro Bermúdez, Enrique Bermúdez y Mayor Bermúdez.
De su matrimonio con Urraca Enríquez, hija de la reina Teresa de Portugal, tuvo seis hijos, todos ellos lógicamente sobrinos del rey de Portugal, Alfonso Enríquez: Fernando Bermúdez, Urraca Bermúdez, Suero Bermúdez, Teresa Bermúdez, Sancha Bermúdez, y otra Urraca Bermúdez. De su matrimonio con Adosinda tuvo dos hijas, llamadas Ilduara y Ximena.
Bibl.: M. Carbajo, Cronicón de Santa María de Sobrado, s. l., 1770 (ms. inéd., Biblioteca Universidad de Santiago); E. Falque Rey, Historia Compostelana, Madrid, Akal, 1994 (Clásicos Latinos Medievales, 3); J. L. López Sangil, La nobleza altomedieval gallega. La familia Froilaz-Traba, Noia (La Coruña), Toxosoutos, 2002, págs. 55-76.
José Luis López Sangil